¿Porque me descalificas?
Marta Sáenz Correa Siempre existirá esa persona que te dice que no eres bueno, que tus resultados no se comparan con los suyos, y que no cesa en descalificarte, y, en algún momento, aun cuando sus afirmaciones no sean ciertas podemos llegar a pensar que tiene razón. En nuestra vida cotidiana no podemos evitar encontrarnos con este tipo de personas toxicas que pueden arruinarnos la vida, destruir nuestros sueños o alejarnos de nuestras metas, por lo que debemos aprender a manejar la situación. Bernardo Stamateas, argentino, licenciado en psicología, en su libro Gente Toxica, describe al descalificador como la persona que tiene como objetivo controlar nuestra autoestima y hacernos sentir con poco valor ante los demás para que, de esa forma, él pueda brillar y ser el centro del universo; como aquel que pretende que el otro, viva desconfiado, se sienta inseguro y dependa de sus palabras y opiniones para lograr el control y poder sobre tus emociones. Hay distintas formas de descalificar: quitar el mérito a algo positivo hasta hacerlo neutro; etiquetar o rotular; utilizar la ironía y el sarcasmo, la primera como una burla con bronca, y la segunda con más bronca que ironía; y finalmente, el rumor, como una herramienta para lograr el desprestigio. Afirma el autor, que quienes desvalorizan a otros tienen muy baja la autoestima por lo que necesitan desvalorizar a los demás, y es posible que en su infancia hubieran tenido padres que les desvalorizaran continuamente e inconscientemente repiten esos actos con sus hijos, amigos y empleados. Los descalificadores hoy te endiosan y mañana te bajan del pedestal en un instante; su idea es que vivas desconfiando, te sientas inseguro y seas dependiente de sus palabras y opiniones. Invalidar, descalificar, manipular son los objetivos del descalificador. Stamateas nos presenta pautas para controlar al descalificador: lo podemos confrontar, pero el siempre dará vueltas para salir ileso de la situación y hacer que tu quedes con toda la responsabilidad del asunto. Otro método no muy aconsejable es actuar como él: eres descalificado, entonces descalificas, estarás sumándote a su juego corriendo el riesgo de salir nuevamente herido. Solo si logramos controlar nuestras emociones y aplicamos el dominio propio a nuestras vidas, sabremos qué no hacer frente a esta clase de manipuladores emocionales y seremos capaces de ganar la batalla. Comienza por priorizar tu vida, cuida tus emociones, deshazte de toda esta gente tóxica. Si cuando eras niño te desvalorizaron, te manipularon, te ofendieron, perdona a todos, despréndete de cada una de las palabras y de las insinuaciones que asumiste como ciertas y serás libres de todos los que te ofendieron. Aprende a ser independiente, a ser constructor de tu propio futuro.
¿CONSULTA ANTICORRUPCIÓN IMPORTANCIA?
A raíz de la consulta popular sobre la corrupción, se hace pertinente no solo comprometer a la ciudadanía con su participación, sino también obrar con honestidad con los posibles participantes, indicándoles que con ello no se va a acabar con este flagelo, aunque si contribuye a su erradicación. Ello obedece a que siendo la corrupción un fenómeno de disfuncionalidad ética de los servidores públicos y de los particulares, que el Estado trata de prevenir con las condiciones objetivas de los verdaderos intereses públicos de la sociedad relativo a la honestidad de sus servidores y a la imparcialidad y vocación de servicios de estos; su solución consistente en su erradicación, no está directamente en las manos de una mera decisión popular. Puesto que aquel proceso de honestidad y transparencia es alterado y afectado por un proceso de deterioro o de degeneramiento de la actividad honesta y constante de mejoramiento de las funciones en la sociedad, en la que mediante su apariencia, se oculta el interés privado e indebido de aprovechamiento de lo público. Todo lo cual tiene su causa principal en la ausencia o débil vocación y compromiso de servicio público, en el dominio funcional de interés no público en la conducta de sus intervinientes, como son los particulares y los servidores, quienes aparentan el ejercicio ético de una función, con el oculto aprovechamiento indebido de ello. Y todo ello unido al ausente o débil control del Estado y de la misma sociedad. Sin embargo, la participación de la consulta debe contribuir a que la sociedad se apropie del asunto ético, como un principio de conciencia y control social ético no solo de los servidores públicos, sino también de sí misma.
