DE CANDIDATO A PRESIDENTE
Por: Germán Archila @Germancho101 Recorría el año 2014, mes de abril a unas semanas de la primera vuelta presidencial, el entonces candidato-presidente prometía este mundo y los otros con tal de seguir en la Casa de Nariño por un periodo más, entre sus promesas se encontraba echarse al bolsillo al grupo de maestros del país. Más presupuesto para la educación, la firma de la Paz le generaría los recursos para mejorar la infraestructura y subir los estándares educativos del país, entre su discurso lanzo un trino que decía lo siguiente: Dignificar la profesión de los maestros y mejorar en sus salarios, de manera que sean comparables con los de las profesionales mejor pagadas. La historia la conocemos Santos fue relegido hasta el 2018, se logró la firma del acuerdo de paz y el proceso va andando, 3 años después los maestros llevan un mes de protestas en las principales ciudades, exigen que las promesas se cumplan, que el presupuesto aumente y que sus salarios se igualen a los de otras profesiones. Como no se está buscando un nuevo periodo Juan Manuel Santos pareciera no importarle los maestros, la respuesta que les ha dado es clara y contundente: Ya llegamos a la final de la negociación por parte de nosotros, no podemos ofrecer más, no tenemos recursos. Cuando estamos en punta de partida de una nueva carrera para presidente, el votante debe conocer la historia, debe interpretar cada cuento que van a echar los candidatos, ya son reconocidas frases como firmaría en mármol que no subiría impuestos. Los gremios creen y luego a la hora de ejecutar no se ve en sus proyectos, y terminan engañados. El caso es que parece no importar que existan miles de niños sin educación con un paro prolongado y que no se tiene solución a la vista, que desespera a todo el mundo, los maestros marchan, piden y no los escuchan, la ciudadanía siente la desazón y el estrés de las protestas que terminan en bloqueos al transporte y generan el caos por la ciudad, el SMAD hace lo suyo con represión para desbloquear vías, generando la antipatía de la sociedad. Un gran desafío para el próximo gobierno invertir en diferentes problemáticas sociales como educación, vivienda, pobreza, empleo, ya se acabó el san Benito de qué hacer con las FARC, eso sí recuerden que las promesas y las mentiras estarán al orden del día, no todo lo que brilla es oro y no solo hay que decir que hacer, si no como vamos hacerlo para mejorar el país.
DEBATE ELECTORAL: PROMOCIÓN O APOLOGÍA
A propósito del próximo debate electoral para Presidente de la República y para las Corporaciones Públicas, y, en vista de los antecedentes del debate de octubre de 2016 sobre el Acuerdo de Paz, se hace pertinente reflexionar sobre su verdadero alcance democrático. Porque si bien es cierto que en los gobiernos de estirpe democrática existe la libertad de participar en las elecciones periódicas autenticas de sufragio universal e igual es igual es por valoramiento que garantice la “libre expresión de la voluntad de los electores”, tal como lo indica el literal b del art.25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el literal b del art.23 de la Convención Interamericana de San José de Costa Rica; también lo es que implícitamente consagra a los partidos y movimientos políticos, dos deberes que aparecen como utópicos, pero que son importantes para contratar la transparencia de la democracia y la consiguiente credibilidad política. El primero hace relación al deber de garantizar a los electores “la libre expresión de la voluntad de los electores”; la cual implica, a su vez, el deber de promover sus ideas, tesis y candidatos “con la verdad”, esto es, de acuerdo con la realidad objetiva conocida, evitando cualquier engaño, mentira o inducción al error, porque ello atentaría contra la liberta del volante. Por cuanto, es indispensable que la población votante lo haga por una propuesta o simpatía verdadera. Y el segundo, es el deber de respeto en la promoción y propaganda política, tanto la de medios como la personal. Porque en ningún caso puede promover directa o indirectamente una situación favorable a la guerra ni tampoco ninguna apología, esto es, ninguna “alabanza”, ni mucho menos ninguna exaltación a un odio o aversión hacia una persona o ideología, que, con apariencia de simple rechazo político, personal o ideológico y con apariencia de libertad de expresión política, procura abiertamente que haya no solo un odio nacional de cualquier clase, incluyendo el racial y el recíproco, sino que incite a la siembra o generación de una discriminación u hostilidad contra esas personas o sus movimientos, o que, en forma más grave, incite a “violencia”, políticas. Todo ello obedece a que dicho certamen electoral se haya limitado por esos deberes, que se encuentran recogidos en el art. 20 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, vinculante para Colombia, cuya infracción pueden ser reclamadas por los ciudadanos, incluso por acción de tutela (art.86 C.Pol.).
No olvidemos la caballerosidad
*Marta Saenz Correa. En estas épocas modernas, es típico escucharnos a las mujeres cuestionándonos si aún existen los caballeros, o si definitivamente ya desaparecieron de la faz de la tierra. Personalmente considero que los tiempos han cambiado, y en la medida que las mujeres pretendemos igualdad de derechos, esto ha generado que el rol del hombre haya cambiado también. Cada día las mujeres somos más independientes, nos gusta valernos por nosotras mismas y lograr las cosas que nos proponemos. Por su parte los hombres creen que ser caballerosos es ser anticuado, pasado de moda, aburrido o cursi. ¡Que equivocados están! No creo que ceder el asiento a una mujer en el bus sea una obligación; el mostrarse caballeroso es parte de la forma de ser de un hombre educado y respetuoso y es más bien una forma natural de actuar. Un caballero lo es en todos los lados, en su trabajo, con sus amigos y familiares y por supuesto cuando está con su pareja. Dicen que hoy ya no quedan caballeros, pero eso depende de lo que cada quien espere y como se muestre ante los demás, si se cree que ya no hay de ese tipo de hombre tal vez tenga que ver un poco con el lugar en que las mujeres nos hemos puesto. Las actuales ideas feministas han llevado a que algunas mujeres rechacen la caballerosidad por considerar que está fundamentada en el machismo y porque nos hace ver como débiles e inútiles. Este comportamiento sin embargo es cuestión de educación, tanto de hombres como de mujeres, y es tan bien recibida la imagen de un hombre cuando se comporta como todo un caballero como la de una mujer que se permite beneficiarse de sus detalles. Los hombres que ceden el paso a nosotras las mujeres lo hacen por educación no por obligación. Las personas que tienen detalles de caballerosidad no esperan nada a cambio, pero cuando alguien tiene un detalle con nosotros es bueno agradecerlo. Cuando un caballero en un restaurante por ejemplo nos acerca el asiento, es una muestra de cortesía al igual que cuando se ofrece a ayudarnos con los paquetes que estamos cargando, o bien cuando se ofrece a cambiarnos la llanta espichada. Cualquiera de los detalles anteriormente citados, siempre son de agradecer. Bastara una mirada y una sonrisa, para dar por agradecido el detalle. Si todos hacemos lo mismo, fomentaremos las buenas maneras. Recordemos que la caballerosidad se refiere al comportamiento propio del hombre que obra con cortesía, nobleza y distinción. Nunca por un tema de discriminación, por considerar a las mujeres un sexo débil, o por incapacidad, sino más bien por un acto de amabilidad. Las mujeres no podemos permitir que el feminismo se convierta en un enemigo acérrimo de la caballerosidad.