Libertad de sufragar… Unagarantía???

A raíz de la reciente propuesta sobre la implantación del voto obligatorio en Colombia, resulta oportuno reflexionar si se trata o nó de una solución para la democracia de nuestro país.   Es bien conocido que el sufragio universal, como el derecho que se le reconoce al pueblo soberano, para elegir a los representantes de los intereses generales, ha sido una institución fundamental para todas las democracias del mundo hasta el punto de constituirse la regla general en el universo, y que, en nuestro medio, se trata de uno de los aspectos centrales de nuestra carta política, cuya modificación parece que debe ser refrendada por el pueblo colombiano (arts. 2º., 40 y 377 C.Pol.).   Pero, dejando de lado este aspecto, lo cierto es que tradicionalmente ha sido considerado el “voto” como un derecho, y, entre nosotros, como una función (art. 258) para señalar que puede ejercerse o no, pero que, debido a su importancia, debe ejercerse, sin que, en caso de incumplimiento, traiga consecuencias negativas. Y ello ha obedecido a que mediante el ejercicio libre del derecho al sufragio, los electores, teniendo como guía mínima la intuición o su conciencia y, hoy día, apoyado en un mayor conocimiento de los antecedentes de los elegibles, en su dignidad, conducta irreprensible sin degradación moral o ética, que, por su conocimiento o prestigio, o por su comprobada conducta de beneficio social, conocimiento y alto sentimiento patriótico, le inspiran la confianza y la seguridad para velar por los intereses de la sociedad, haciendo prevalecer los generales sobre los particulares, y, con mayor razón, sobre los intereses personales. Si ello es así, su aplicación no tendría ningún reproche.   De allí que si últimamente ha habido una escasa votación, en donde la abstención ha oscilado entre el 60% y 70% del censo electoral, ciertamente ello demuestra que hay una falta de efectividad del sistema electoral, esto es, que no está asegurando que participe la gran mayoría. Luego, no puede hablarse de una crisis del sistema electoral del voto libre, sino una crisis de la participación mediante este sistema.   Siendo así las cosas, habrá que preguntarse si la crisis de participación obedece a que hay libertad para hacerlo o no? Y la respuesta a este interrogante, parece ser negativa. Porque lo que se infiere ser causa de la abstención, es una falta de creencia en la clase y la actividad política, la cual, a juicio de gran parte de la opinión, obedece a que se desconoce, porque no se informa debidamente, en que se beneficia la sociedad de las labores políticas; o, en su caso, ello tiene su razón en que se ha consolidado la opinión de que la actividad política incumple lo que promete, genera roscas familiares, no defiende los intereses sociales de la vida diaria, no atiende ni presta servicios a los electores, se distancian de los problemas de la comunidad y de sus intereses, y, en la mayoría de los casos, por conveniencia política, son indiferentes, tolerantes, ocultan o participan con los actos de ineficiencia o de corrupciones públicas y privadas.   De allí que si eso es así, la reforma para establecer el voto obligatorio, en vez de ser la solución para iluminar, o reducir la poca participación política, porque no elimina las causas que la producen, se torna más bien en una coacción jurídica y moral para quienes eventualmente participan o no. Ya que a quienes lo hagan, se les restringe su libertad a no hacerlo, y, en el evento de hacerlo, a los votantes se les obliga a participar en una elección en donde, a su juicio, eventualmente ninguno de los candidatos podría ser digno de elección, ni tampoco el voto en blanco sería la solución.   Y lo más grave, es que quienes no participen en las elecciones, no solo podrían verse sancionados que si bien suelen ser multas, generalmente tiende a ampliarse con pérdidas de derechos a desempeñar cargos públicos, a acceder a servicios públicos domiciliarios o no, todo lo cual contraria la finalidad del Estado contemporáneo.   De allí que lo más aconsejable es adoptar una estrategia integral de recuperación de la credibilidad política, a fin de recuperar la credibilidad participativa electoral.  

