En abril de este año Brittany Maynar una joven de 29 años fue diagnosticada con cáncer cerebral, así mismo los médicos le dieron una expectativa de vida de seis meses, Brittany decidió transaladarse con su familia desde California lugar donde vivía a Oregón, donde la eutanasia es legal y puede usar su derecho a morir dignamente.
Esta decisión abrió el debate sobre la muerte asistida o el derecho a morir, Brittany aprovechó su caso para realizar una campaña para ayudar a otros pacientes que se encuentran en lugares donde no es legal esta postura, el caso llevó a grupos éticos o religiosos a estar encontra de la postura de la joven.
Finalmente Brittany murió al lado de su familia el sábado 1 de noviembre, una dosis letal de barbitúricos tomados voluntariamente acabaron con su vida, en su página de Facebook Brittany dejó este mensaje “Hoy es el día que he escogido para morir con dignidad ante mi enfermedad terminal, este terrible cáncer que me ha quitado tanto… pero que me hubiera quitado mucho más«.
El tema de Brittany, es un caso donde se deben tomar varios factores para analizar, la libertad personal de tomar una decisión consciente y sin ser cohesionado por otras personas, la experiencia de vivir esta situación, al fin de al cabo era una persona joven que debido a su enfermedad. Obligar a un ser humano a vivir la agonía de la muerte y las consecuencias de un tumor incurable, parece ser menos ético que oponerse por una creencia religiosa o un cuestionamiento moral.
En Colombia la corte constitucional en 1997 decidió despenalizar el homicidio por piedad, sin embargo no se ha adelantado mucho en el tema a nivel legislativo, a pesar que se han presentado diversos proyectos para reglamentar la eutanasia, la presión por parte de los obispos y diferentes entidades religiosas han hecho que los congresistas no hayan tomado la decisión de legalizar el tema mediante una ley.
Se debe aclarar que la corte despenalizó este hecho, pero se tiene que cumplir tres condiciones: Que sea solicitado de manera expresa y reiterada por un paciente afecta por una enfermedad terminal; que la petición se haga de forma consciente y autónoma; Y que sea ejercida por un médico.
El médico también tiene la libertad si decide ayudar al paciente o se abstiene por sus convicciones, aunque la familia es parte importante para elegir este camino, no debe convertirse en un obstáculo como ocurrió con Leticia Gutiérrez.
Como Brittany en el mundo existen muchas personas que se les presenta este dilema, no hay más signo de libertad que permitirnos razonar y tomar decisiones sobre nuestro futuro, el derecho a decidir morir dignamente es un tema netamente personal, y ninguna institución debería juzgar y oponerse sobre un caso que se vive de manera individual.
