Nicolás Enrique Zuleta Hincapié
Rector Nacional
El comportamiento social de los seres humanos debe estar orientado por la recta razón y su voluntad inquebrantable de actuar pensando en el bien común. En las primeras etapas de la formación del pensamiento filosófico, la ética Aristotélica, ya había ocupado la construcción de un sistema de valores en el bien común como principio organizador de las relaciones entre los sujetos, y la búsqueda del equilibrio, el justo medio entre el exceso y el defecto para alcanzar la virtud en las acciones como fruto de la elección libre y autónoma a la que se obliga el sujeto.
Siglos más tarde, en la ética Kantiana, esos postulados se representan en la ética de la buena voluntad a la que el sujeto se obliga como principio y sustento de sus acciones. La voluntad del sujeto es un deber, un imperativo que lo obliga en pleno ejercicio de su liberalidad. Su responsabilidad surge de manera autónoma con base en su voluntad racional.
En este orden de ideas, la Universidad Libre, desde su alba, viene cimentando en su comunidad académica principios democráticos que redundan en la ética profesional como aporte al país.
Teniendo en cuenta esos presupuestos, con ocasión de las recientes denuncias sobre el presunto comportamiento indebido de un magistrado de la Corte Constitucional, que no solo mina la confianza ciudadana, su legitimidad y prestigio, sino el aparato judicial en su conjunto, la Universidad Libre expresa a la opinión pública que:
- La Corte Constitucional, desde su institucionalidad, ha sido la garante del Estado social de derecho, protectora de los derechos fundamentales y de los sectores más vulnerables.
- La Universidad Libre, conforme a sus principios fundacionales y misionales, condena todas las formas de corrupción en la administración de justicia, las acciones u omisiones que propicien o faciliten la deshonestidad y aquellas que agravien la credibilidad e independencia de los jueces.
- En situaciones de grave dificultad como las que hoy vive el país, hay que preservar la institucionalidad y actuar con sabia serenidad para que los procedimientos de reforma constitucional o legal no sean meras fórmulas para superar una crisis, sino un desafío conducente a fortalecer a la corporación de justicia que desde su creación ha gozado del mayor respeto y credibilidad entre los ciudadanos.
- El prestigio y reconocimiento de la Corte Constitucional se ha logrado con el trabajo honrado, juicioso, abnegado de magistrados, funcionarios judiciales y administrativos, que han hecho tangible el Estado Social de Derecho, reales los derechos fundamentales y exaltado en su dignidad a los sectores vulnerables.
CONTINUARA:….LA UNIVERSIDAD LIBRE Y LA DEFENSA DE LOS VALORES……