Horacio Serpa
Todos los medios de comunicación tratan el tema de la Reforma Política de Equilibrio de Poderes, pero muchos no entienden. No tienen por qué saberlo, pues no son abogados ni están vinculados a la política ni se han educado en cuestiones de gobierno. Lo que más me preguntan es del Tribunal de Aforados. Van estos comentarios sencillos para tratar de explicarlo.
Estado es el conjunto de Entidades que permiten el funcionamiento de la comunidad. Su capacidad reguladora se llama Poder Público y está dividido en tres áreas: el Gobierno (Rama Ejecutiva), el Congreso (Rama Legislativa) y los Jueces (Rama Judicial). Estas tres Ramas son independientes pero deben trabajar coordinadamente. Para que ninguna de ellas sea superior a las otras se establecen controles, por ejemplo, la Corte Suprema de Justicia juzga a los Congresistas y estos juzgan a los miembros de la Corte, llamados Magistrados.
El juzgamiento de los Magistrados lo hace la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, pero no ha funcionado. La llaman Comisión de “absoluciones”. Hay impunidad, es decir, los delitos ni se investigan ni se sancionan. Por eso se está creando otra integrada por expertos juristas, no de congresistas como ahora, para que investigue las conductas de los altos funcionarios y si las encontrare ilegales le pida a la propia Corte que sancione al infractor.
Si considera que el comportamiento del togado (Magistrado que usa toga) ha sido bochornoso, debe acusarlo ante el Senado para que lo sancione por indignidad, una pena por la cual el funcionario es destituido de su empleo y queda expuesto al reproche ciudadano. Esta tarea la hará la Comisión de Aforados (ya no se llamará Tribunal).
Los altos funcionarios del Estado, Magistrados, Ministros, Congresistas, incluidos el Fiscal, el Procurador y el Contralor, son juzgados por Jueces de alta jerarquía. No es un privilegio sino una garantía. Se considera que un Juez de menor rango podría estar sujeto a presiones sobre sus decisiones o no tener la suficiente formación o buen juicio para aplicar justicia correcta a un funcionario de mucha importancia. Eso se llama tener fuero y quien lo tiene es un aforado. A un Ministro, por ejemplo, no lo puede juzgar un Juez Municipal sino la Corte Suprema de Justicia.
La Comisión de Acusaciones se acabará, pero se considera que el Presidente de la República es un empleado especial porque es elegido popularmente y tiene complejísimas funciones. El Congreso lo seguirá juzgando políticamente, para que examine si sus comportamientos fueron indignos de tan alta investidura. Si además se consideraren violatorios de la ley penal, la Corte Suprema tendrá la obligación de sancionarlo.
Ni explicándolo de esta forma es fácil entenderlo. Se trata de mejorar las cosas para que la Justicia no sea solo para los de ruana. Si el Presidente, Los Ministros, Los Congresistas y los Magistrados delinquen, deben ser sancionados. Los funcionarios públicos tienen responsabilidades adicionales, así sea el Presidente. Si no las cumplen, hay que condenarlos, como debe ser. ¡Ojalá!