¡No hay de otra!
Marta Sáenz Correa Son evidentes los problemas por los que atraviesa el sector energético colombiano: el fenómeno del niño, la salida de operación de la Central Guatapé en Antioquia, y la creciente demanda de energía de los últimos meses. Lo anterior trajo como consecuencia que el gobierno nacional trasladara a los usuarios la responsabilidad de ahorrar energía, y así tomar una decisión respecto de la necesidad de hacer racionamiento. En palabras sencillas la firma XM, operadora del mercado de energía, imperativo hacer racionamiento programado equivalente al 5 por ciento de la demanda mensual. Por ello dedicaremos estas líneas a invitar a nuestros lectores a la campaña del uso racional de energía en casa. Dado el nivel de consumo de los embalses, se requiere el apoyo y el compromiso de todos en esta tarea para evitar a futuro que se inicien los racionamientos y tengamos que asumir el costo económico que esto significa para el país. Los cálculos de los expertos apuntan a que un racionamiento podría reducir el crecimiento de la economía hasta en un punto porcentual del PIB, que se estima en 8 billones, del 3% que se espera crecerá la economía en 2016. No es tarea fácil lograr un cambio en los hábitos de consumo, pero tenemos que intentarlo. Algunas recomendaciones para lograr ahorro de energía en el hogar son apagar los aparatos que producen calor antes de terminar de usarlos como las planchas, pinzas para el cabello, parrillas, ollas de presión, ollas eléctricas, para aprovechar el calor utilizado; evitar tener encendido y conectados innecesariamente televisores, computadoras, equipos de sonido y todos aquellos aparatos que no se estén utilizando, ya que además de desperdiciar energía, los equipos tendrán un envejecimiento mas rápido; y mantener siempre limpios los aparatos eléctricos, principalmente los de la cocina, procurando eliminar los residuos de alimentos en el horno de microondas, tostador, extractor, etc. debido a que conservarlos en buen estado, prolonga su duración, reduce el consumo se energía y contribuye a la seguridad de la familia. Por otra parte, también se requiere enseñar a nuestros hijos desde pequeños como ahorrar energía con medidas que ellos mismos pueden poner en práctica. Lo primero encender las luces cuando realmente haga falta, mientras tanto, debemos aprovechar la luz natural. Lo segundo, apagar las luces una vez salgan de la habitación, con frecuencia no nos damos cuenta y la mayor parte de la casa esta iluminada innecesariamente. Lo tercero, cuando terminen de ver su programa favorito, no apagar el televisor con el control remoto sino con el interruptor y desconectarlo. Muchos equipos continúan gastando energía aunque estén apagados, por lo cual es conveniente desenchufar el televisor.