Reinventarse es la tarea
*Marta Sáenz Correa En la actualidad vivimos un periodo de grandes transformaciones, y para sobrevivir, son muchos los que ya no tienen otro remedio, necesitan reinventarse. Bien lo decía Charles Darwin: No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio. El concepto reinventarse se refiere a la necesidad que el ser humano experimenta en algunos momentos claves de su vida de reconducirla, de reconstruirla, dotándola de un nuevo sentido. Hay quien decide reinventarse de manera espontánea, pero la mayoría de las veces la necesidad de hacerlo surge en los momentos de crisis: perdida de un familiar, divorcio, accidente, enfermedad grave, cárcel, exilio, ruina, entre otros. Sólo cuando falla la brújula y se siente perdido es cuando busca, a cualquier precio, un nuevo camino que lo devuelva al sendero. Así que, si decide reinventarse, dedique sus energías a cultivar el optimismo, el camino puede ser arduo y deberá vencer el desaliento, el pesimismo y la negatividad. Los estudios de Goleman demostraron que los optimistas poseen una fisiología de utilidad biológica para luchar contra la adversidad. La Ciencia sugiere que para reinventarse debe enfocarse en lo que desea, desarrollar mensajes de aliento que den fuerza y confianza, y repetirlos frecuentemente, como necesito cambiar, voy a esforzarme por hacerlo y si insisto, lo más seguro es que acabe teniendo éxito. Así que, si trate de reinventarse, vele por sus emociones y su estado de ánimo. La verdadera reinvención no consiste en cambiar las actitudes, sino en modificar las conductas. Un cambio que también se traduce en la creación de un nuevo yo o el redescubrimiento de facetas de nuestra vida que creíamos olvidadas. Crear una personalidad nueva o tener nuevos intereses, y eso implica transformaciones en los valores. Reinventarse no sólo consiste en creer en cosas en las que antes no se creía, sino en tener otros comportamientos. Para cambiar de rutinas hace falta tiempo, pero también esa voluntad que solo se posee cuando somos conscientes de que debemos cambiar. Quienes se reinventan suelen ser aquellos que localizan el control de sus vidas dentro de ellos mismos, los que piensan yo puedo hacer algo y tengo cierto control. El que pone el control de su vida fuera de sí mismo tiene más dificultad para reinventarse.
VENEZUELA: USURPACIÓN Y RECONOCIMIENTO DEMOCRÁTICO
A raíz de la declaración de usurpación de la Presidencia de Venezuela por Maduro, hecha por la Asamblea Nacional, y la consiguiente declaración de reconocimiento a ese órgano por parte del Secretario de la OEA y de la Unión Europea, se hace indispensable precisar la importancia jurídica y política que tienen estos actos a nivel internacional. En primer, se trata de unos actos de reconocimiento internacional de instituciones democráticas, como es en este caso, la Asamblea Nacional, como expresión equivalente al reconocimiento de los jefes de Estado, ya que aquel representa, al igual que éste, uno de los poderes, el legislativo, de un Estado democrático. Por lo tanto, es un reconocimiento superior a los reconocimientos de los gobiernos en exilio y a los estados de beligerancia, reconocidos por el derecho internacional público. Pues es un órgano democrático que pertenece a la Institucionalidad Venezolana, que se encuentra en pleno funcionamiento. Además, se trata de un reconocimiento que puede llegar a ser superior al reconocimiento que tiene el actual gobierno de Maduro, porque puede dar lugar, como lo ha hecho en gran parte del mundo, la suspensión de las relaciones internacionales con los agentes diplomáticos de Maduro, y ser sustituidos por los voceros y representantes diplomáticos que designe la Asamblea Nacional. Más aún, con este reconocimiento internacional la Asamblea Nacional queda reconocida ahora como único órgano representativo de la democracia con el reconocimiento de todas sus facultades no solo a nivel interno sino también a nivel internacional, para todo lo concerniente a la reintegración gradual de la democracia con el apoyo interno y externo que logre obtener. Para ello los miembros de la Asamblea no solo gozan de la inmunidad del derecho interno Venezolano, sino que también disfrutan de la “autonomía democrática”, esto es, la de estar sometido exclusivamente al poder interno de la Asamblea y al poder del pueblo. Lo cual se traduce en el reconocimiento de una especie de “inmunidad democrática”, esto es, la de no estar sometido a jurisdicción de ningún otro órgano del mismo Estado Venezolano o del exterior. Por lo que cualquier violación de este “fuero democrático” constituiría un crimen de lesa humanidad (art. 7 lit.c y h del estatuto de Roma), de conocimiento inmediato de la Corte Penal Internacional y con la procedencia de las órdenes de detención pertinentes (arts. 57 y 58 del citado estatuto).