UNA CASUALIDAD 3 SUEÑOS FRUSTRADOS

Por: Germán Archila @Germancho101 Víspera del día del Padre, noche conocida como Bogotá despierta, donde una ciudad como la capital colombiana se llena de movimiento, compras, gente en la calle, y además sábado con puente, un cocktail para estar en sitios públicos. Eran las 5 PM, y el centro Andino, el establecimiento más popular del norte Bogotano está repleto, cuando una explosión en el baño de mujeres hace volver a la sociedad colombiana a sus peores recuerdos y a revivir la zozobra de años donde salir de la casa era un acto de fe. Julie Huyn ciudadana francesa de 23 años, realizaba trabajo comunitario con niños vinculados a la guerra en la localidad de San Cristóbal, según sus allegados en pocos días volvería a Francia, y se encontraba con su mama en el centro comercial, sobre esta joven se han realizado variadas conjeturas, entre ellas vincularla a las FARC por su trabajo y su estadía en Cuba hace unos meses. Julie fue uno de los sueños que quedo truncados a miles de Kilómetros de su país de nacimiento y ganas de aportar a las personas menos favorecidas. Lady Paola Jaime una administradora de empresas que residía en el cercano municipio de Funza con su esposo, y estaba dedicada a su hogar, Lady de 31 años se encontraba en Andino por cosas de la vida, esperaba a su esposo que se encontraba sustentando su tesis de grado antes de encontrarse con ella, en el centro comercial quedo frustrado el sueño de tener hijos y disfrutar de los éxitos de su marido. Ana María Gutiérrez de 41 años, y quien era gerente de una inmobiliaria, casada con un uruguayo, era una mujer exitosa profesionalmente y con sueños por cumplir, la alegría era su característica principal, y lamentablemente en el baño del Andino quedaron sus proyectos profesionales y familiares por un atentado terrorista que afecto a diversas personas que no tienen nada que ver con ideologías políticas o modelos económicos. Los principales sospechosos fueron capturados, se trata de un movimiento incipiente llamado el MRP (Movimiento revolucionario Popular) son acusados de diversas explosiones que hasta el sábado solo habían causado pánico y daños materiales en EPS, y sitios gubernamentales, 9 personas han sido vinculadas al proceso, según las primeras informaciones este grupo se maneja en células de 3 personas y fueron entrenados por milicianos del ELN. Paradójicamente entre los acusados hay 3 mujeres jóvenes a las que la vida les ha cambiado y de una u otra forma sus sueños también han quedado en stand by, mientras resuelven sus situaciones jurídicas, los amigos y familiares de los detenidos hablan de falsos positivos judiciales y persecución por ser personas relacionadas con las universidades públicas, el proceso dirá si las pruebas de la fiscalía son suficientes para demostrar que son los responsables del atentado en el Centro Comercial, lo que si no se puede cambiar es que 3 mujeres perdieron la vida por unos actos que no se comprenden y que dejaron familias dolidas, e historias sin completar.

Resiliencia para momentos de crisis

*Marta Saenz Correa. A veces la vida nos pone a prueba y plantea situaciones difíciles que pareciera superan nuestras capacidades. Sin embargo, todos tenemos la oportunidad de decidir qué hacemos en los momentos más difíciles y cómo los afrontamos, aun cuando las circunstancias nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la voluntad necesaria para continuar en la lucha. En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o apostar por la resiliencia, sobreponernos y salir fortalecidos. Las ganas de salir adelante que muestran y practican muchas personas, no aparecen por casualidad; hay una fuerza que los seres humanos desarrollan de forma especial en momentos de crisis. La resilencia es el arte de superar los momentos difíciles, la capacidad o aptitud para mirar a la vida de manera positiva, superar los obstáculos y ser feliz que se consigue con motivación y fuerza de voluntad. Las mejores experiencias y los grandes aprendizajes suelen venir después de momentos de crisis. Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de la adquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta viene la calma. Las personas resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que han tenido que luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentar los diferentes retos de la vida. Se considera que las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés y soportan mejor la presión, lo que les permite tener una sensación de control de los acontecimientos que les ocurren y una mayor capacidad para afrontar los retos. Existen mecanismos que nos protegen como pueden ser la intuición, el sentido del humor, la capacidad de analizar y anticiparse a los problemas o dificultades, una visión estratégica, rodearse de buenos amigos, y tener tiempo para disfrutar del ocio. Un punto importante para fortalecer la resiliencia es reconocer que la crisis es parte de la vida humana, acompaña a la persona a lo largo de su desarrollo y que por ello es fundamental fortalecerla desde la edad temprana a través de la forma como la familia va enfrentando los problemas que se le presenten, que puede ser de aceptación o evasión.  Si enfrentamos las crisis con aceptación, estaremos dispuestos a encontrar herramientas que nos permitan protegernos, proteger a los otros, y buscar soluciones a los problemas. La resiliencia está relacionada con la autoconfianza, la flexibilidad, la orientación al logro, el reconocimiento, el amor propio y el pensamiento positivo.  

