IMPACTO COMUNICATIVO
Sin lugar a dudas la tecnología ha permitido un gran desarrollo en el aspecto comunicativo, porque hemos pasado de la comunicación escrita y telefónica a la comunicación contemporánea a través de los dispositivos electrónicos del correo electrónico y de la comunicación de mensajes de datos, especialmente el WHATSAPP. Sin embargo, lo que aquí quiere destacarse es el impacto que estos medios han producido y pueden producir en las comunicaciones interpersonales. Porque ciertamente la comunicación escrita, si bien era más meditada y pensada en su emisión y respuesta, también lo es que no tenía la seguridad de su desarrollo, la rapidez de su transporte y la efectividad de su resultado. Pero todo ello implicaba o acarreaba la necesidad de aguardar cierto tiempo que contribuía a la conciencia de saber esperar, ser paciente, ser prudente y generar expectativas, etc. Algo semejante ocurría y ocurre con la comunicación telefónica, en donde las anteriores circunstancias se acentuaban en la comunicación oral, en el sentido de que si bien se tenía la seguridad del contacto personal directo inmediato, la comunicación oral también era y es mejor meditada y pensada en la emisión y recepción pertinente. Sin embargo, esta comunicación suele estar motivada por el buen trato personalizado preparado, cuando ello es posible, con la finalidad de satisfacer en forma inmediata lo pretendido. Sin embargo, en la actual comunicación electrónica, si bien se establece una comunicación directa y, en ciertos casos, casi en forma interactiva que no solo permite el contacto y respuesta inmediata o en tiempo real, generando una relación más económica en tiempo, transporte, seguridad, costo y conocimiento; ni es menos cierto que también genere entre los intervinientes impactos diversos. Son positivos, cuando el inmediatismo resulta satisfactorio, especialmente en aquellos casos en que obtiene el resultado esperado. Pero también puede generar entre los intervinientes situaciones negativas de hacerlo emocional o sentimentalmente, impaciencia, imprudencia, malestar y frustraciones de manera sucesiva y periódica. De allí que sea recomendable tener un control personal de la comunicación por dispositivo electrónico que, además de impedir la dependencia, facilite su uso adecuado con la preparación y planificación pertinente, sin afectaciones individuales, familiares y sociales.
Ignorar con inteligencia
*Marta Sáenz Correa. Las personas usualmente nos preocupamos por cosas que no están sucediendo o que no son importantes, minando así nuestra capacidad de ser felices en el aquí y ahora. El arte de saber ignorar con inteligencia no es fácil de aplicar en nuestro día a día y supone en muchos casos, alejarnos de ciertas situaciones e incluso de personas en un acto de auténtica valentía que debe venir precedido por un tipo de discriminación meditada. Sabio no es aquel que acumula conocimientos y experiencias, sino más bien quien sabe utilizar de forma efectiva cada cosa aprendida y, además, ignorar todo aquello que no es útil, que no le permite crecer para avanzar como persona. Para establecer prioridades es necesario dar a cada cosa que nos rodea su auténtico valor; no el que puede tener de manera objetiva, sino el que puede acumular en función de nuestras necesidades y deseos. A mayor nivel de estrés y ansiedad más te costará establecer prioridades, por lo cual es importante reflexionar sobre qué situaciones y personas tienen auténtico valor en momentos de calma personal. Piensa en aquello que es importante para ti y no para los demás, no temas a las críticas ajenas o lo que puedan pensar por las decisiones que quieras tomar. Entiende que priorizar no es únicamente ignorar lo que nos hace daño, es reorganizar nuestra vida para encontrar espacios para ser felices. A veces para ser felices tenemos que saber ignorar a muchas personas, y desatender aquellos actos, palabras o sentimientos que pretendan o consigan anularnos. Sencillamente hay personas que resultan conflictivas y que nos atormentan con sus quejas, juicios, y dramas, lo cual puede resultar agobiante y altamente tóxico, pues condiciona nuestro bienestar a la incertidumbre de sus actuaciones. Por eso tenemos que dejar de alimentar aquellos intercambios que nos quitan energía y nublan nuestra realidad. ¿Que es lo que debemos ignorar para ser felices? Las críticas de los demás, nadie nos puede afectar sin nuestro consentimiento, somos nosotros lo que damos validez a las opiniones de los demás; las comparaciones obsesivas, está muy bien que la gente triunfe y tenga éxito, pero no que hagan sentir a los demás poca cosa. No hay persona más insignificante que aquella que usa sus logros para menospreciar a los demás. Sigue centrándote en lo que tú puedes hacer para seguir creciendo; y, por último, los intereses y egoísmos, no todo el mundo te está ayudando cuando intenta aparentar estar haciéndolo.