UN ACTO QUE REFLEJA LA SOCIEDAD COLOMBIANA

Por: Germán Archila @Germancho101 Hay actos que a pesar que todos sabemos que están mal, se convierten en paisaje, son contravenciones, delitos, actitudes que afectan a la sociedad, el domingo 15 de enero, una de estas acciones que ya parecen normales le costó la vida a un funcionario de la empresa encarga de hacer el recaudo en Transmilenio. Leonardo Litch se encontraba realizando su trabajo en la estación de la Avenida Jiménez cuando decidió interponerse y reclamarle a una persona que estaba ingresando sin pagar al sistema. En una reacción el hombre de unos 30 años ante el reclamo decidió atacarlo con arma blanca causándole la muerte. El funcionario un joven de 21 años, oriundo del municipio de Pacho, y que llego a Bogotá en busca de oportunidades, que como reflejo de muchos jóvenes trabajaba con sueños de estudiar una carrera en este caso administración de empresas para salir adelante. ¿Cuál fue su error? Lamentablemente algo que todos como ciudadanos deberíamos hacer reprochar un acto que está mal, como es colarse en una estación de Transmilenio, quedarse callado es lo más fácil, dejar que las malas acciones pasen ante nuestros ojos y la indiferencia de la sociedad ante los hechos. Se estima que cien mil personas al día arriesgan sus vidas entrando sin pagar a las estaciones. El asesinato de Leonardo deja en claro una problemática inmensa en el sistema la seguridad, no hay policías, ni seguridad privada que velen por la integridad de los funcionarios y usuarios. Del otro lado de esta triste historia esta William Monroy Calderón el hombre capturado por apuñalear a Leonardo y quien fue enviado a la cárcel modelo a pesar que no acepto los cargos. Monroy tiene antecedentes penales por tentativa de homicidio, hurto agravado y calificado, así como porte ilegal de armas, y hacia 5 días había salido de la cárcel. Lo que refleja que las cárceles colombianas no son entes de recuperación, ni reintegración de delincuentes a la sociedad, son solo simple sitios de paso donde los infractores en la mayoría de los casos salen a realizar actos delictivos, y como en este caso quitar una vida por $2.000 o por un simple llamado de atención. El caso ya se encuentra en la justicia, pero no nos sorprenderemos si al cabo de unos años el asesino vuelve a la calle, con el alto riesgo que arrebate otra vida como la del funcionario, en estos momentos el efecto mediático ha hecho que los diferentes entes se pronuncien y anuncien medidas para evitar estos casos, igual será flor de un día, porque cuando los medios se callen y pasen a otro tema, las cosas seguirán igual hasta que aparezca un nuevo Leonardo que muera por la intolerancia e indiferencia de la ciudadanía. Este episodio que ocurrió en la Avenida Jiménez es un reflejo de la sociedad colombiana, y la podemos resumir de la siguiente manera, un joven trabajador que llega a la ciudad buscando posibilidades de crecimiento representa a la gran mayoría de ciudadanos que busca salir adelante, es asesinado por un hombre con varios delitos encima que acaba de salir de la cárcel, pone en evidencia el deficiente sistema carcelario del país. El detonante reprobar un hecho que ante las autoridades y la ciudadanía es ilegal, pero por culpa de la indiferencia de la sociedad se ha convertido en paisaje. Esa es nuestra sociedad lamentablemente Leonardo no fue el primero, ni el último que mueres por causas estúpidas de una sociedad enferma.  

CONFIANZA Y SEGURIDAD

POR IGNACIO ORREGO ROJO MOTIVACIÓN PARA TODOS LOS DIAS -Tenga respeto por sí mismo. Tiene derecho a estar aquí y tiene algo que cumplir. No se esconda en su propia sombra; haga a un lado su pequeño yo para que el yo grande pueda salir adelante. Saque de sí el máximo provecho avivando la diminuta chispa de la posibilidad que lleva dentro hasta que sea una llama de éxito. Forme en usted mismo el ser con quien pueda vivir gozoso el resto de su vida. -La confianza y la seguridad nacen del conocimiento. La gente siente temor ante lo desconocido. Procure adquirir el máximo conocimiento en lo que usted trabaja, esto lo  hará triunfar indudablemente porque le dará confianza y seguridad en usted y en lo que hace. -La autoconfianza está estrechamente ligada con la fe y la creencia en nosotros mismos y en nuestra propia capacidad. Los hermanos Wright son un ejemplo excelente de esta fe. El mundo se negó a creer en que ellos podrían construir una máquina capaz de volar, pero ellos e negaron a desanimarse por las opiniones de la gente. Tenían fe en sí mismos y convicción en lo que hacían. Si queremos triunfar tenemos que desarrollar autoconfianza para que nos haga alcanzar el éxito y la felicidad. -La autoconfianza es una expresión de nuestra opinión acerca de nosotros mismos y sólo podemos limitarnos mediante nuestros propios pensamientos negativos. La falta de autoconfianza es un hábito creado por la costumbre de pensar en forma negativa y descuidada. No les haga caso a los que dicen que usted no puede, demuéstreles que sí puede porque tiene confianza y seguridad en sí mismo.  