RELIGIÓN Y POLÍTICA

A raíz de los últimos certámenes electorales y en vista de la próxima campaña electoral, también se hace pertinente exponer algunas reflexiones que resultan convenientes sobre la religión y la política, para lo cual debe distinguirse la fidelidad a una religión y los derechos ciudadanos. De allí que para entender el respeto a la fidelidad religiosa,  debe dejarse en claro es que, en materia religiosa, una cosa es la religión o confesión religiosa misma y otra muy distinta es la organización jurídica religiosa de aquella. Porque si bien aquella  admisión o creencia de la trascendencia humana en la búsqueda de un ser superior (Dios) al cual se encuentra ligado el creyente, y que, por lo tanto,  recae en las personas humanas, que son los fieles; también lo es, que la segunda es aquella organización encargada de divulgar, enseñar y practicar la doctrina correspondiente (Ley 133 de 1994). Por lo que, en estricto sentido, en esta actividad no se encuentra incluida el adoctrinamiento político, ni tampoco el ejercicio de la actividad política, ni mucho menos, la de actuar como partido o movimiento político. A lo sumo lo que puede resultar pertinente es la posibilidad de mostrar los deberes religiosos para con la sociedad, así como la explicación religiosa de una actividad social. Sin embargo, cuestión distinta ocurre cuando la misma población  religiosa, no actúa como tal, sino como población ciudadana, para hacer, recibir y participar en actividad política,  ya que en este evento cada persona goza de la libertad y del derecho de participación política, que no pierde por el solo hecho de ser fiel de una religión determinada, y que puede ejercitarse políticamente conforme a su credo religioso.   En tanto que resulta inadmisible que las organizaciones religiosas, hagan política directamente o por medio de sus  desarrolladores  religiosos  como son los sacerdotes y pastores. Esto es, resulta reprochable que asuman como parte del adoctrinamiento religioso, una campaña política por determinadas propuestas o candidatos. Porque, además de ser un abuso en la orientación de la creencia o credo, en cuanto esto se emplea para hacer política, cuando no es la finalidad legal o legítima de dicha religión; también genera, al igual que el dogmatismo religioso, un dogmatismo político, con lo cual se incita deliberadamente o no a un  sectarismo político, que debe ser rechazado por una sociedad pluralista.   Ahora, si ello es así, lo más conveniente es la conformación abierta de un partido o movimiento político, ajeno a la organización religiosa, que pueda dedicarse exclusivamente a la actividad política con orientaciones confesionales.

COLOMBIA: ESTADO LAICO Y PROFESIÓN DE FÉ.

