¿Y DÓNDE ESTA EL AVIÓN?

Por: Germán Archila @Germancho101 El lunes en horas de la tarde, el principal aeropuerto de Colombia, El Dorado en Bogotá, sufrió una falla eléctrica en su torre de control, lo que impidió que por 2 horas los vuelos no pudieran aterrizar, ni despegar del principal Aeropuerto del país, más de 70 vuelos fueron cancelados y miles de pasajeros fueron afectados por este incidente y tuvieron retrasos. Mi odisea arranca a eso de las 4 PM del Lunes, tenia un vuelo programado por LATAM para las 5 y 30 PM, cuando un correo electrónico me alerto que el estado del vuelo era cancelado y que debía reprogramarlo, decidí acercarme al aeropuerto, para pedir explicaciones, la fila de pasajeros en el Counter de LATAM del aeropuerto El Alcaraván de Yopal era grande, pidiendo una explicación, cuando los funcionarios solo atinaban a decir que reprogramaban los pasajeros para el vuelo de mañana y luego que el miércoles porque ya no había cupo. El desespero de la gente se hizo más grande, cuando Avianca empezó a recibir sus pasajeros para embarque, la solución del funcionario de Latam fue pedir un avión más grande, y ponernos en ese vuelo de las 7 y 55 AM del otro día, surgen varias preguntas en este tipo de situaciones, quien iba correr con los gastos de comida y hospedaje. La respuesta de LATAM fue simple, nosotros NO porque fue un problema del aeropuerto y no de la aerolínea, pero que culpa tiene el pasajero, o es que cuando uno va hacia el aeropuerto y ahí un derrumbe o una protesta y no se puede llegar la aerolínea lo exonera de la multa, porque siempre el lado más débil es el que debe pagar las consecuencias. Ahí empiezan las historias y los dramas de las personas que pagaron por un servicio, personas con conexiones nacionales e internacionales que las perderían, muchos arrancando las vacaciones y que 1 o 2 días afectaban su descanso y perdían plata, o casos como personas que tenían citas medicas y debían estar en la Capital el día que era, son casos que cada individuo tiene una necesidad, como aquellos pasajeros que viven en Bogotá y lo que fueron hacer ya lo habían terminado y se tenían que rebuscar el hospedaje y la comida mientras se resolvía la situación. Ya resignados y con el cansancio y el estrés de no poder viajar, la nueva cita era las 7 de la mañana, ahí estaban las mismas caras de decepción del día anterior cuando el personal de LATAM indicaba que había un retraso por una inspección de última hora, y luego peor cuando indicaban que la hora de salida serian las 12:45 PM y que iban a dar un refrigerio, más maltrato al usuario sin importar que ya llevaban mas de 12 horas de retraso, a todas estas Avianca y EasyFly si salían a tiempo. Porque cuando pasan estos casos, los usuarios son lo menos importantes, ni idea como le terminaría de ir a las personas, si perdieron las citas, si los días de vacaciones se volvieron más cortos, o pudieron llegar a sus destinos, igual LATAM solo con aducir que no es problema de ellos, si no del aeropuerto ya el usuario no importa, si es al revés la aerolínea siempre gana. Ahora queda mucho por pensar cuando El Dorado uno de los aeropuertos más importantes de la región causa tales traumatismos por una falla eléctrica, y además las aerolíneas lo primero que hacen es afectar las ciudades pequeñas e intermedias, cancelar un vuelo de Yopal, Leticia, Valledupar que importa, tal vez los usuarios de estas ciudades no importan, así se mueve este país, siempre el más pequeño, el que poca voz tiene paga los platos rotos, de todos a los que ahí que cuidar menos a los pasajeros, son el ultimo eslabón en la cadena. ¿Dónde está el Avión? ¿Dónde está el piloto? Y por último ¿Dónde están los derechos de los pasajeros?