Nos falta Prudencia
*Marta Sáenz Correa. Cuantas discordias, pleitos, enemistades, separaciones, decisiones erradas, y conflictos nos evitaríamos si calláramos en lugar de explotar, y cuanto ganaríamos si actuáramos con prudencia. Si somos personas sujetas a nuestras emociones, seremos esclavos de ellas y nos expondremos a muchos problemas. Una persona prudente se caracteriza porque sabe cuándo hablar y callar, y cuando actuar o abstenerse de hacerlo, así como por su comportamiento cauteloso. La prudencia es el arte de decidir bien, e implica el dominio de las reacciones y emociones; es la capacidad que tiene una persona de tomarse un tiempo para juzgar una realidad o para conocer a una persona tal y como es; es la sabiduría de reflexionar para tomar decisiones de forma óptima. Además, la prudencia se asocia con la búsqueda del bien en las acciones con un criterio de justicia, es decir, hacer lo correcto de acuerdo a las normas que diferencian el bien del mal. El valor de la prudencia es fundamental en una vida plenamente consciente porque te ayuda a reflexionar sobre las consecuencias de tus actos antes de realizarlos. La prudencia es una cualidad que disponen algunas personas que lo llevaran actuar y conducirse en la vida con suma precaución y reflexión, evitándose por tanto el desencadenamiento de posibles daños sobre su persona u otros por un obrar anticipado e intempestivo; normalmente quien actúa bajo el mando de su impulsividad no se detiene a pensar y puede cometer graves errores. La prudencia se relaciona con otras virtudes como la tolerancia, discreción, sensatez, cautela, sabiduría, madurez, discernimiento, mesura, compostura, templanza, tacto, precaución, equilibrio, ecuanimidad, entereza, serenidad. También debemos decir que en quien actúa con imprudencia hay una ausencia de responsabilidad y de compromiso social, porque no se piensa en sí mismo y mucho menos en los demás. Por lo tanto, aun cuando dominar los impulsos es sin duda un trabajo difícil de realizar, es el camino que desemboca en la prudencia. En la práctica, prudencia es pensar antes de actuar, dar un concepto objetivo luego de informarse a fondo, evitar las injusticias, ser oportunos al hablar y al actuar, ser asertivos y empáticos. En resumen, el valor de la prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de generosidad hacia los demás, edifica una personalidad recia, segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes le rodean, seguros de tener a un guía que los conduce por un camino seguro. Evita las situaciones que hieren a los demás, ten dominio de ti mismo, evita tomar caminos errados y caer en tentaciones.