Buscar la paz es una decisión política

Por: Horacio Serpa Es difícil entender por qué la búsqueda de la paz tiene tantos enemigos, algunos tan poderosos. ¿Cincuenta años de confrontación armada, de muertos, de secuestros, de destrucción y desplazamientos, de ruina, no son suficientes? ¿No conocen los orígenes del actual conflicto violento? ¿No han repasado la historia de desgracias, de insensateces y perversidades que antecedieron al nacimiento de las farc, el eln y otras diez guerrillas? El momento actual no se puede juzgar en frío sin tener en cuenta el narcotráfico con sus enormes daños y el paramilitarismo con sus desgracias. Tampoco se puede olvidar que al lado de los crímenes de la subversión se cometieron delitos por parte de agentes del Estado. Y que diferentes expresiones violentas fueron alentadas y financiadas por personas y sectores que en apariencia se dedican a labores productivas dentro de la normalidad institucional. Incluso grupos recalcitrantes de la política auparon la violencia y la destrucción. También hay que examinar la apatía de la gente, su indiferencia ante la desgracia, la indolencia de autoridades y ciudadanía, la pasiva complicidad de los que ante el desplazamiento de millones, el hambre y la desnudez de muchos, la inoperancia de las políticas sociales que han condenado a la ignorancia y a las enfermedades a enormes masas populares, se dedicaron a amasar fortunas a costa del desamparo general. La desigualdad creció a la par con la acumulación de la riqueza de pocos privilegiados. El desempleo aumentó con la inequitativa distribución del ingreso. Y la delincuencia común que nos azota está asociada, quiérase que no, al marginamiento, la pobreza y la falta de oportunidades.   ¿Esto no hay que mirarlo? ¿Solo que Timochenko fue a La Habana? ¿Solo que entre los acuerdos logrados con las farc para hacer la paz se convinieron unas inversiones para atender las desgracias de los campesinos? ¿No es lícito pactar beneficios judiciales para los subversivos a cambio de que abandonen la lucha armada, cuando hace solo seis años se acordaron sanciones máximas de 8 años de prisión a los responsables de por lo menos cien mil asesinatos? ¿Eso ya se olvidó? ¡La decisión de buscar la paz es esencialmente política! En los acuerdos con las farc, como otros aquí y en el mundo, no se desconocerá lo institucional ni lo poco que hemos logrado en legitimidad jurídica a lo largo de tantos años de depredaciones. De por medio está la Justicia Transicional, de jurisdicción universal, y el Marco Jurídico para la Paz aprobado por el Congreso Nacional y avalado por dos sentencias de la Corte Constitucional. Lo que el país necesita es moderación, equilibrio, en los comportamientos de importantes funcionarios y en las actitudes de los que han ocupado las más sobresalientes dignidades. Los poderosos enemigos de la paz hablan y paga el pueblo que sufre la violencia. No puede seguir siendo así. No es justo. Hay que lograr la paz. ¡Adelante Presidente Santos

Mi mente me pertenece (II parte)

  Por: Marta Sáenz Correa Continuaremos con la presentación de los aspectos más relevantes del libro: Las claves del pensamiento positivo, en el cual sus autores Napoleón Hill y Michael J. Ritt. Jr. nos enseñan como lograr que nuestros deseos y anhelos se hagan realidad, y a sacarle el mejor provecho a lo que tenemos. En la primera parte abordamos los pasos para lograr la actitud mental positiva (AMP), tales como hacerse cargo de tu propia mente con convicción, mantener ocupada tu mente en las cosas que deseas y lejos de las que no deseas, vivir la regla de oro, y eliminar todos los pensamientos negativos por medio de la autoinspección. El paso siguiente: Se feliz y haz felices a otros. Para ser feliz, actúa feliz. Así como eres ágil para pensar tu camino hacia una nueva forma de proceder, también tienes la habilidad de proceder en tu camino hacia una nueva forma de pensar. Se entusiasta, compórtate entusiasmo. Sonríete a ti mismo y al mundo. La felicidad es tremendamente contagiosa y atractiva. Si haces el esfuerzo de ser feliz, la gente que te rodea será feliz. Crea el hábito de la tolerancia, mantén una mente abierta hacia las personas. Trata de que la gente te agrade y acéptalos como son en lugar de exigir o desear que ellos sean como quieres que sean. Busca el bien en otros y aprende a disfrutar de la gente. La cortesia, por ejemplo, es el más barato de los placeres, no cuesta nada y trasmite mucho, complace al que la da y al que la recibe, y como la misericordia, es una doble bendición. Finalmente, asegúrate de no permitir que ideas intolerantes que has absorbido de otras personas limiten tus propias ideas de lo que puedes lograr. Hazte sugerencias que te ayuden a condicionar tu mente para que exprese una actitud mental positiva en todo momento. Por ejemplo, hacer afirmaciones como me siento bien de salud!, me siento muy feliz!, me siento excelente!  nos permiten traducir en realidad física los pensamientos y actitudes que tenemos en la mente. Cuando nuestra actitud hacia nosotros mismos es grande y hacia otros generosa, atraemos grandes porciones de éxito hacia nosotros mismos. Trázate metas, pues depende de ti el decidir qué quieres de la vida. Cuando te decides, tienes el poder para tomar el control de la mente y usarlo para alcanzar las metas propuestas. Con una buena actitud se pueden lograr cosas inimaginables mientras lo que te propones no viole la ley de Dios o los derechos de otros. Experimenta lo emocionante de saber que puedes lograr cualquier meta u objetivo que te propongas cumplir. Una actitud mental positiva combinada con propósitos concretos, la selección de una meta específica, es el punto de inicio para el éxito. Estudia, piensa y planea a diario. Te debes a ti mismo el desarrollar y conservar una actitud mental positiva a fin de recibir de la vida todo lo que deseas.  La clave para hacer que el tiempo que tomes para estudiar y planear valga la pena, está en retarte a ti mismo, en explorar nuevos mundos y filosofías, que arrojen una luz sobre tu situación u obstáculo a resolver. No olvides el poder de la actitud mental positiva es enorme y te lleva a donde quieras ir. A donde vayas las cosas no dependen completamente de ti, pero puedes trazar una meta y lograrla cambiando solo una cosa en tu vida: la actitud hacia todos y todo lo que encuentres en el camino de la vida.