FAVORECIMIENTOS PERVERSOS

Con ocasión de la próxima consulta anticorrupción, se hace igualmente indispensable una reflexión social que contribuya a la formación de una cultura contra los favorecimientos  perversos. Por cuanto en todas partes del mundo,  con mayor o menor visibilidad, no solamente existen individuos, sino también grupos, incluso adecuadamente organizados, que deliberadamente se aprovechan de los errores, inexperiencias y debilidades de los demás, sino que también comienzan favoreciendo los comportamientos ilícitos ajenos, con la adopción de comportamientos de la ceguera, la indiferencia, la tolerancia y, ante todo, con la complacencia con lo ilícito. Todo ello se presenta en el campo familiar y social, por ausencia o deficiencia de la vigilancia y dirección razonable deseada. En efecto, ello sucede, en la familia cuando hay complacencia sin corrección alguna de los malos comportamientos familiares, como las  rupturas de objetos por parte de niños extremadamente mimados, o las infracciones efectuadas por  niños calificados como  traviesos. Lo mismo sucede con la negligencia y tolerancia de comportamientos escolares de acosos, riñas, tenencia de armas, etc., que con la disculpa o la falta de previsiones o debilidades de las autoridades, dan lugar a desgracias juveniles de suicidios, lesiones, narcotráfico, extorsiones, pandillas, etc. Y otro tanto acontece en el seno de la sociedad, donde con igual criterio, se patrocinan conductas  indiferentes y tolerantes con las infracciones de tránsito y de medio ambiente, maltratos públicos,  sobornos a las autoridades, irrespeto a los demás, etc.; para luego,  admitir en la misma forma el tráfico de influencia, el favorecimiento y celebración indebida de contrato, el aprovechamiento indebido de los cargos, especialmente los públicos, el aprovechamiento del narcotráfico, etc.; para finalmente, hacer de lo ilícito, una ocupación, actividad o explotación económica. De allí que sea necesario cerrar  a las nuevas generaciones el camino que conduce a la explotación de lo ilícito, adoptando oportuna y adecuadamente la vigilancia, dirección y corrección familiar y social correcta, para su propio beneficio y de su entorno.  

La importancia de la inteligencia emocional

*Marta Sáenz En una sociedad donde el raciocinio parece dominar cada vez más sobre las emociones que no nos educa para identificar lo que sentimos, es necesario reconocer la importancia de la inteligencia emocional. A través de ella logramos motivarnos, controlar nuestros impulsos, regular los estados de ánimo y empatizar con los demás, lo cual nos permite convivir con quienes nos rodean, y sobrevivir. De poco nos sirve un cerebro brillante y un elevado cociente intelectual si no sabemos leer nuestras propias y ajenas emociones, si somos indiferentes a nuestra conciencia social, a conectar con los demás, a gestionar el miedo, a ser asertivos.  Recordemos el gran poder que las emociones tienen sobre lo que somos, lo que hacemos, y en cómo nos relacionamos. El psicólogo y periodista Daniel Goleman coautor del libro Inteligencia Emocional, la define como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás y regular los nuestros de forma apropiada, y de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones. Una persona inteligente emocional es consciente de sus estados de ánimo; maneja sus emociones teniendo estrategias para afrontar las situaciones estresantes; y, es capaz de establecer buenas relaciones con otras personas, lo que implica excelente comunicación, empatía, respeto y asertividad. También tiene habilidad para afrontar satisfactoriamente los desafíos de la vida, fijarse objetivos realistas, tomar decisiones, y buscar recursos y ayuda cuando los necesita. La pregunta del millón es ¿se puede mejorar la Inteligencia Emocional? La teoría más generalizada apuesta a cuatro conclusiones: 1) Se puede cambiar hasta cierto punto: la capacidad para gestionar nuestras emociones y las de los demás no varía mucho durante nuestra vida, para hacer cambios profundos deberás dedicarle tiempo y esfuerzo. 2) Buscar ayuda profesional, gracias a la plasticidad neuronal, el cerebro no tiene límites en su capacidad para aprender empatía y gestión emocional. 3) Es imprescindible que alguien te de feedback: Es importante que alguien te proporcione una visión imparcial de ti mismo. 4) Cuidado con las técnicas que usas: lo primordial es aprender a cambiar tus pensamientos y las conductas que los acompañan. ¿Que podemos hacer para mejorar nuestra inteligencia emocional? detecta la emoción que hay detrás de tus actos, es decir, debes conectar con ellas y entender cómo influyen sobre ti; no juzgues la forma en que te sientes: las emociones tienen una única función: darte información sobre lo que está ocurriendo, no las valores como algo bueno o malo, sino como la fuente de información que te ayudara a ser más consciente de ti; controla lo que piensas para controlar como te comportas; y, expresa tus emociones de forma asertiva, aprende a expresarlas sin efectos adversos.