La región oriental colombiana, especialmente la de los santanderes, ha sido y sigue siendo, por su ubicación geográfica, una zona de influencia internacional, que, no obstante sus dificultades continúan con dicha fuerza, que, presentadas las condiciones, dicha influencia debe ser reactivada.
En efecto, si bien en el territorio de Santander se fundó hace 50 años el autodenominado Ejército de Liberación Nacional (ELN) (tomado de vanguardia.com del 30 de junio de 2014), que tanto desastre ha ocasionado al país (tomado del Tiempo del 2 de julio de 2014), ello no fue obstáculo para que en dicho departamento se continuara con la explotación de petróleo y con su afán de desarrollo económico-social, ahora con la propuesta de una zona franca para el complejo cauchero de Puerto Araujo. Lo mismo puede decirse del departamento de Norte de Santander en donde, no obstante las afectaciones de la economía del país vecino (Venezuela), con el incremento de producción de coca (tomado de El Tiempo de 29 de junio de 2014), con las exportaciones ficticias de mercancías y la importación de ganado (tomado de la Opinión del 26 de junio de 2014), y los daños sufridos recientemente con los atentados a los oleoductos, como los sufridos por los “trucheros” (retomado de la opinión del 30 de junio de 2014), los norte santandereanos han podido sostener el sistema de comercio y la iniciativa de empresa, tal como ahora ocurre con la propuesta organizacional de los pimpineros a los gasolineras (tomado de la edición de la opinión citada).
Pero, además de lo anterior, las empresas industriales, comerciales y agroindustriales de esta región, no solo han suministrado su apoyo económico-social a los hermanos del país hermano de Venezuela, a través de sus exportaciones, sino que también han compartido, con ellos sus propias dificultades fronterizas. Por eso, la región está a la expectativa y preparada para el desarrollo de las diferencias existentes en el partido de gobierno de Venezuela, en donde mientras algunos, como Jorge Giordani y Héctor Navarro, reclaman de la otra ala del gobierno de Maduro, combate a la corrupción, corrección de errores económicos y posibilidad de critica en ser calificados de opositores, dicho sector del gobierno, en cambio, se resiste a ella (tomado del Tiempo del 30 de junio de 2014). Y ello parece obedecer, como lo dicen los analistas, a que se considera que “Maduro parece estar cuesta abajo”, con la posibilidad de irse debilitando más cuando racionalice los costos financieros del combustible con su “acercamiento a los estándares internacionales” (tomado del Editorial del periódico La Opinión del 30 de junio de 2014). Pero como ello tiene una significativa incidencia en la economía fronteriza, la región deberá prepararse para cualquier contingencia.