Por: Germán Archila
@Germancho101
En un país donde cada día una noticia tapa la otra Odebretch, fiscal, vídeo de Petro, atentado del ELN, Hollman Morris, y así sucesivamente los hechos no pueden ser analizados con profundidad por la misma dinámica noticiosa del país, devolvámonos unos días a una marcha o plantón en contra del Fiscal General de la Nación, un grupo de ciudadanos en todo el país salió a exigir la renuncia del funcionario.
Los argumentos para que Néstor Humberto Martínez se vaya del cargo son legítimos, un funcionario inmiscuido en uno de los escándalos más grandes de corrupción de Latinoamérica Odebretch, que perdió la credibilidad ante los ciudadanos y está a cargo de las principales investigaciones del país, en el planton varios manifestantes decidieron bajar la bandera de la fiscalía al frente del bunker, para quemarla, a lo cual los guardas de seguridad intervinieron y termino en una pelea donde un energúmeno decidió utilizar un cuchillo y atacar al vigilante.
Pero fuera de este hecho totalmente repudiable, cual es el sentido de quemar una bandera, un símbolo, la manifestación era contra el fiscal o contra la fiscalía, el desacuerdo es que un personaje cuestionado sea fiscal, o la existencia de la institución que fue una de las ganancias de la constitución del 91.
Argumentos en contra y a favor de la acción se tomaron las redes sociales, que mucho show por un pedazo de tela, que eso n significaba nada, pero ahí es donde se pierde la proporción de los símbolos, es una representación de la institución y atacarla termina desviando el debate, el cual es, si Néstor Humberto es una persona que representa una institución que debe contar con toda la credibilidad del país, este es un ejemplo del poco respeto que le tenemos a los símbolos, luego del vil ataque del ELN a la escuela de Cadetes General Santander se pidieron minutos de silencio para honrar las víctimas y tampoco fueron respetados.
El primero durante la intervención del Presidente Duque el pidió un minuto de silencio y la W RADIO en el programa de Vicky Dávila, mientras se hacía el minuto Vicky siguió hablando desde los medios empieza la empatía ante los símbolos y respeto, esa misma noche en el Estadio mientras se honraba el minuto de silencio las barras de Atlético Nacional siguieron cantando sin mostrar respeto al símbolo, días más tarde, las barras de Santafe harían los mismo. No se respetan los símbolos, y ahí empieza el irrespeto ante el otro, ante lo que cree, ante lo que respeta, ahí comienza el camino de la intolerancia, la invitación es a respetar los símbolos de las instituciones y de las personas, y así usted no esté de acuerdo con un ritual no participe, pero respete en silencio y no traspase esa frontera de las creencias de los demás.