No Juzgues, vive
*Marta Sáenz Correa Es impresionante ver cómo hoy en día nos dejamos influir por las apariencias, los chismes y los malos entendidos que nos llevan a juzgar, criticar, e incluso a destruir el honor y el buen nombre de una persona. Cuando se critica o se hacen conjeturas básicamente se limita la verdad, se impone su punto de vista y lejos de darse una oportunidad para comprender lo que sucede, se cierra la posibilidad del dialogo. Reflexionemos cuantas veces el prejuicio nos privó de conocer a una persona que nos podría haber aportado mucho a nuestras vidas; no es poco frecuente juzgar a los demás conociendo poco de ellos. Ahora bien, pese a que no nos gusta que nos juzguen de manera incorrecta es habitual hacerlo a otras personas, incluso sin darnos cuenta del daño que les generamos. La mayoría de nosotros nos damos el derecho a opinar sobre como los demás deberían de pensar, actuar, sentir, o llevar su vida; creemos que nuestra realidad es aplicable al resto del mundo, y solemos criticar lo que no encaja con nuestra visión o lo que no entendemos. Lo peor de todo es que pasamos tanto tiempo juzgando a los demás, que muchas veces no invertimos el tiempo necesario en mirarnos a nosotros mismos y reconocer nuestras propias limitaciones. La forma en la que juzgamos a los demás es una extensión de cómo nos juzgamos a nosotros mismos, y algunos estamos tan acostumbrados a ser excesivamente críticos y exigentes con nosotros mismos, esta tan normalizado en nuestra estructura cognitiva, que ni nos percatamos de ello. Cuando te sorprendas criticando a alguien, detente un momento y pregúntate que es lo que ha suscitado esta reacción hacia la otra persona. Cuando somos capaces de entendernos mejor y aceptar tanto nuestras virtudes como nuestros defectos, no solamente desarrollamos una mayor compasión hacia nosotros mismos sino también en general hacia los demás. Para finalizar, no olvidemos que todos somos diferentes, por lo cual no puedo juzgarte a ti según mis valores, prioridades, o gustos personales; tú eres una persona distinta, tienes tu propia forma de pensar y de actuar; tampoco puedo juzgarte sin conocerte y, menos todavía, sin hacer el intento siquiera de entender las razones de tu comportamiento. No sé nada de tu historia, de tus necesidades, de las circunstancias que hacen que actúes así. Juzgarte a ti no me da la alegría que me falta ni, a la larga, me hará mejor como persona. Por todo lo anterior, es importante aprender a no juzgar, precipitarse y crear ideas falsas e incompletas, y si vamos a juzgar a alguien, que sea con todas las pruebas.
RUMBO GUBERNAMENTAL CIERTO?
A raíz de la posesión del nuevo gobierno del Dr. Iván Duque Márquez, la sociedad colombiana aguardaba expectante un rumbo certero del país que reflejara el talante del Presidente posesionado, pero el contraste entre el discurso del Presidente del Congreso, miembro del partido triunfador del Centro Democrático, con el expuesto por señor Presidente, han puesto de presente su divergencia que, en vez de mostrar matices, pone de presente perplejidad no tanto en la clase política, sino en los colombianos. Porque mientras el discurso del Presidente del congreso, no representaba a todos los congresistas, ni mucho menos a todos los colombianos, ni menos a la Nación Colombiana, sino a un partido político, el Centro Democrático; el del Presidente de la república, por el contrario, trató de reiterar las propuestas de la campaña que fueron acogidas por los electores. Pero lo que más ha sorprendido a los colombianos es que, so pretexto de hacer un balance de cuentas al gobierno saliente por parte del antiguo partido de oposición, no solo se hubiese hecho dentro de un acto de reconocimiento internacional a la democracia colombiana, sino que, con el reconocimiento su líder el expresidente Uribe, también hubiese pronosticado divergencia entre el pensamiento del partido de gobierno y el jefe de dicho gobierno. Y ello lo corrobora el desmonte de este partido de la participación de la consulta anticorrupción, mientras que el Presidente del mismo partido se mantiene en su promesa de apoyo. Puesto que tales hechos, de una parte, revelan que al partido político del centro democrático, le interesa más las rencillas, animadversiones, odios y venganzas personales de los expresidentes Santos y Uribe, que la buena imagen y la dignidad del país ante la representación internacional. Y, de la otra, que tales comportamientos ambivalentes de la orientación del Centro Democrático y del Presidente de la República, hayan sido acordados o no, socavan la confianza pública de los colombianos en el rumbo del gobierno entrante y del partido al cual pertenece. Porque, a juicio del ciudadano de a pie, de nada sirven las propuestas de aquel, si no hay armonía con el partido o la coalición del gobierno en el legislativo, pues su destino aparecería como incierto.
