Por: Germán Archila
@Germancho101
Insultos de un lado, del otro, las personas con poder de opinión no miden las acusaciones o las palabras que usan para agredir, no para debatir, el episodio que ha puesto el tema en la palestra pública es el trino del Ex presidente Álvaro Uribe donde acusa al columnista Daniel Samper Ospina, de ser un violador de niños, textualmente el ex mandatario trino:
Federico Escobar protesta por ofensa del violador de niños, Samper Ospina, a Antioquía, ofensa publicada en Semana
Este trino es una alusión a una carta enviada a la revista semana por un lector donde se retira por lo que el lector considera una ofensa de Samper Ospina ante el pueblo antioqueño en una columna titulada “Proclama por la independencia de Antioquía” donde en la revista semana se satiriza la reacción de los Antioqueños ante la posibilidad que Belén de Bajira pase a ser del departamento del Choco.
Esta publicación indigna a muchos sectores antioqueños, esta es la raíz de todo el debate que se presentó por el desacertado trino de Uribe, calificar a una persona públicamente de violador de niños es una de las ofensas más temerarias que se han visto públicamente, califica a Samper Ospina de un delito tan grave sin pruebas le debe traer problemas legales al Ex presidente.
Pero esta el otro lado, meses antes Daniel Samper Ospina en una columna se burló del nombre de la hija recién nacida senadora Paloma Valencia llamada Amapola: “A Jorge y a mí sí nos pareció raro que la doctora le pusiera Amapola a la hija, con todo lo que ha sucedido con el cartel terrorista FAR. Pero bueno, de grande será heroína, como la mamá”.
Esos comentarios también se pasaron de la raya, no del carácter señalativo de Uribe, pero si utilizar una menor de edad con fin de criticar una postura política, y en doble sentido descalificar a su Mama por un nombre, donde la niña al contrario de la senadora no tiene la posibilidad de rebatir la sátira o la falta de respeto del columnista, no cabría en esta acción un llamado de atención de las entidades ante el atentado al buen nombre de una menor de edad.
EL debate está llegando a unos términos que no le convienen a nadie, no es posible acusar sin pruebas, alegremente llamar Paraco, Guerrillo, Ladrón, Corrupto a un contradictor, hace poco la justicia obligo a la senadora Claudia López a retractarse tras acusar de corrupto al exministro de vivienda Juan Felipe Henao durante rifi rafe en un debate radial en la W.
El problema es lo que viene, estamos a menos de 1 año de las elecciones presidenciales, y salidas de tono como estas, parece estar en la orden del día, desde todos los ámbitos, tenemos que tener claro cuál es el camino que se va seguir por todos los actores, políticos, dirigentes y prensa, en que tono se va manejar la campaña.
Ya tenemos la experiencia de la nefasta llegada de JJ Rendón para la campaña del 2010, donde se trapeo con un hombre honorable como Antanas Mockus, a través de falacias, mentiras y desprestigios, hasta su enfermedad fue utilizada para desestimarlo, en la del 2014, hablamos de hacker, de corrupción, de varias cosas que degradan las ideas.
Estamos en pleno proceso de paz, pero esto no empieza solo por desarmar a los violentos, si no por hacer un llamado a la tolerancia y al respeto a las ideas y las formas de ver el mundo, si así se comportan los líderes de opinión, que se puede esperar del ciudadano de a pie, la invitación es bajémosle al tono, para que tengamos unas elecciones lo más limpias posibles.
