PERSPECTIVA MUNICIPAL

A raíz de la iniciación del nuevo período de gobierno en cada uno de los municipios del país, se hace necesario que los dirigentes de cada uno de esas localidades no solo consoliden sino que también concreten sus respectivas perspectivas. Porque si bien ciertamente cada una de estas localidades gozan de condiciones distintas, en cuanto a su ubicación, población, servicios, presupuestos y problemas en general; lo cierto es que es el momento en que, por lo menos en las pequeñas municipalidades se geste la discusión sobre su situación, en el sentido si ha de continuar en las mismas condiciones, o, por el contrario, si debe impulsarle su desarrollo. Ello se debe a que si bien las grandes ciudades latinoamericanas siguen siendo absolutamente de manera tal que imposibilitan o debilitan el desarrollo de las pequeñas; también lo es que estas también pueden lograr su propio desarrollo si logran obtener un consenso sobre su futuro progreso. Así, por ejemplo, muchas ciudades pequeñas próximas a las grandes urbes han logrado magnifico desarrollo, porque bajo la idea de ciudad alterna han logrado facilitar las inversiones en vivienda, empresas, establecimientos educativos, escenarios públicos, creación de empleos, etc. con la promoción y desarrollo de una política especial y temporal de rebaja o exoneración de ciertos impuestos, de lugar de dormitorio o de medio ambiente favorable. De igual manera hay que destacar aquellos logros que han alcanzado y que pueden alcanzar ciertos municipios en materia de explotación económica y desarrollo laboral, permanente o transitorio con la promoción y adopción de ciertas políticas y programas presenciales relativos a la gastronomía, el turismo, los festivales, los encuentros culturales y religiosos, las competencias culturales y deportivas, etc. así como aquellos de carácter virtual, como los de teletrabajo, ventas on line, etc.
Energía, la base de la vida

Marta Sáenz Correa. Nathalie Schmidt, autora del libro “Energía, la base de la vida”, nos explica como todos los seres vivos y las cosas están compuestos de energía, y todo en nuestra vida es, al final, un intercambio de energía. El texto se constituye en una guía práctica para mantener el buen balance de nuestra energía y, en esa medida, tener una vida saludable, en armonía con quienes nos rodean, libre de miedos y con el convencimiento de que podemos alcanzar los objetivos de vida que nos proponemos. La energía es eso que define todo en nuestra vida; un elemento decisivo en el mundo, que define el ser y el no ser. La autora indica que en cada momento de nuestra vida debemos pensar que todos estamos hechos del mismo material, que todo lo que nos rodea tiene el mismo origen y que todo lo que hacemos lleva una transformación, tanto en nosotros mismos como en los demás. Por ello, la energía es la llave hacia una vida feliz, exitosa y maravillosa. La energía es nuestra puerta hacia la felicidad, y un instrumento para diseñar nuestras vidas; cada uno de nosotros define con la ayuda de la energía como será esa vida. También afirma, que nuestro cuerpo está compuesto por muchos torbellinos de energía que nos mantienen unidos. El entorno de una persona marca cada una de sus células, así como todo su organismo; cuanto más perciba el organismo su entorno, más son sus posibilidades de sobrevivir. Cada persona tiene su campo energético, es decir, su propia firma energética. Así como las huellas dactilares y el ADN son distintos de persona a persona, también se diferencian nuestras huellas energéticas. Si una persona pierde la referencia emocional de su entorno, deja de estar unida energéticamente a él. Las antenas aún siguen existiendo en nuestro cuerpo, solo debemos preocuparnos por volver a percibir la energía de nuestro alrededor y construir nuestra conexión energética con el entorno. La energía está en todas las formas de comunicación, la comprensión, las preocupaciones, la escasez y las necesidades de los demás; precisamente porque ella une a las personas con los otros. La energía es todo lo que el hombre necesita para vivir; lo que concierta nuestro mundo y nuestra existencia. La energía no es visible y solo podemos ver los resultados de su actuar, pero si somos agudamente conscientes la podemos sentir. La energía es todo lo que nos rodea.
OPINIÓN SOCIAL