Tolerancia a la Frustración

*Marta Sáenz Correa La frustración es un sentimiento que aparece cuando no conseguimos lo que queremos o cuando nos suceden situaciones no deseadas. Según la intensidad del sentimiento y nuestras características personales, podemos reaccionar ante ella con enfado, angustia, ansiedad, como si el sufrimiento que provoca esa frustración fuera definitivo y pudiera acabar con nosotros, y no como si fuera una situación transitoria. En la infancia, creemos que todo el mundo gira alrededor nuestro, que lo merecemos todo y en el instante preciso que lo requerimos. No sabemos esperar porque no tenemos desarrollado el concepto de tiempo, ni la empatía suficiente para pensar en los deseos y necesidades de los demás. La baja tolerancia a la frustración se da cuando un individuo se frustra muy fácilmente, y tiene una falta de voluntad o incapacidad para tolerar el malestar necesario a corto plazo que a veces se requiere para obtener beneficios a largo plazo. El termino fue utilizado por primera vez por Albert Ellis, quien describió a los que presentan baja tolerancia a la frustración como síndrome: » No lo Soporto» porque a menudo se quejan de que son incapaces de soportar X situaciones. El psicoanalista alemán Eric Fromm afirma: “Enquistarse en la soledad y la frustración, quejarse constantemente y continuamente de las desdichas y tragedias que nos acosan y no hacer absolutamente nada para modificar aquellas situaciones que nos angustian es un camino certero y seguro hacia la depresión. Camino, por supuesto, que es recorrido a solas.» La base del problema no está en el dolor y la frustración que vivimos, sino en nuestra actitud ante ellos. Tolerar la frustración significa poder enfrentar los problemas y limitaciones que tenemos a lo largo de la vida, a pesar de las molestias e incomodidades que nos causan. La tolerancia a la frustración resulta vital para una vida feliz y se relaciona con la fortaleza para soportar el dolor sin perturbarnos emocionalmente. Si no somos capaces de tolerar la más mínima molestia, contratiempo o demora en la satisfacción de nuestros deseos, nuestra vida se llenará de tragedias innecesarias, que nos estresarán y nos harán sentir insatisfechos. La frustración forma parte de la vida, no podemos evitarla, pero si podemos aprender a manejarla y a superarla. Siempre podemos aprender a ser más tolerantes ante la frustración y para ello, necesitamos tener paciencia. Las personas con alta tolerancia a la frustración tienden a ser mucho más flexibles, lógicas, racionales, y más tranquilas en su pensamiento y conducta, así como mucho menos propensos a sufrir problemas de salud mental, a postergar todo; siempre tratarán de resolver los problemas como una prioridad. La poca tolerancia a la frustración provoca que, ante cualquier incomodidad, nos desmotivemos y abandonemos nuestras metas y proyectos y que nuestros deseos pierdan importancia. Esta falta de tolerancia está relacionada con las creencias que implican que mi vida debe ser fácil, cómoda y placentera todo el tiempo. Premisa errada que nos impide disfrutar de la vida plenamente.

DIGNIDAD Y GOBIERNO

Al comenzar este año preelectoral en la mayoría de los países del continente americano, se impone la necesidad que las  diversas poblaciones americanas reflexionen y tengan presente en las próximas elecciones gubernamentales la intima relación que suele existir entre la dignidad humana, y los gobiernos de  sus respectivos países. Porque siendo la dignidad aquella cualidad que en el universo valora a la humanidad por lo que ella es y puede llegar a ser en el desarrollo libre, igualitario y solidario y porque siendo los gobiernos aquellas formas políticas que, bajo ciertas orientaciones, permiten la convivencia y regulación de esta última; no puede menos que concluirse que si bien algunos gobiernos garantizan esa dignidad, como los auténticos gobiernos democráticos, de exaltación humana, otros, por el contrario, la desvirtúan y hasta la pisotean. Y esto último ocurre con todas las dictaduras, tanto de derecha, como lo fue la de la Unión Soviética, la de Pinochet en Chile y la de otros países de Latinoamérica, como las dictaduras de izquierda, como ha sucedido en Cuba y acontece hoy día en Venezuela, Nicaragua y Bolivia. Porque si bien la dictadura clásica de un gobierno se caracterizaba por su imposición indigna contra la voluntad popular, como  lo fueron las dictaduras militares, posteriormente las dictaduras contemporáneas, tales como la de los gobiernos dictatoriales, siguen siendo indignas. Porque aunque sean gobiernos elegidos democráticamente con propósitos aparentes democráticos de seguridad e igualdad, lo cierto es que dichos gobiernos han tomado como característica su ejercicio contra la voluntad popular. Y ello se debe a que han procurado mantenerse  indefinidamente en el poder a toda costa, o concentrar todos los poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), o, como sucede en algunos casos, han sometido a sus pueblos a la indignación. Lo cual se ha logrado mediante restricciones indignas. No solo por medio de la supresión o restricción grave de “las libertades públicas”, sino  también por medio de la vulneración arbitraria tanto de los derechos fundamentales individuales, como las libertades personales, como del derecho social al progreso humano. Porque se ha acudido a la opresión social con la restricción del derecho fundamental de los pueblos  a la dignidad, o de convivencia, o la alimentación, a la salud, al progreso y a la autodeterminación de su gobierno. De allí que tales formas de gobiernos  no solo hayan sido  considerados seudo democráticos por su carácter dictatorial, sino también  indignos y reprochables  por su atentado contra el humanismo que aparenta defender.