Cartagena Vs. la Habana

Por: Javier Porto  Ahora que se están mejorando las relaciones entre las sedes diplomáticas de los EU y Cuba, se cierne una amenaza en el Caribe en los sectores turísticos y de servicios. La Heroica saldrá mal librada por su inadecuada oferta, sus sobrecostos y su baja calidad de servicios, como lo recordó el periodista Juan Gosain en su artículo relacionado con los precios de las comidas y del hospedaje en Cartagena de Indias. Hoy por hoy, Cuba tiene un atractivo, después de 50 años de cerradas sus fronteras al  mundo capitalista. Sus vendedores ambulantes están capacitados y tienen un control de precios súper regulado lo que permite ofertar con mejores precios y tienen atractivos turísticos para los que aman viajar y disfrutar. Ya se programan vuelos chárter desde la Florida y otros estados en la Unión Americana, como en Europa y América Latina, quienes manifiestan que Cuba tiene gran bagaje histórico y cultural que ofrecer.  Con su riqueza musical atrae a los turistas de diferentes zonas del Caribe. Por otra parte, si en la Heroica se aplicara un DOFA estaríamos en la línea débil al contemplar los aspectos relacionados con el turismo, las actividades, los paquetes turísticos, los servicios, el recurso humano y la formación. Porque habría que ver los avances que han tenido otras ciudades importantes en el mundo en materia de turismo, especialmente en “bienestar turístico y cultural de calidad y en forma permanente”. Por ello, es necesario incentivar la investigación aplicada con miras a la generación de nuevo conocimiento que permita implementar nuevas y mejores acciones destinadas a dar solución a  problemáticas reales, comenzando por el recurso humano. Porque nuestros administradores públicos y privados del sector turístico no estarían tratando de combatir con pañitos tibios, ya que deberían analizar con buena óptica las necesidades sentidas que tiene la ciudad en estos aspectos mencionados para empezar a implementar estrategias que permitan fortalecer el recurso humano, la infraestructura y los servicios. Todo ello, con el fin de ofertar calidad y no esperar a que las cosas empeoren generando menos desarrollo para la ciudad y sus habitantes que tanto lo necesitan.

Barreras de acceso a la justicia II: Abandono ético e intitucional

Por: Charles David Chavez Brugés No es superficial por supuesto, para afirmar lo menos, que ese caos inmarcesible, de falta de justicia debe atribuirse a la clase política y a los dirigentes de nuestro país los que tienen sometido a la pobreza, a la ignorancia, a la mayoría de nuestro pueblo colombiano, o considerar que los amorales que son la mayoría de los que detentan el poder, trastocan la confianza general que se les brinda en el poder público. Los partidos de estructura marxista, rígidos e invariables, hoy disfrazados, mentecatos, bandidos, otorgan a las formaciones económicas y a las relaciones de producción de los países de economía de mercado la progenitura del caos, del desorden, de la falta de ética y de moral; otros, más modernos , consideran que el fracaso puede originarse a la presencia de la tecnología científica y de la civilización en que ella se asienta, vanidad de estos dos sectores, mi compañera y yo creemos, delineando un diagnóstico de nuestro malestar moral, falta de ética y de virtudes, y aceptando parcialmente algunos conceptos de sociólogos americanos, que la situación de caos obedece al abandono de los valores y principios propios de nuestra colombianidad y a su inadecuado reemplazo por arquetipos que la sociedad occidental impone en los momentos actuales, en donde someten a nuestros hijos a caminar por el camino torcido, o como dice un gran historiador nuestro, “los conceptos de dignidad y honestidad personal; la varonía y hombría de bien; de respeto por la institución familiar, de aprecio por nuestra nacionalidad, de veneración por la patria y la historia han caído en desuso, han desaparecido”. El trabajo limpio, puro, ese que surge del sudor de la frente como lo expresan nuestras escrituras superiores, de fundamental valor entre nuestros mayores, ha periclitado ante la importancia patrimonial de las maniobras especulativas. Y la turbulenta sociedad urbana en que vivimos ha sido incapaz de encontrar nuevas y mejores pautas de acción. Por eso estamos confundidos, obnubilados por el magnetismo del éxito económico rápido y estridente. Finalmente agregamos, para que el acceso a la justicia en nuestro Estado Social de Derecho, sea eficaz y oportuno, se hace indispensable acabar de una u otra forma con la corrupción, y reducir esos factores atrás aludidos, para entonces sí acceder a ella; de ahí que sea de fundamental importancia que en las reformas a la justicia se introduzcan mecanismos para reducir al mínimo posible los obstáculos existentes que impiden el acceso a ella, proporcionándole los medios económicos suficientes que permita crear toda una infraestructura que cubra la totalidad de la población colombiana, en donde no se queda un solo patio de nuestra población sin ese esencial servicio público, por una parte, y por la otra, enseñar, educar, formar, hombres pulcros, cristalinos, honestos, humanistas, equitativos y justos en la administración y aplicación de las leyes, en igualdad de condiciones para todos los ciudadanos de nuestra patria.

