Por: Javier Porto
Cartagena-Mesa de fritos- 2016.
Cartagena estrena en el 2016 un nuevo alcalde. Este hereda una cantidad de obras inconclusas, como son: La etapa instructiva del mega proyecto de Transcaribe, el cual ya cuenta con 11 años de retraso y no están muy claros los recursos para la chatarrización. Por otra parte, también recibe en el mismo sitio al mercado de Bazurto, el cual aún no se ha trasladado para la nueva central de abastos, ya que, como es bien sabido, solo está diseñada en planos. De igual manera también recibe el mercado sectorial de Santa Rita a medio funcionar.
Y en el mismo sentido hay que decir que el nuevo Alcalde encuentra: El edificio de las extintas empresas públicas sin ninguna adecuaciòn. La loma y el túnel de Marbella, sin soluciòn aparente del problema de las filtraciones de agua. El paseo peatonal de Bocagrande y el de Castillogrande en obra gris. La falta de adecuaciòn de hospitales y colegios distritales.
Qué balance de eficiencia mediocre, Exalcalde Dionisio. Así lo recordamos los cartageneros.
El reto que tiene el actual alcalde, el periodista Manolo Duque, es bastante grande. Porque las finanzas están empeñadas debido a la utilización de las vigencias futuras. Por lo que necesitará de un equipo experimentado, con mucha iniciativa y apoyo nacional para salir de ese atoyadero y ponernos a la vanguardia de una verdadera ciudad. Si estos condimentos no se cocinan bien estaremos abocados a un estruendoso fracaso.
Por eso, el nuevo alcalde debe despegarse de la clase política, si quiere, como lo reclaman los cartageneros, ir por el sendero del desarrollo sostenible, mas ahora en épocas de crisis de la economía global.