Defendiendo el subsidio familiar y las Cajas

Horacio Serpa El subsidio familiar es una prestación social que aportan los empresarios a sus trabajadores por medio de las Cajas de Compensación, para que estas Entidades les retornen esos recursos en dinero, en especie o en servicios. Las Cajas de Compensación Familiar, creadas en 1957, son instituciones de derecho privado. Como aporte para su funcionamiento reciben el 4% del valor de la nómina de cada empresa aportante, cuya afiliación es obligatoria, y son dirigidas por una Junta integrada por empresarios y trabajadores, en igual proporción. El sistema tiene 464.000 empresas afiliadas y 7.9 millones de trabajadores están vinculados. Sus esposas, compañeras permanentes e hijos son 9.9 millones de personas, también vinculadas. Por decisión de las autoridades las Cajas deben atender 6 millones de personas adicionales. 23.8 millones de colombianos, la mitad de la población del país, reciben los beneficios del subsidio familiar.   Estos están representados en dinero, educación, salud, vivienda, formación para el trabajo, crédito, recreación, turismo, y diferentes formas más que facilitan la vida a los trabajadores y sus familias, los cuales gozan dichos beneficios, todos de primera calidad, con satisfacción. Tenemos la mala costumbre de destruir lo que se está haciendo bien. A las Cajas se les han impuesto reglas que limitan el accionar de sus directivos y controles que obstruyen su funcionamiento y desarrollo. Se les vigila y audita como a las Entidades públicas, cuando los aportes que maneja vienen del sector privado y más del 50% de los recursos que ejecutan son el producto de sus propias actividades. Es inconveniente que el Estado les imponga costosas tareas y altas erogaciones que no corresponden a la filosofía del subsidio familiar. Y la obligación de atender a millones de personas que no pertenecen al sistema. Los objetivos son sociales, es cierto, con gente que requiere ayuda inmediata por su condición de desamparo. Pero son obligaciones directas del Estado, que se descarga por las orejas imponiéndoles tareas y gastos a las Cajas de Compensación, alejándolas de sus objetivos misionales. “Zapatero a sus zapatos”. Incluso algunos sectores empresariales hablan de la necesidad de acabar con la carga parafiscal de sus aportes, porque les limita la competitividad. Está demostrado que no es cierto. Además, tales aportes no son una carga parafiscal sino parte del salario que deben pagar a sus trabajadores. No es posible acabar o limitar a las Cajas de Compensación Familiar. Sería un atraco al sistema que mejor brinda beneficio a los trabajadores que ganan hasta 4 salarios mínimos, los más débiles y necesitados. Estos temas se trataron en el reciente Congreso de Asocajas, en donde estuvieron empresarios, trabajadores, gobierno y congresistas. Los voceros de los Partidos Políticos y los Congresistas manifestamos disposición para proteger el sistema. Mantengo la palabra de mi compromiso y sé que lo harán los demás colegas y compañeros. Es hora de trabajar por el subsidio familiar

  La  silla invisible….

