POR: IGNACIO ORREGO ROJO (IGOR).
EN MOTIVACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.
-Ayudando a otros nos ayudamos a nosotros mismos; esto es cooperación. Ninguna persona es isla separada en sí misma. Un espíritu mental armonioso y cooperador, es una necesidad y sin él no puede existir la esencia de prosperidad en el ambiente. Aún nuestro bienestar general depende muchísimo de nuestra capacidad de cooperación.
La cooperación es la unidad y la unidad produce poder: cooperación significa olvidar al yo y convertirlo en nosotros. Como cualquier otra cosa, la cooperación debe darse antes que pueda recibirse. Esta disposición de dar primero reviste inmenso valor, porque dentro de nosotros mismos y dentro de otros, la armonía engendra el éxito, nuestro éxito.
-La cooperación es el reflejo directo de nuestra actitud mental positiva; sin ella nuestra capacidad de pensamiento sufrirá mucho y con toda probabilidad no se multiplicará. Cuando cooperamos voluntariamente, trabajamos en armonía, realizamos y conquistamos. Recordemos que cuando ayudamos a alguien a trepar una montaña, nosotros también nos encontramos más cerca de la cumbre.
-Interésese sinceramente por las otras personas. Esta actitud paga verdaderos dividendos porque se produce un efecto de espejo; cuando uno se interesa sinceramente en otra persona, esa persona se interesa automáticamente en uno: Si usted es vendedor esta es una práctica que le dará muchos negocios y amigos.
