*Marta Sáenz Correa
Que mejor oportunidad para tratar este tema y hacer un llamado a la construcción de una cultura de tolerancia que estos momentos de efervescencia y calor generados por las elecciones locales que se avecinan, en las que cada uno defiende las posiciones y propuestas de los candidatos y partidos que apoya.
La tolerancia tiene su origen en la razón como capacidad para comprender y hacerse comprender, y parte del principio fundamental de que nadie es dueño de la verdad absoluta; cada uno tiene una visión singular de un determinado hecho o fenómeno, por lo que se requiere el reconocimiento del otro y el respeto por las diferencias, la pluralidad, el multiculturismo y la ética. La posibilidad de comprender a otros implica mi auto reconocimiento y el de los demás, y no significa tener que estar de acuerdo con ellos.
Respeto por las diferencias significa tomar en serio el pensamiento del otro, con la premisa implícita de que puede tener la razón: discutir y debatir sin agredirlo, violentarlo, ofenderlo, ni intimidarlo. Pero defender el pensamiento propio y no hacer este pequeño pacto de respeto a las discrepancias con las opiniones de otros, ni discutirlo, es contrario al verdadero respeto; es posible generar discusiones y presentar las posiciones individuales sin llegar a la violencia.
Intentar ser más tolerantes significa no responder a las agresiones cuando somos insultados, provocados o acusados injustamente, y mantenernos calmados frente a los infortunios cuando nos encontramos con personas que nos quieren incomodar; debemos enfrentarlas tranquilamente evitando cualquier confrontación. Frente a la envidia y el odio de otros no debemos responder igualmente, sino ofrecer nuestra amistad y mostrarles con nuestra intención pacífica y educación que somos mejores que ellos.
Para finalizar no olviden que la tolerancia exige comprensión, capacidad de entendimiento y flexibilidad. No cierres la puerta frente a los conflictos de los demás. Escuchar es el mejor ejercicio aun frente a los temas que crees que no puedes tolerar y en los que sientes que nadie te puede hacer cambiar de opinión. El tolerante siempre busca soluciones y se adapta a los cambios. En lugar de ahondar en el problema, toma un tiempo prudente para pensar en las salidas. No todas las situaciones lo permiten, pero hacerlo facilita las cosas para ambas partes.
A todos los aspirantes a la gobernación, alcaldías y corporaciones públicas, envíen mensajes de tolerancia a nuestros niños y jóvenes, siendo considerados con su contradictor político; no rotundo a los insultos por parte de sus comités de aplausos y rechazo a las cuentas falsas en las redes sociales que agreden a los candidatos de la oposición.