Con el inicio en agosto del presente año del gobierno del Presidente Iván Duque, no solo ha comenzado la presentación de diversos proyectos de reforma, sino también la presentación por parte de su partido otra serie de reformas sobre el mismo tema que han revelado la idea de una falta de unidad y coherencia en el partido de gobierno, y han surgido la existencia de diferencias, oposiciones, o divisiones ideológicas en ese partido.
Sin embargo, esa es la apariencia pública. Porque, independientemente de ella, lo que hay en el trasfondo es el manejo de la opinión pública, en el sentido de distraerla manteniéndola centrada en lo que hace o no hace este partido, sin que existan acciones de gobierno que atiendan y resuelvan los problemas que aquejan a la sociedad.
Pero, además de lo anterior, también existe en el Centro Democrático un ánimo perverso de manipulación de la opinión pública con la presentación de sus proyectos. Porque, de manera oculta persigue obtener con prebendas, como ahora se le llama a la mermelada, no solo la atención sino el apoyo a sus iniciativas ocultas de reforma.
Para confirmar esta aseveración basta con resaltar la inclusión en la reciente reforma a la justicia “la inmunidad parlamentaria”, esto es, la necesidad de que previamente a la adopción y práctica de una medida de privación de la libertad de cualquier parlamentario, deba obtenerse de la respectiva Cámara su correspondiente levantamiento.
Pues con esta inclusión aparentemente se está haciendo una “mera propuesta” para discusión del congreso, pero que, en el fondo, se está haciendo pública, una supuesta necesidad en el tema, con el propósito inicial de obtener el interés en ella, que conduzca a su simpatía y apoyo por los parlamentarios, y, en especial, por aquellos que no solo están investigados, sino también por aquellos que puedan serlo. De allí que, a pesar de haberse reiterado provisionalmente esta propuesta, no es menos cierto que en forma silenciosa se ha generado la simpatía, por lo menos, de la necesidad de la discusión, en la cual la opinión pública debe encontrarse alerta de esta nueva forma de impunidad.
Pero lo importante es preguntarse si tales concesiones son mermeladas o prebendas de gobernabilidad?