Marta Sáenz Correa
Tuve la oportunidad de participar en el curso de redacción empresarial, organizado por la Revista Semana; una experiencia positiva de mucho aprendizaje, la cual les quiero compartir. El curso apuesta principalmente a que los participantes aprendan nociones de ortografía, gramática y sintaxis y adquieran herramientas para producir un texto, releerlo, y corregirlo. De los docentes, Mauricio Sáenz, jefe de redacción de la revista y Laura Rojas Quijano, correctora de estilo de la revista Soho, aprendí, que escribir bien es la mejor carta de presentación.
Gracias a la aparición de las nuevas tecnologías de información y comunicación, en este momento, el poder de las palabras es mayor. La expresión escrita la utilizamos en los correos electrónicos, trinos de twitter, trabajos académicos, cartas, artículos, y mensajes de texto a través de teléfonos móviles, por lo cual cobra mayor importancia saber redactar de manera clara, contundente y sin errores.
En ese sentido, es necesario tomar conciencia de que debemos escribir bien para producir un efecto en el lector. Lo que escribimos se vuelve un referente y fuente de consulta; si lo escrito quedo claro, preciso y concreto, el mensaje puede trascender en el transcurrir del tiempo.
La comunicación escrita debe hacerse con naturalidad y elegancia; todo texto debe producir un efecto en el lector. Siempre debemos tener claro para que escribimos, ¿Qué mensaje queremos transmitir? ¿Qué efecto queremos producir? ¿A quien va dirigido el mensaje? Lo cual implica que el escrito debe contar con un planteamiento, desarrollo y conclusión. En el primero expresamos la idea general de lo que vamos a comunicar, y es el párrafo que va a generar interés al lector; en el segundo, los párrafos en orden de importancia, en forma lógica y concatenada desarrollan el planteamiento, para que el escrito llegue a una conclusión coherente. Finalmente, una conclusión que resuma brevemente el mensaje que se quiere transmitir.
Es imperativo estar atentos a los errores más frecuentes en la hora de redactar: perder el hilo central del texto, todas las ideas deben estar dentro de la misma lógica; caer en la incoherencia; usar léxico rebuscado, hay que escribir para la generalidad de la gente; utilizar palabras inapropiadas, groseras, vulgares; utilizar expresiones comunes que suelen quitarle interés y elegancia al texto, a manera de ejemplo: amarga derrota, bajar la guardia, brutal agresión, llover a cántaro, merecidas vacaciones, lanza en ristre, entre otros; y, exagerar en los adjetivos, si estos no dan vida, matan.
También es importante evitar las redundancias, entendidas como repeticiones innecesarias de palabras o significados dentro de la oración: y la ambigüedad con el uso adecuado de los signos de puntuación, encargados de organizar el mensaje para facilitar su comprensión y de mostrar las relaciones lógicas entre las oraciones para evitar ambigüedades.
Les compartiré los trucos aprendidos para escribir correctamente; piense antes de escribir y realice un esquema del texto a partir de las preguntas, ¿qué voy a decir? ¿Cómo lo voy a decir?, ¿Quién me voy a dirigir y con qué propósito? Escriba siempre con las palabras apropiadas, de manera directa y clara, pues el exceso de palabras es carencia de ideas; Redacte oraciones en voz activa: primero escriba quien, luego la acción y finalice con el qué. Revise el uso de los signos de puntuación y no los ubique entre sujeto y verbo, ni entre verbo y complemento. Y por último, lea, revise el documento varias veces, corrija los errores de digitación y evite el contenido que afecta la credibilidad del texto.
Al finalizar el curso, aprendí que saber escribir es tan importante como cuidar nuestra imagen, es la mejor carta de presentación. Escribir bien demuestra nuestra cultura, y dice mucho de nosotros y de la educación que recibimos.