Rectificaciones indispensables

Edmundo López Gómez   Los ocho debates a que deben someterse las reformas a la Constitución, en dos períodos ordinarios y consecutivos del Congreso Nacional, tienen su razón de ser en la   conveniencia de que los textos sean suficientemente analizados y ponderados por el legislador, antes de convertirse en normas superiores de nuestro ordenamiento jurídico. Valga esta introducción,   para considerar que los desaciertos cometidos a última hora en el Senado, en la primera ronda del proyecto de origen gubernamental – llamado “ Equilibrio de Poderes”- ,no pueden darse por consumados, pues en los debates próximos que se cumplirán en la Cámara de Representantes, sus miembros tienen la competencia para deshacer lo mal hecho y replantear, si así lo quisieren , los cambios que figuraban inicialmente en el proyecto del gobierno o los que los senadores habían propuesto, así no hubieran tenido aceptación mayoritaria, o los que los representantes quieren introducir como textos nuevos o   modificatorios de los aprobados por el Senado. En la tónica de “ no tragar entero “- como decía el inolvidable dirigente liberal doctor Alfonso Palacio Rudas- , está la Cámara de Representantes, según las declaraciones que diera para El Nuevo Siglo, su Presidente, doctor Fabio Amín , en relación con el restablecimiento de la circunscripción regional para elegir senadores, propuesta hecha por el gobierno y negada por el Senado, y con la creación del Tribunal de Aforados, que tal como quedó concebido, finalmente , ha sido objeto de severas críticas que han tenido eco en la Cámara de Representantes , amén de otras iniciativas que no prosperaron, como la del voto obligatorio y la cual merece ser reconsiderada, en cuanto fue propuesta   como un instrumento apropiado no solamente para combatir la abstención sino la corrupción electoral. Vaya si nos causó   desconcierto que, teniendo de por medio problemas y quejas fundadas de los departamentos de frontera, entre éstos, el de San Andrés y Providencia, por ejemplo, se hubiera negado la posibilidad de que dicho departamento y otros entes territoriales , tuvieran un Senador que los representara , porque se prefirió mantener la circunscripción nacional electoral para integrar el Senado , pero dentro de la cual, aquellos departamentos de escasa población, están prácticamente excluidos de la posibilidad de alcanzar el umbral que les garantice la representación en dicha Corporación . ¿Si el Senado es “de la República “, por qué se excluye a parte de ella para integrarlo?   Semejante despropósito, consagrado por los constituyentes del 91, no puede subsistir. Volver al criterio de los fundadores, cuando consagraron como derecho propio de nuestros entes territoriales – en aras de la unidad nacional- , tener esa representación en el Senado, se convierte en un imperativo político insoslayable;   si es que no queremos fomentar con tal clase de discriminaciones, movimientos separatistas u otros de esa jaez. Bien hace, entonces, la Cámara de Representantes, en revisar a profundidad lo aprobado por el Senado.