La alerta a la infiltración electoral es una medida preventiva a los riesgos en la democracia representada.
Porque ciertamente la representación democrática es una de las instituciones de gobierno más aceptable en el mundo occidental, ya que es aquella en virtud de la cual la población en general elige a sus representantes para que a nombre de esa población, por autoridad de ella adopte las medidas que le favorezcan en la satisfacción de las necesidades y el impulso de su progreso.
Sin embargo, los elementos que envuelve son tan frágiles en la rectitud que también afecta la susodicha representación popular. Puesto que si la población carece de formación política y posee diversidad de intereses políticos, económicos, sociales, culturales, etc.; y si a las organizaciones políticas y a sus correspondientes candidatos, solo les interesa tener una mayor participación política y ser elegidos en las corporaciones y cargos de elección popular; no puede menos que concluirse que la representación política suele encontrarse amenazada por una multiplicidad de intereses, pues son la fuerza y manipulación de estos intereses, los que distorsionan la representación democrática.
En efecto: Muchos son los intereses lícitos de la población, donde, además de los individuales de obtención de beneficios, también se encuentran los sociales de empleo, bienestar, salud, etc.; pero son también muchos los intereses ilícitos de ciertos sectores o grupos poblacionales, tales como aquellos que mueven a la delincuencia, el tráfico ilícito y el narcotráfico, dónde son estos los que suelen predominar.
Y muchos son los intereses de los partidos o movimientos y candidatos políticos, en los cuales el afán de victoria por el poder, los ha llevado no solo a abandonar su ideología, sus políticas y sus programas, sino que también han sucumbido a la debilidad organizacional de la indiferencia, relaciones o complicidad con las oscuras participaciones representativas de la corrupción, el tráfico, la corrupción, etc.
Por lo tanto, es indispensable estar alerta a las dudosas infiltraciones electorales.