Por: Germán Archila
@Germancho101
Las imágenes de cubanos llegando en balsas a las costas Norteamericanas en los años 90, eran frecuentes, y todavía lo son, cada día los balseros se lanzan al peligroso mar huyendo de su país, y buscando el sueño americano. Hay casos emblemáticos de este problema que lleva años de los isleños escapando de varias formas para liberarse del régimen de Castro.
Elian tal vez es el caso más reconocido en 1999, cuando el niño fue sacado ilegalmente de Cuba en un bote, y al llegar a las costas de la Florida empezó el litigio entre los dos países por el símbolo del modelo de gobierno de la Habana, que termino con la repatriación del niño. A propósito de los Juegos Olímpicos son innumerables los casos de atletas que en las diferentes competencias alrededor del mundo las aprovechan para escapar, desertar o pedir asilo en los países donde se disputan.
Siempre ha surgido la duda de porque los habitantes de la isla toman la decisión de arriesgar sus vidas en el mar o hacer travesías de meses por selvas, ríos y ciudades de diferentes países para lograr llegar a Estados Unidos.
Hace un tiempo tuve la posibilidad de conocer a 2 cubanos que venían de paso por Colombia para llegar al país de las barras y las estrellas, venían de Ecuador donde estaban trabajando con permiso del gobierno Cubano, la cercanía de los regímenes políticos del hermano país, al igual que de Venezuela y Bolivia han permitido a muchos médicos y de diferentes profesiones entren a estos países.
Ellos entraron al país por el Putumayo y luego de pasar por muchas dificultades donde tuvieron que darle plata a varios policías llegaron a la capital con la intención de seguir su camino hasta Panamá, cuando les pregunte porque su decisión de hacer esta travesía por el continente, la situación de la libertad restringida fue su principalmente argumento para justificar esta aventura.
En camino al terminal para que siguieran su odisea, al ver los niños trabajando y pidiendo en los semáforos, la respuesta fue esto no se ve en Cuba, pero el bajo sueldo con el que vivía el Cubano en la isla, y la anécdota que más me toco, es la posibilidad de ser encarcelado si la policía encontraba Carne en su refrigerador, al igual que si los campesinos tenían una vaca y esta moría debía ser quemada y no podía ser consumida.
Esta historia como muchas otras son las que se están apoderando de los pueblos y calles colombianas, cada vez más inmigrantes llegan a nuestro país como un paso obligado para lograr su objetivo, centenares de inmigrantes se encuentran varados en Turbo y el gobierno nacional tiene un reto grandísimo, como manejar esta situación, por primera vez Colombia se ha convertido en un país que recepciona inmigrantes, Venezolanos, Cubanos llegan para asentarse o pasar por un buen tiempo en nuestras tierras.
Utilizar medidas de deportación es una opción, pero también es cierto que en muchas ocasiones diferentes países han recibido muchos colombianos huyendo de la violencia, buscando oportunidades y deberíamos por lo menos responder con generosidad con seres humanos que no tienen garantías en sus países de nacimiento, la otra cara de la moneda es que abrir el espacio es incentivar para que más inmigrantes lleguen de paso o asentarse y esto se convertiría en mediano plazo en un problema gigante para el país, además hay que tener en cuenta que el proceso de paz se lleva a cabo con Cuba y a Santos no le conviene tener diferencias con Los Castro.
Mientras el gobierno decide cómo proceder y dar la mejor solución posible a estas personas, los cubanos que conocí, siguieron su travesía en un Bus a Montería y Luego a Necoclí para pasar por canoa a Panamá, seguir por Centroamérica hasta México donde dieron el salto a los Estados Unidos y cumplieron su sueño.
Ahora trabajan en Estados Unidos y según sus comentarios SON LIBRES.