UN LLAMADO A LA AUSTERIDAD
*Marta Sáenz Correa Hemos recibido mucha información de los medios de comunicación y de los funcionarios del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, sobre nuestra economía en el año que apenas inicia. Un panorama nada alentador: el alza del dólar, los bajos precios del petróleo, la disminución de del Producto Interno Bruto, el aumento de la inflación y el ajuste en la tasa de interés. El escenario anterior unido a un entorno internacional adverso como es la disminución de la demanda de la materias primas por parte de China, el lento despegue de Estados Unidos y Japón, y la recesión económica de nuestros vecinos Venezuela y Brasil, se cristaliza en un mensaje claro por parte del Ministro Cárdenas, en el sentido de que el año 2016 será difícil para la economía Colombiana y alerta a las familias sobre recortes en gastos en este año. El escenario anterior me motivo a escribir estas líneas sobre como intentar ser austeros en casa y en familia, y de esta manera contribuir al llamado del señor Ministro; hoy requerimos un consumidor que no quiera gastar por gastar. Partamos del compromiso de cambiar la premisa que aplicamos cuando nacen nuestros hijos, que es colmarlos de todo lo que nosotros no pudimos tener, entonces le suministramos todo lo se les antoja, enseñándoles a vivir sin carecer de nada y a conseguirlo sin esfuerzo. Por ello consiguen ropa de marca, tv personal, celular y moto o carro. Este es el camino mas corto para conformar una sociedad insolidaria y llena de individualismo. En la economía doméstica, la premisa ideal es buscar la máxima calidad al mejor precio, es decir compras mas austeras. El despilfarro de dinero y comida es un mal ejemplo que los padres damos a los hijos cuando no ponemos normas sobre la cantidad, calidad y precio de las cosas que los hijos pueden comprar. Hoy se requiere que agotemos la vida útil de las cosas que usamos antes de pensar en sustituirlas. La meta es educar a nuestros hijos en la austeridad en la comida, compras, endeudamiento, en los gastos ostentosos, en la compra de cosas innecesarias, y en las buena administración del dinero. La tendencia actual indica que tenemos que habituarnos a vocablos como austeridad, parquedad, frugalidad, virtudes ahora percibidas como mas acordes con los tiempos. Tenemos que concientizarnos que comprar cosas que no necesitamos o que son un lujo nos lleva a endeudarnos, y después será mas difícil cubrir esas obligaciones. Trate de anotar y analizar continuamente los gastos mensuales, individuales y familiares y posiblemente llegue a la conclusión de que puede vivir con menos.