El 3 de febrero el pasaje de Transmilenio y SITP subió $200, eso quiere decir que el pasaje quedo en $2.000 en los buses rojos, mientras los buses azules quedaron en $1.700, la decisión tomada por la administración Peñalosa es justificada por el mandatario local, debido al déficit en que se encuentra el sistema, más de 750.000 millones al año, y donde la secretaria de hacienda distrital ha tenido que aportar 1.9 billones para su mantenimiento.
Es cierto que durante la administración anterior, el costo del pasaje no subió en la proporción necesaria, en una medida populista que desangro el sistema y afecto las finanzas de la ciudad, en el discurso de no afectar las personas más pobres, pero en realidad una decisión que no era técnica y que el dinero para mantener a Transmilenio salió de los impuestos que se pagan, lo que es ilógico es que la administración actual decida subir en un 11% la tarifa, el aumento debió ser gradual y no de un solo trancazo, Colombia atraviesa por una crisis económica eso es innegable un inflación cercana al 7%, y una aumento del salario mínimo del 6%.
Pero revisemos cómo funciona la lógica de nuestros dirigentes afectar el bolsillo de las personas que no son lo suficiente pobres para recibir subsidios, ni lo suficientemente acomodada para que las decisiones no le afecten, el salario mínimo quedo en $ 767.155 incluyendo el subsidio de transporte mensual, hagamos cuentas con una persona que solo toma 2 transportes al día, serían $400 que si lo multiplicamos por 30, nos da $12.000 pesos que va tener que sacar para movilizarse, en total un ciudadano en promedio gasta $120.000 en transporte, cerca de un 15% del sueldo.
Para el Alcalde y para muchas personas ¿qué son $200 pesos?, en sí que son $400 al día o $12.000 al mes, pero el hueco que hace en la billetera para un trabajador colombiano es durísimo, con eso se compra libra y media de carne, cuadernos para la temporada escolar, o una boleta para ir a cine.
Ahora el decreto ya está impuesto, y el pasaje se debe pagar para cumplir como ciudadanos, es una obligación, pero también se debe exigir,en el sistema de transporte masivo no deben existir mendigos, vendedores ambulantes, la frecuencia de las rutas deben mejorar, las estaciones no deben tener fisuras de infraestructura, y las troncales deben tener el mantenimiento necesario, así como evitar los colados que generan un hueco grande en el funcionamiento, se debe invertir en un plan de cultura ciudadana que inculque el respeto entre usuarios, y se genere sentido de pertenencia con Transmilenio y SITP.
Los subsidios deben ser para las personas más necesitadas de nivel 1 de sisben, así como estudiantes y personas de la tercera edad. Es cierto que el 95% de los ingresos quedan en los operadores privados, y por eso se debe ser muy exigente en el servicio, también es cierto que la administración anterior que tanto despotrica de este modelo decidió renovar los contratos bajo la misma figura, protegiendo los intereses de los transportadores, que siempre han sido una fuerza influyente en los mandatarios que manejan la Capital.