Por: Ignacio Orrego Rojo-IGOR.
El éxito es actitud mental en un noventa y nueve por ciento. Exige amor, gozo, optimismo, confianza, serenidad, fe, valor, buen humor, imaginación, iniciativa, tolerancia, honradez, humildad, paciencia y entusiasmo. El éxito no es llegar a la cima de una montaña como si fuera el destino final. Es una espiral continua de progreso; es crecimiento perpetuo.
El secreto del éxito es dar y seguir dando: quien da, siempre acaba recibiendo. Este secreto también consiste en saber dar lo que la otra persona desea recibir.
El éxito es descubrir nuestros mejores talentos, destrezas y capacidades y aplicarlos allí donde contribuyan más efectivamente al bien del prójimo. Longfelow dijo: “Hacer lo que haces bien y hacer bien todo lo que haces”. El éxito es tener valor para afrontar un fracaso sin dejarse derrotar. Es negarse a permitir que una pérdida momentánea interfiera con nuestro objetivo a largo plazo.
El éxito se presenta cuando la preparación se cruza con la oportunidad. Sin embargo las oportunidades no se encuentran en las situaciones o en las circunstancias, sino en el entusiasmo que nosotros ponemos en esas situaciones y circunstancias. Debemos comenzar cada día con una estructura mental engranada en el éxito. Comenzando por plantar y cultivar las semillas del entusiasmo.
Los obstáculos y los fracasos, podemos convertirlos en peldaños para lograr el éxito. Todo depende de la actitud mental con que enfrentemos esas pruebas. Démonos cuenta, que los problemas son oportunidades no resueltas. Lo importante es la reacción hacia lo que nos sucede no olvidemos que cada contrariedad y cada problema tienen una solución y que el problema resuelto deja de serlo, pero siempre nos deja la experiencia que nos sirve para lograr el éxito. Lo importante es no cometer dos veces el mismo error.
Seis pasos para alcanzar el éxito:
- Fije en su mente exactamente lo que
- Determine con exactitud lo que está dispuesto a dar o a hacer para conseguir lo que desea.
- Establezca una fecha para lograr lo que desea.
- Haga un plan bien definido para realizar sus deseos y comience ya.
- Escriba una declaración bien nítida de lo que desea y cómo piensa “pagar su éxito” y el plan para conseguirlo.
- Lea su declaración escrita al levantarse y al acostarse todos los días y piense y sienta como si ese deseo ya fuera una realidad. Verá como en poco tiempo todo se convierte en realidad.