Por: Edmundo López Gomez.
La firma de la paz, según nuestros cálculos, no está tan próxima , pues dentro de los mecanismos acordados para poner en marcha el propio proceso – incluido el referendo popular que debe convocarse y tramitarse por vía de las cámaras legislativas – para aprobar , a su vez, los acuerdos de La Habana-, no se hará en el término de un año como se ha prometido, sin contar con el tiempo que pueda durar la revisión constitucional de algunas de las leyes que desarrollen esos acuerdos y porque, además, la Corte Constitucional acaso pretenda legislar , como lo ha hecho con otros asuntos puestos a su cuidado, en ejercicio de funciones de legislador- constituyente que no tiene pero que sin embargo ha ejercido, incluso, con la tolerancia del Congreso Nacional, el cual, extrañamente, no ha defendido los fueros constitucionales que le asignan exclusiva competencia, para dichos efectos.
Siendo la paz un derecho de los colombianos, como lo proclama nuestra Constitución Política, su logro debe contar con la participación soberana del pueblo, y por ello, se justifica que el referendo se convoque , según lo pactado, y que requiere, para su buen entendimiento, una intensa y extensa pedagogía sobre su contenido y conveniencia; asunto que no puede hacerse de un día para otro.
Por otra parte, se necesitarán no menos de dos períodos de sesiones ordinarias del Congreso que se instaló el 20 de julio, para que los legisladores deliberen sobre asuntos conexos con el proceso de paz y que tienen que ver, por ejemplo, con la humanización de la guerra mientras se llega al acuerdo final , pues la voluntad de hacer la paz tiene esa exigencia ética insoslayable , tanto más cuanto nuestro país debe honrar los convenios y tratados que ha firmado sobre respeto al DIH ; obligatorios para los actores de nuestro conflicto armado interno.
¿ No será pertinente hacer también el debate en el Congreso sobre la justicia que operará para el posconflicto? ¿ Y que , en esa instancia de reflexión, senadores y representantes, lleguen a la conclusión de que el escenario apropiado para una profunda reforma de la administración de justicia es una Asamblea Constituyente que ellos mismo convocarían, para dichos efectos? .
Retomando el tema de los tiempos para firmar la paz, no es claramente predecible cuánto incidirá en ese término, la oposición que haga la bancada del Centro Democrático, con el ex presidente y senador Álvaro Uribe Vélez a la cabeza, la cual se ha preparado para dar una batalla para enfocar la solución de nuestra guerra dentro de otros enfoques, así el Presidente Santos haya recibido un mandato de las mayorías nacionales para continuar con el esquema de las negociaciones de La Habana.
Con todo, dentro del planteamiento del presidente Santos en la instalación del nuevo Congreso, en el sentido de que “ la paz tiene que unir en lugar de dividir”, hay que buscar , precisamente, el mayor consenso entre todas las fuerzas políticas y sociales; y tal propósito, no necesariamente debe condicionarse a plazos perentorios que no podrían cumplirse eventualmente…
Lo indispensable , por ahora, es que el pacto de respeto al DIH se acuerde cuanto antes en la Mesa de Negociaciones de La Habana, para que no haya más víctimas de personas ajenas al conflicto y se pueda aliviar la situación de los combatientes durante la guerra sucia que se libra en nuestro país , mientras se firma la paz.