Por: Javier Porto-Cartagena
Después de largos 11 años en los que hubo feria con los contratistas, mala planeación, sobrecostos en infraestructura del Proyecto de Transmilenio, durante 10 años las placas de cemento rígido construidas se han ido deteriorando incrementando así los costos por las reparaciones que han debido realizarse. Muy parecido a lo ocurrido con las losas de Transmilenio en la ciudad de Bogotá, que llevó al ex gerente del IDU a encontrarse bajo medidas cautelares.
Lo más insólito es que han pasado 4 alcaldes, varios gerentes del proyecto y hora el alcalde Dionisio Vélez Trujillo, en atención a su compromiso durante su campaña para la alcaldía, desea poner a funcionar en 14 meses el proyecto. Pasados ya 2 años al final de su mandato quiere inaugurar el proyecto con 4 buses, a fin de socializarlo en el recorrido por la avenida Pedro de Heredia, arteria vital del distrito de Cartagena, donde los paraderos están abandonados y no se ha concluido la obra del patio portal. Además, parece ser que no hay suficientes recursos para sacar de circulación al transporte público.
Hace 2 días en plena sesión y audiencia especial del concejo distrital en el palacio de Galeras, el ingeniero Rocha, una de las máximas autoridades en infraestructura, con vasta experiencia teórico practica dijo a los medios locales y nacionales que el alcalde no debe poner a andar el proyecto de Transcaribe a finales de noviembre. Porque en el 2010 realizó un estudio sobre la afectación del lienzo o lecho de la muralla, así como en el fuerte de San Felipe de Barajas, declarado patrimonio universal en 1985.
Está en vilo el título de Patrimonio Histórico de la Humanidad por no cuidar nuestro legado histórico. Manifestó el ingeniero que el estudio debiera reposar en la escuela taller encargada de la preservación y conservación de los monumentos de la ciudad, que cuyo vigilante es el Ministerio de la Cultura. Se sospecha que hubo amenazas al ingeniero, como lo comunicó a los medios nacionales colombianos.
Hoy nos debatimos sobre qué decisión van a tomar los entes gubernamentales y si se tendrá en cuenta la recomendación que arroja el estudio para que las obras no dañen el recinto amurallado, hoy centro de la ciudad, donde se encuentran monumentos, como parques, iglesias, museos y edificaciones coloniales y republicanas, las garitas de vigía y defensa a tanto episodio que se escribió con sangre de nuestros coterráneos de la ciudad de Calamarì.