ESTABILIDAD DE LA DEMOCRACIA CONSTITUCIONAL
Con ocasión de las próximas elecciones presidenciales en Colombia y las diversas propuestas de los candidatos sería sano para la Nación una estabilidad dinámica para el progreso con base en la actual constitución de 1991. Ello se debe, en primer término, a que las reformas constitucionales y las constituyentes en Latinoamérica no han sido verdaderamente nacionales en el sentido de que procuren el progreso estable y dinámico de las Naciones de este sector del continente, sino que, por el contrario, han perseguido restringir y hasta eliminar las libertades principales de la democracia contemporánea, como son las de expresión, opinión, trabajo, convivencia y progreso social. Porque tales maniobras constitucionales antidemocráticas han logrado: Excluir al opositor con su encarcelamiento y su persecución política. Establecer dictaduras, con la apariencia de la reelección Presidencial indefinida. Suprimir o manipular la justicia, subordinando los controles del Estado. Apropiándose y controlando los medios de comunicación. Corromper al sector público y privado, con prebendas emanadas de los recursos públicos. Imponer una política exclusivista para beneficiar solamente a los partidarios del partido de gobierno. Excluir a la población de los beneficios sociales, coaccionada con la fuerza o la violencia a los conciudadanos. Convertir un programa de gobierno, que es transitorio, en una constitución, que tiene vocación permanente. Hacer de la constitución un Estatuto de concesión a la manipulación y corrupción política, a la violencia política y criminal, y una presión de grupos al margen de la ley. Sin embargo, afortunadamente en Colombia existe una constitución desde 1991 que ha permitido la modernización de la sociedad colombiana e, incluso, la incorporación a la vida civil de michos movimientos guerrilleros, como M19, el Quintin Lame, etc., y recientemente las FARC, lo cual ha sido avalado por la Corte Constitucional. De allí que so pretexto de un mejoramiento gubernamental, ahora se proponen reformas, que, tal como arriba se dijo, solo destruyen o deterioran la estabilidad democrática.