Por: Luis Alfonso Fajardo Sánchez
El Tribunal Superior de Justicia y Paz de Medellín en sentencia, contra los desmovilizados del bloque de las autodefensas del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, señala que los empresarios y comerciantes quienes promovieron o financiaron el paramilitarismo en el país están obligados a pedir perdón y reparar a las víctimas de las autodefensas.
La Fiscalía informo que se están analizando a 12.000 empresarios quienes presuntamente habrían apoyado el proyecto paramilitar, del cual se habrían lucrado económicamente. Esta sentencia relacionada con los crímenes cometidos por los paramilitares en el departamento de Córdoba incluye como parte del expediente, el testimonio del ex-comandante paramilitar Salvatore Mancuso quien confeso que cuando nació el bloque Norte de las Autodefensas se reunió con ganaderos en un club en el centro de Medellín y allí ellos se comprometieron a financiar a las autodefensas, sabiendo su carácter ilegal, afirma Mancuso. La sentencia ordena acelerar las investigaciones contra más de 20 empresarios por “la financiación, colaboración, complicidad y/o apoyo al bloque Córdoba”.
Igualmente la condena en 2014 proferida por el Tribunal de Medellín contra 16 empresarios, quienes, según la sentencia, se aliaron con las AUC para despojar a las comunidades negras del Chocó y sembrar sus tierras con palma aceitera.
La Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín le ordenó a la Fiscalía General de la Nación abrir investigación contra quienes fungían como directivos de la comercializadora de banano Banadex S.A para el año 2001, con el fin de determinar si tuvieron algún nivel de responsabilidad en la operación ilegal que permitió el ingreso al país de un cargamento de fusiles destinados para Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) La decisión hace referencia al hecho conocido como ‘Operación Otterloo’, narrado por los exjefes paramilitares Salvatore Mancuso y Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’ ante fiscales de la Unidad de Justicia y Paz. En sus versiones, ambos versionados coincidieron en explicar cómo el 5 de noviembre de 2001 llegó a las costas del Golfo de Urabá, procedente de Nicaragua el barco Otterloo, de bandera panameña, cargado con 3.400 fusiles Ak-47 y cinco millones de unidades de munición camuflados en contenedores con pelotas de caucho.
CONTINUARÁ: ……….II.- EMPRESAS, EMPRESARIOS Y JUSTICIA TRANSICIONAL.