Juguemos en el bosque mientras el lobo está; ¿el lobo está?; me estoy levantando respondía el lobo, esta ronda infantil que es jugada por los niños en los recreos de los colegios, parece un fiel reflejo de la posición en que se encuentra Rodrigo Londoño Echeverri alias Timochenko máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), este médico con especialización en cardiología, pertenece a la guerrilla desde 1982, y fue nombrado sucesor de Alfonso Cano en 2011, convirtiéndose en el hombre más buscado de Colombia.
El máximo jefe de las FARC presenta 117 órdenes de captura por las autoridades colombianas, si sumamos sus procesos judiciales pagaría 178 años de cárcel, así mismo el gobierno de los Estados Unidos ofrece una recompensa 5 millones de dólares y presenta una circular roja de Interpol.
Hace unos días el ministro de defensa Juan Camilo Pinzón en declaraciones a Caracol Radio, dio a conocer que según informes de inteligencia Timochenko habría realizado varios viajes a La Habana.
Es cierto que el proceso de paz está en plena negociación, pero según lo que se ha dado a conocer a la opinión en pública no existe ninguna tregua, y el ejército y el estamento oficial tiene el deber de perseguir y capturar a los cabecillas de los grupos que estén al margen de la ley.
El Presidente de la República salió al paso a las declaraciones de su ministro de defensa y confirmó el viaje del jefe guerrillero a Cuba, además admitió que conto con su autorización, con el fin que las negociaciones se acelerarán con la presencia de Timochenko en la Isla, el darle la posibilidad a las FARC que consulten las negociaciones con su jefe, es algo lógico, el problema es cuando el Presidente lo hace ocultándole información al pueblo que lo eligió.
Santos como presidente tiene la responsabilidad de denunciar un criminal como Timochenko, si sabe donde está o para donde va, es su deber hacérselo saber al ejército, a la policía y a los entes judiciales para que procedan a la captura, aunque su cargo le da la potestad de parar procesos y hacer acciones de este tipo, el Presidente debería hacerlo público para evitar dudas ante los ciudadanos.
Autorizar por debajo de la mesa que el jefe guerrillero se reúna en la Habana, pone en duda la confianza de los ciudadanos ante un proceso, si el gobierno sale públicamente y dice que autoriza y le da un salvoconducto a Timochenko de unos días para que se reúna con los negociadores con el fin de adelantar el proceso, no estaríamos en esta polémica.
El tema es que parece que tenemos un proceso de paz sin garantías, sin transparencia, unas FARC que siguen con las acciones armadas ante la población civil y la policía, siguen utilizando actos barbáricos, donde parece que ya el gobierno no rechaza, ni se pronuncia ante los hechos, por el miedo a que romper el proceso.
Cada vez que se investiga sobre el proceso, se encuentran más incoherencias el líder de la ONG Paz y Reconciliación aseguró que las FARC y el ELN tuvieron una cumbre en Cuba, para que las FARC le mostrarán el camino para que esta guerrilla inicie un proceso de paz con el gobierno, también bajo cuerda se dio este encuentro.
Ahora estas reuniones, son temas de carpintería, donde no hay razón de ocultárselas a la opinión pública, a que acuerdos habrán llegado en temas como tierras, narcotráfico, victimas y que no conocemos, en este punto el gobierno Santos está dispuesto a cualquier concesión con el fin de quedar en la historia y alcanzar la anhelada paz.
A propósito de la paz, el comité noruego decidió adjudicarle el premio nobel de PAZ a la Paquistaní Malala Yousafzai, esta niña de tan solo 17 años fue reconocida por su lucha en defensa de la educación y la niñez, Malala se ha convertido en el símbolo de la violencia contra la mujer por parte de los Talibanes. Este honor lo compartió con el Indio Kailash Satyarthi que ha combatido la explotación infantil.
Volviendo al país, esta vez no fue Juan Manuel Santos el premio nobel, le quedan 4 años para lograr este reconocimiento, esperemos que no lleve a Colombia al abismo en su Afán de lograr la paz, porque parece que TODO VALE con tal de ganar el NOBEL.