La anunciada visita a Suramérica, demuestra la perfecta  convivencia de una fe religiosa, como la católica, dentro de un Estado Laico.  Porque cuando el preámbulo  y los arts. 1º., 18 y 19 de la Carta Política Colombiana de 1991 si bien “invocan la protección de Dios” prescriben que Colombia es un Estado social de derecho organizado como república unitaria, donde se reconoce las libertades de consciencia, creencias y cultos, no hace otra cosa que calificarla como “Estado laico”. Es decir, un Estado, una sociedad y unos miembros que, a pesar de que tengan sus creencias o confesiones religiosas, no se encuentran sometidos a las influencias eclesiásticas, religiosas o de  teorías irracionales algunas. Lo anterior indica que el Estado, y la sociedad colombiana, organizada constitucionalmente, no tienen confesión o religión oficial alguna en particular, aunque son sus miembros los que pueden tenerla o no. En otros términos, son los habitantes en Colombia, los que bien pueden tener cualquier creencia religiosa, como las tradicionales católicas, cristianas, judaica, musulmana, u otras contemporáneas, que se encuentran autorizadas legalmente, como lo señala la ley 133 de 1994; pero el Estado y la sociedad colombiana, organizada jurídicamente, carece de una religión o confesión o creencia determinada. Ello encuentra su fundamento en que el “laicismo” es aquella forma estatal que mejor garantiza y asegura a los miembros una amplia libertad religiosa o de creencias. Puesto que ellos pueden tenerla, como las relaciones arriba indicadas, pero también pueden no tener o no practicar religión alguna, como sucede con los científicos, o bien pueden tener una creencias diferente. Sin embargo, dicha finalidad solo se cumple cuando, como consecuencia de ese carácter laico, de un lado, las autoridades públicas, como autoridades de un Estado laico, reconocen la libertad de conciencia y pluralidad de creencia, eviten  imponer a las direcciones del Estado una visión religiosa particular o personal, y, del otro, respeten las confesiones y creencias que tengan los demás. Solo así puede garantizarse una gran convivencia  nacional de tipo religioso, sin perjuicio del desarrollo personal trascendental de los colombianos.

Nos la pasamos buscando culpables

*Marta Saenz Correa Es típico que pasemos buscando culpables fuera de nosotros mismos para cualquier problema. Lo que más nos gusta de nuestros peores momentos es poder quejarnos, echarles las culpas a los otros y sentirnos víctimas del mundo. Si acertamos es nuestra virtud, somos exitosos, pero si erramos, seguramente será responsabilidad de otro. Antes de decir: me equivoque, es probable que digamos que fue por mala suerte o busquemos el culpable más cercano en nuestro entorno. Cualquier cosa antes de afrontar la realidad y asumir la responsabilidad. Cada vez que creemos que los demás son los culpables de lo que ocurre en nuestra vida, estamos arrojando nuestra participación debajo de una alfombra y diciendo que nuestra vida es un escenario en el que no queremos estar. Culpar a terceros de tus problemas no hará que se solucionen antes. Nada, absolutamente nada de lo que nos sucede, tiene que ver con los demás. Sé que resulta difícil de entender, pero tú eres la única persona responsable de tu bienestar y de tu malestar. Una de las preguntas más improductivas que hacemos cuando algo ha salido mal es: ¿Quién ha sido? ¿De quién es la culpa? Parece ser que cuando hemos identificado al culpable la situación se resuelve sola. En el momento que sabemos quién es el culpable lo juzgamos, pero el problema sigue por resolver. ¿De dónde nace esta necesidad de identificar rápidamente al culpable? Del miedo a que alguien piense que la culpa es nuestra. Lo más importante es que el resto de personas sepan que yo no he sido, porque identificar al otro como culpable salva mi imagen ante los demás. Muchas personas son incapaces de aceptar que cometieron un error o que no supieron cómo hacer algo. Es mejor acusar a otra persona en vez de reconocer que a veces las cosas no salen como deseamos o que no pudimos o supimos actuar de la manera correcta para alcanzar el objetivo que deseábamos. Culpar a los demás y a las circunstancias es una forma fácil de no asumir la propia responsabilidad y de perder el control sobre tu propia vida. Buscar la solución dentro de uno mismo es la actitud más sana que podemos adoptar. Si lo hacemos, tendremos la posibilidad de cambiar nuestros comportamientos y, por ende, obtener otros resultados. No volverán a provocarse situaciones similares y ya no precisaremos acusar a otras personas por nuestras dificultades o desaciertos. Se necesita ser una gran persona para aceptar e interiorizar la propia responsabilidad sobre lo que ocurre. No se trata de cargar con toda la culpa cuando hay responsables, sino de ser capaz de aceptar la responsabilidad cuando realmente corresponde. No hay ninguna vergüenza en cometer un error o fracasar en algo. No crecemos esquivando errores, solo una retroalimentación correcta sobre las causas nos permitirá mejorar.