Por: Edmundo López Gómez   Seguir negociando la paz sin ponerle reglas a  la guerra, es una  insensatez.  Y creer, de contera, que quedamos bien con solo  condenar los actos de barbarie,  como lo hace un día sí y otro también,  nuestro ministro de Defensa, produce indignación. Por lo menos, en quienes no somos caídos del zarzo. La verdad es que se vuelve sospechoso que ni los negociadores  del gobierno ni los de la  Farc, hayan propuesto parar la guerra sucia mientras se pacta la paz.  De hacerlo, sería la prueba inequívoca de que las partes enfrentadas  están interesadas en ponerle punto final a nuestro conflicto. Pero  como han transcurrido  dos años sin que haya  una sola semana en que no se hubieran  cometido actos de guerra prohibidos por el derecho internacional humanitario, suena a hipocresía que  se nos diga que en Colombia se ha creado un ambiente propicio para la paz  , o que estamos preparados para aprobar los acuerdos de La Habana en el referendo que se anuncia y  cuya conveniencia  se ha querido adornar, incluso,   con los buenos versos   del  senador Roy  Barreras … Si el  cese al fuego – bilateral  o unilateral – ha sido rechazado en La Habana, ¿ cuál la razón para que no se haya abierto paso , en cambio,   un pacto mínimo de respeto a las reglas del Derecho Internacional Humanitario?.  ¿Sería,  acuerdo  inaceptable,   el de no reclutar  niños para la guerra, no sembrar   más minas antipersonales, no secuestrar ni   atacar   a la población ajena al conflicto, no cometer crímenes fuera de combate, no secuestrar,  no  atentar contra el medio ambiente,  o  que no haya falsos positivos ni desapariciones forzadas, mientras en La Habana se pacta  el diseño de un nuevo país? Desconocemos las razones por las cuales se ha prescindido de  celebrar ese pacto humanitario. Alguna vez,  el presidente Santos habló de él en una de sus visitas a  España, pero el presidente de la delegación colombiana, señor de la Calle, expresó, después,   que “  lo importante era  acabar  la  guerra y no humanizarla” . (Frase para enmarcar en los  hospitales o en los  centros de rehabilitación donde han llegado las víctimas de la guerra sucia,  durante  estos dos años de   negociaciones de La Habana …) . Para nada sirven, entonces, las palabras enérgicas  del ministro de Defensa cuando  rechaza los hechos de barbarie  que se cometen durante la guerra sucia que se libra en Colombia.  Si   en La Habana no se replantean las condiciones para pactar la paz – comenzando por humanizar la guerra – resulta una entelequia hablar del posconflicto. En efecto,   si el gobierno no abandera ese noble propósito,  es difícil pensar en que termine nuestra guerra  prontamente. Porque siempre habrá  interesados en financiar la muerte  y no   en financiar la vida. Como los fabricantes y proveedores de armas. ¿Acaso   éstos tendrán una silla invisible en la mesa de negociaciones de La Habana? Ojala  haya repuesta a  esta pregunta.

El Propósito De Tu Vida.

  Marta Sáenz Correa Una amiga me recomendó el libro “Una vida con Propósito” escrito por Dam Millman, cosa que le agradezco. En él se da respuesta a preguntas que nos hacemos frecuentemente sobre la vida, sin importar cuales sean nuestras las visiones o creencias y que están relacionadas con la toma de decisiones, la crianza de los hijos, la espiritualidad, la vida, la muerte, las prioridades, entre otros. El autor aporta perspectivas interesantes acerca del buen vivir, en forma sencilla, directa, clara y al grano, y por ello, les comparto apartes que despertaron mi interés. La búsqueda del propósito de vivir ha intrigado a la gente por miles de años, eso ocurre porque solemos enfocarnos en nosotros mismos. Si deseas saber porque estas en este planeta o existes, debes iniciar la búsqueda con Dios; naciste por su voluntad y para su propósito. Dios es el punto de partida, el creador, y solo en el encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, y nuestro significado. Afirma Millman: el propósito de tu vida excede en mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad o incluso a tu felicidad. Es mucho más grande que tu familia, tu carrera o aun tus sueños y anhelos más vehementes. El autor presenta tres clases de personas en el mundo: las que hacen que las cosas sucedan, las que observan lo que sucede, y las que se preguntan. ¿Qué fue lo que sucedió?  Somos muchos los que vivimos la vida por accidente, tropezando con alguna nueva relación, deambulando por alguna carrera, buscando sentido, esperando y rogando tener suerte en el amor, en la fortuna, y mantenernos sanos. Una vida con propósito comprende tanto la razón como la fe. La razón nos provee de metas claras, mientras que la fe nos ensena a confiar en el proceso de nuestra vida. Recuerden a los sabios taoístas, quienes consideran que la flexibilidad aventaja la rigidez, y así como la corriente de agua rodea los obstáculos, nuestros propósitos deben adaptarse a las mareas cambiantes de la vida. Cuando vivimos con propósitos y actuamos de acuerdo con principios somos como el bambú, fuerte pero dúctil, que cede ante las fuerzas que encuentra pero luego regresa como un látigo a su posición. Cuando vivimos una vida con propósito e incrementamos nuestra calidad de vida nos convertimos en fuente de luz para otras personas. Al convertirnos en mejores personas, mejor servicio préstamos al mundo. Hay consenso general acerca de que la tierra es una escuela y la vida diaria, el aula donde aprendemos muchas lecciones. En la escuela de la vida, la tarea para el hogar nos revela poco a poco nuestro único propósito. Descubrimos propósitos menores, como preparar el desayuno, lavar la ropa, ir al trabajo. Pero también hallamos propósitos de mayor alcance y extensión como mejorar nuestro estado físico, nuestra relación con la familia, con los amigos y el mundo .En el proceso de aprender las lecciones de la vida y perseguir nuestros propósitos, grandes y pequeños, adquirimos sabiduría. Para finalizar, Dan Millman, nos invita a que seamos amables con nosotros mismos y confiemos en el proceso de nuestra vida, porque somos guerreros pacíficos en formación. La perfección no es un requisito previo para la vida en la tierra, mientras vivimos cometemos errores y aprendemos de ellos. No nacimos para ser ideales sino para ser reales; no para ser otros sino para ser nosotros. Todos hemos hecho desastres pero el resultado en el tiempo no es tan importante. Reconocer los fracasos puede ser el mayor triunfo. Pregúntese todos los días: ¿Cómo puede usted confiar en su vida, sus relaciones y sus desafíos de manera más profunda?