La opinión social, esto es, la apreciación que toda o parte de la sociedad sobre algún hecho, acto, persona o fenómenos de la vida social, tiene una singular importancia no solo en sus relaciones sociales, sino también en las relaciones religiosas, económicas, políticas, etc. Ello se debe que quienes participan en esta opresión de manera consciente o inconsciente, pero de manera equivocada, se forma la idea de que es verdad que toda esa colectividad tiene la misma opinión que ella lo expresado de manera considerada y, ante todo, que el contenido de dicha apreciación es también verdadero. Sin embargo, el acierto de esa opinión social es mucho más cuestionable cuando ella se expresa en las redes sociales, debido a la forma como se construye. Porque si bien es cierto que se trata de una manifestación que surge por el contacto personal electrónico, también lo es que su formación no suele tener aquella característica. En efecto, dicha opinión social puede estar afectada de errores o falsedades en todos o en algunas etapas de la construcción. Porque, la información que se emite, no solo omite el verdadero generador, que puede ser de un motor o de un manager community y no de persona reales, sino que ella puede contener errores, falsedades o sugerencias indebidas y, ante todo, intenciones ocultas, como las de ge erar emociones de ira, odio, malestar o desagrado, etc. De igual manera, la persona que recibe el mensaje, además de obrar reactiva y no es paralelamente, lo hace de manera emocional para aceptar, o aumentarla o rechazarlo, sin verificar la veracidad, ni mucho menos de establecerla mediante un análisis adecuado, y, en algunos casos, admitiendo en silencio dicho mensaje. De allí que la circulación.
Que nadie dañe tu autoestima

*Marta Sáenz Correa. La manera en que nos vemos a nosotros mismos condiciona nuestra valía personal, nuestra manera de ser y la forma como actuamos en los ámbitos personal, laboral, social, de pareja, etc. La autoestima es una autovaloración crítica y positiva de uno mismo, la sensación de tu valor como persona, y la base del bienestar psicológico. Nadie es perfecto, por lo cual debes aprender a aceptarte con virtudes y defectos, y solo así conseguirás que los demás te quieran por cómo eres y no cómo por cómo quieren que seas. Una buena autoestima nos ayudará a enfrentarnos a situaciones y pruebas frente a las cuales daríamos por hecho que no somos capaces de actuar, o no estamos lo suficientemente preparados. Una persona con una alta autoestima posee sentimientos de confianza, autoeficacia y seguridad en sí misma, se muestra más flexible, realista e independiente, posee mayor facilidad para adaptarse a los cambios, es perseverante ante las dificultades, es asertivo, es menos susceptible a la crítica y se muestra abierto a aprender de los errores. En la convivencia diaria podemos caer en situaciones que pueden destruir la autoestima de los que nos rodean, por lo cual debemos evitar: 1) Descalificar: expresiones como no vales nada, no tienes la capacidad, o no pueda hacer esto, causan un fuerte daño en quien las escucha. 2) Victimizar: si quieres hacer sentir mejor a ese familiar o amigo, lo mejor es que le hables con la verdad para que tome las riendas de su vida. 3) Comparar: el hábito de comparar solo sirve para resaltar los defectos, complejos e inseguridades, y es la forma más rápida de demoler la autoestima. 4) Ignorar: cuando haces caso omiso a lo que dice una persona o finges que no la ves, o no le respondes, es un acto que afecta en gran medida la autoestima de las personas, y más si son cercanas a ti. 5) Aislar a una persona de los círculos de amistades, familiares o de trabajo. Si quieres mejorar tu autoestima hay que trabajar para limitar o que desaparezcan, los pensamientos autodestructivos sobre ti mismo; considerar los errores como oportunidades de aprendizaje; probar cosas nuevas; identificar lo que puedes cambiar y lo que no; fijarse metas alcanzables; sentirse orgulloso de las opiniones e ideas; no compararse con los demás; relajarse ante las situaciones que te generan estrés; y, enfrentar aquellas situaciones que te produzcan miedo e inseguridad. Nunca es tarde para construir una autoestima positiva y sana.