A raíz de la iniciación del nuevo período de gobierno en cada uno de los municipios del país, se hace necesario que los dirigentes de cada uno de esas localidades no solo consoliden sino que también concreten sus respectivas perspectivas.
Porque si bien ciertamente cada una de estas localidades gozan de condiciones distintas, en cuanto a su ubicación, población, servicios, presupuestos y problemas en general; lo cierto es que es el momento en que, por lo menos en las pequeñas municipalidades se geste la discusión sobre su situación, en el sentido si ha de continuar en las mismas condiciones, o, por el contrario, si debe impulsarle su desarrollo. Ello se debe a que si bien las grandes ciudades latinoamericanas siguen siendo absolutamente de manera tal que imposibilitan o debilitan el desarrollo de las pequeñas; también lo es que estas también pueden lograr su propio desarrollo si logran obtener un consenso sobre su futuro progreso.
Así, por ejemplo, muchas ciudades pequeñas próximas a las grandes urbes han logrado magnifico desarrollo, porque bajo la idea de ciudad alterna han logrado facilitar las inversiones en vivienda, empresas, establecimientos educativos, escenarios públicos, creación de empleos, etc. con la promoción y desarrollo de una política especial y temporal de rebaja o exoneración de ciertos impuestos, de lugar de dormitorio o de medio ambiente favorable.
De igual manera hay que destacar aquellos logros que han alcanzado y que pueden alcanzar ciertos municipios en materia de explotación económica y desarrollo laboral, permanente o transitorio con la promoción y adopción de ciertas políticas y programas presenciales relativos a la gastronomía, el turismo, los festivales, los encuentros culturales y religiosos, las competencias culturales y deportivas, etc. así como aquellos de carácter virtual, como los de teletrabajo, ventas on line, etc.