Calidad con inclusión en Educación Superior

Por: Nicolás Enrique Zuleta Hincapié La educación es un derecho y servicio público esencial para el avance de los ideales civilizatorios. La plena satisfacción de este derecho y servicio público hace de la educación el más importante instrumento de desarrollo, movilidad e inclusión social. La cobertura debe estar ligada a la calidad como el elemento que la caracteriza y a la pertinencia como factor dinamizador de las regiones y del país, lo anterior soportado en la libertad de cátedra. Esta es nuestra impronta, nuestra misión histórica y el ideario que inspiró la fundación de la Universidad Libre. Hoy, la sociedad del conocimiento, la globalización y las transformaciones tecnológicas y culturales han impulsado cambios sustanciales en la educación superior. La oferta educativa debe garantizar cobertura a los sectores históricamente excluidos de la educación superior. La Universidad Libre sin apartarse del ideario fundacional ha fortalecido su oferta de calidad y propende por la formación de profesionales en las diferentes áreas de conocimiento en las que el desarrollo de las dimensiones científicas, técnicas y humanística ofrecen a nuestros profesionales las competencias para adaptarse a cualquier ambiente, para que sean capaces de enfrentar y resolver problemas, confrontar los retos del entorno y hacer presencia en la vida política, empresarial, cultural y académica del país, siendo personas pluralistas, tolerantes, éticas, críticas y con un auténtico sentido de la democracia. El compromiso con la calidad implica un ejercicio sostenido de la cultura de la autoevaluación y de la autorregulación y acciones direccionadas al mejoramiento continuo. En los últimos años la comunidad de la Universidad Libre ha sido testigo de la cualificación de nuestra planta docente por ello cerca del 930 tiene titulación de maestría y doctorado, y seguimos empeñados en fomentar la cualificación docente. En ese mismo sentido, 33% de los profesores con dedicación de jornada completa y media jornada, el 17% con dedicación de tiempo completo y medio tiempo, fortalecen la investigación, el acompañamiento tutorial a los estudiantes, la producción intelectual y la extensión social. Seguimos creciendo en investigación socialmente útil, mediante la labor de nuestros centros de investigaciones. La internacionalización de nuestros docentes ha permitido la cooperación interinstitucional, es amplio el diálogo y las alianzas estratégicas de interlocución con la comunidad académica nacional e internacional. Testimonio de lo anterior, lo constituye la amplia movilidad de nuestra comunidad académica que nos permite contar con 406 profesores nuestros realizando diálogo académico y científico con comunidades académicas del exterior y alrededor de 130 profesores extranjeros compartiendo en las aulas de las seccionales. Los estímulos de cualificación a la formación docente de la Universidad Libre, en los últimos años un porcentaje importante de becas en total 73, de las cuales 42% se asignó para formación en programas de doctorado y 54% para maestrías. El producto de la labor investigativa de nuestros docentes se reflejó en el compromiso de socialización de 442 publicaciones, y de 12 revista indexadas. La población estudiantil en pregrado y posgrado ha sido beneficiaria con 560 becas internas fruto de rendimiento y excelencia académica para continuar su proceso de formación. El mejoramiento de la planta física, la modernización de los laboratorios y actualización de las bibliotecas entre otras importantes ejecuciones confirman el compromiso de la Universidad Libre con excelencia. Sigo convencido que vamos por el camino correcto, el mejoramiento debe ser continuo y sostenido, lo que implica una cultura en la que nos expresamos con espíritu crítico tolerante y respetuoso, anteponiendo siempre los máximos intereses institucionales y sociales, para hacer de nuestra alma mater El mejor camino al futuro.