El uso del Whatssap para establecer una comunicación o conversación mediante mensajes de texto electrónicos en los “celulares” o móviles, tabletas y computadores, se ha generalizado tanto que lo emplean no solo las nuevas generaciones de jóvenes y adultos, sino también los que gozan de madurez y los de la tercera edad. Sin embargo, muy pocos de sus usuarios han reflexionado sobre la importancia que tiene y que pudiera tener en sus vidas.
En efecto, son muchas las necesidades, intereses y satisfacciones que logra el Wasap, que valdría la pena que los científicos investiguen a fondo, a fin de establecer su verdadero alcance y evitar su distorsión, y, si fuere el caso, procurar su corrección. Porque, en algunos, dicho uso produce las satisfacciones del contacto, la atención, la comunicación, la compañía, la conversación; el compartir, hacer conocer, advertir, dialogar, entenderse, informarse, o expresar emociones, sentimientos, etc.
En tanto que, en otros, o en ciertas oportunidades, genera preocupaciones, ansiedad, dependencia y hasta dependencia o adición sobre su ejecución (“Wasapear, como algunos la califican”) y, si fuere el caso, alteraciones en comportamiento individual (atención, interés, etc.) y social (relaciones sociales, etc.). Pero también sería importante establecer a que (causar) obedece a dichas manifestaciones, si, por ejemplo, su causa radica en la soledad, en la falta de comunicación en que vive la sociedad actual y la consiguiente necesidad de estar en contacto con los demás, en la necesidad de conversar, etc. o si, por el contrario, se está sustituyendo la relación personal directa y potencial para una relación personal a distancia y que consecuencias habrán de producirse en el futuro.
Paralelamente, también debe señalarse que esta “experiencia de comunicación virtual”, especialmente en la disposición y facilidad para el uso de los móviles, también ha servido para que nuestros usuarios lo empleen para sus propias actividades, bien sean personales, como pagos y compras, o de carácter educativos, para obtener información (especialmente, por Internet) y elaboración de trabajos académicos; o de carácter ocupacional o profesional, para informaciones, comunicaciones, etc.
De allí que también sería interesante recibir de los usuarios y de los profesionales de esta tecnología mayor ilustración compatible con los demás sobre la utilidad responsable y aplicación educativa de estos medios electrónicos.