Feminicidio III: El caso de Berenice Martínez Hernández

Por: Luis Alfonso Fajardo El pasado 29 de agosto de 2012, en la vereda Loma de Don Santos del municipio de Santa Bárbara Antioquia (Colombia), fue asesinada María Berenice Martínez Hernández. Según el Fiscal del caso, el asesinato fue presuntamente desatado por los incesantes señalamientos que realizaron habitantes de su comunidad en contra de la misma, se le acusaba de bruja y de realizar alguna clase de maleficio que ocasionaba el malestar y enfermedad de jóvenes y mujeres que habitaban la Vereda. Los hechos ocurrieron la noche del 29 de agosto cuando al parecer dos hombres ingresaron a la humilde vivienda de Berenice, propinándole una golpiza y golpe contundente con un hacha en su cabeza, adicionalmente y como si lo anterior fuera poco, le arrancaron el cabello y le rociaron gasolina para finalmente quemarla en la cocina de su humilde vivienda, lugar que únicamente habitaba Berenice y sus seis (6) perros. Aparentemente ninguno de los vecinos escucho ruidos sospechosos esa noche en la casa de Berenice. 6.1. Contexto La población indica que lo sucedido se presentó porque Berenice era una bruja y había hechizado a algunas jóvenes de la comunidad, a través de alguna clase de maleficio que les generaba malestar, enfermedad y alucinaciones mediante las cuales veían a Berenice indicándoles que se quitaran la vida. De otra parte, cualquier clase de enfermedad o acontecimiento que se presentara dentro de la comunidad referente a convulsiones, alucinaciones y enfermedades eran obra de Berenice, conforme a lo manifestado por la población(1) Berenice pertenecía a la Junta de Acción comunal desde 1998, sin embargo, en el año 2001 reclamó acerca de los resultados expuestas por los directivos de la Junta, ya que se acababa de finalizar un proyecto de vivienda financiado con aportes de cada uno de los vecinos y el dinero sobrante fue dividido entre los integrantes de la Junta, No obstante, a Berenice no le fue repartido ningún dinero. En consecuencia, Berenice sostuvo un altercado con el presidente de la Junta a quien le dijo que: “el asunto del reparto del dinero no se quedaría así”, hecho que dejó muy preocupado a los directivos, quienes manifestaron a sus familias el miedo que tenían a Berenice, pues la “bruja” podría hacer algo en contra de ellos. La fama de “bruja” no tardó mucho en propagarse por toda la Vereda y más aún cuando Berenice fue acusada por una de las hijas del presidente de la Junta de no poder comer ya que cuando intentaba hacerlo, vomitaba y manifestó que cuando apagaban las luces veía a Berenice chuzando una muñeca en el abdomen, justo donde a ella le dolía. Posteriormente, Berenice fue víctima de constantes acusaciones por parte de los miembros de la comunidad y cualquier situación que acaeciera dentro de la misma inmediatamente señalaban a Berenice como la causante, por ejemplo, un joven que convulsionaba y retorcía sus ojos debido a una enfermedad psiquiátrica señalaba a Berenice como la culpable de sus ataques. En septiembre de 2011 otra joven, Tatiana Valencia, empezó a sufrir mareos y desmayos, los dedos apuntaron hacia Berenice. Los vecinos, armados de machetes, palos y piedras fueron a obligarla a quitarle hechizo. Cuando los policías llegaron, encontraron que el sacerdote del pueblo intentaba aplacar a la turba. Pero en medio la confusión, algunos dijeron que Berenice estaba buena para quemarla viva y darle un hachazo en la cabeza. Diego Cardona, esposo de Tatiana, estaba extraordinariamente furioso. No obstante, la realidad de Tatiana Valencia fue que su vientre crecía porque estaba embarazada. Su familia, sin embargo, no estaba para médicos y prefirieron llevarla a un rezandero forastero que recomendó darle «siete pelas» a la bruja. Y él mismo fue a la casa de Berenice a golpearla. La policía evito la situación y optó por llevarse a Berenice lejos de la Vereda por un tiempo al municipio de Santa Bárbara. Sin embargo, en diciembre de 2011, Berenice decidió regresar a su comunidad, donde de nuevo iniciaron los rumores y de una forma más fuerte, además las jóvenes de la comunidad indicaban que las alucinaciones habían regresado y cada vez que la veían por la calle le lanzaban piedras y le gritaban “bruja”. Los constantes señalamientos y ataques no cesaron y en marzo de 2012, de nuevo algunos de los acusados atacaron a Berenice, propinándole golpes en la cabeza, Berenice en ese momento no interpuso ningún tipo de demanda y estuvo en su casa durante varios días sin salir a la calle, por miedo a que la lastimaran de nuevo. El brujo al que la familia de Tatiana Valencia acudió, era aparentemente más fuerte que Berenice e indicaba que venía a darle las “7 pelas” a la bruja para acabar con sus hechizos. Por lo anterior, el sobrino de Berenice antes había acudido a otros curanderos que iban a la Vereda a acusar a su tía y cuando lo hizo con uno de ellos, se fueron a los golpes, el curandero sacó un arma y le disparó cuatro veces. Sobrevivió, pero el curandero huyó. Finalmente, la vida de Berenice acabó, cuando en la tarde del 29 de agosto la vieron jugando por última vez con sus perros en el patio. Dos días después, una hermana la encontró muerta quemada, en ropa interior y con la cara rota. Al buscar a la policía vio a Diego Cardona (Esposo de Tatiana Valencia), con un vendaje en una mano. Después de hacer el levantamiento del cadáver, los investigadores encontraron que la puerta de la casa estaba asegurada desde afuera. En el patio había una botella con trazas de gasolina, dos encendedores y dos collares que no eran de Berenice. Los investigadores tienen la hipótesis principal de que esa noche al menos dos hombres entraron a la casa. Al parecer Berenice, al escuchar a sus perros ladrar, salió y fue recibida a golpes. Los regueros de sangre en el piso y la huella de una mano ensangrentada en la pared hablan de violencia. Los collares en el piso, tal vez de los agresores, señalan