IDENTIDAD DE MEJORAMIENTO Y DEPORTE
Nada más oportuno en nuestra la sociedad, la ocasión del Mundial de fútbol y ahora la ocasión de los juegos Centroamericanos y del Caribe, para reflexionar sobre la importancia del deporte. Porque siendo el deporte aquella actividad física y mental, sólo aquella o ésta, que procura el desarrollo individual del deportista, en sus condiciones físicas y psíquicas, y que es meramente recreativo y competitivo, su importancia en el desarrollo humano resulta trascendente, en cuanto procura extender la necesidad de planificación, dirección, responsabilidad, preparación, entretenimiento, competición, metas y propuestas, para todos los actos de la vida, como los estudios, la capacitación, la ocupación, la profesión, etc. Más aún, el deporte bien orientado, es para el deportista, su vida. No porque la vida sea un “deporte”, como sinónimo de carencia de valor, sino, por el contrario, porque encierra mucho valor de esfuerzo útil por la vida, esto es, como trabajo agradable y apasionado debidamente entrenado y orientado para sacarle a la vida sus mejores victorias en los estudios, las calificaciones, las graduaciones, los ascensos y, en general, los méritos que conduzcan a los éxitos. Es decir, la formación deportiva no solo capacita al ser humano para competir en los aciertos y desarrollos ciertos (o riesgosos) en que se mueve la vida, sino también para que quien lo practica, procure su identidad de mejoramiento personal, familiar y social, en cuanto a los logros propuestos, y para quien lo observa y disfrute, también procure su identidad de grupo, región o nacionalidad en cuanto a su mejoramiento. De allí que sea bienvenida la promoción, desarrollo y compensación efectiva del deporte.
El Valor de la Experiencia
Marta Sáenz Correa. Si tuviéramos la capacidad de regresar el tiempo hacia atrás, seguramente tomaríamos otras decisiones, nos preocuparíamos por otras cosas, asumiríamos más riesgos, o aprenderíamos a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, pero esa sabiduría solo se adquiere con el tiempo. La experiencia no consiste en el número de cosas que se han visto, sino en todas las situaciones que se han reflexionado; es el aprendizaje que se obtiene para siempre, producto de lo que se ha vivido; el resultado de cada momento que ha llegado a nuestra vida; y, la madurez de cada camino transitado. La experiencia es tener la mente abierta al análisis, la reflexión y el aprendizaje continuo de las vivencias. Un signo inequívoco de que la persona no cuenta con experiencia es su actitud defensiva ante cualquier cambio que le implique aprender o desarrollar nuevas habilidades. La utilidad o el valor de la experiencia dependerá de cada persona y suele asociarse a la madurez o a la edad, a mayor edad, mayor experiencia. En el lenguaje cotidiano, una experiencia es una circunstancia o un acontecimiento que por sus características resulta trascendental o digno de destacar en la vida de una persona. El mundo es experiencia, la vida son experiencias. Puede existir experiencia sin sabiduría, es decir sin aprendizaje, pero no puede existir sabiduría sin experiencia. El ser humano y algunos animales tienen la capacidad de adquirir conocimientos a partir de la experiencia. Por lo tanto, es un conocimiento a posteriori, se adquiere tras la experiencia en sí. La sabiduría por su parte, es la virtud que permite entender y aprender que se debe hacer en una determinada situación; una habilidad que se aplica con la inteligencia, y que se adquiere con el paso del tiempo. La sabiduría no se enseña, si no que se desarrolla a través del tiempo, de la experiencia, y se define como la capacidad que tiene el ser humano para entender, comprender la información y poder aplicarla correctamente. Nadie cuestiona la sabiduría que dan los años, ni mucho menos la experiencia de los viejos que han librado una y mil batallas. Además, a medida que envejecemos, la forma en que procesamos la información se modifica permitiendo que manejemos mejor nuestras emociones, y al llegar a la tercera edad somos menos impulsivos y tenemos mayor control para ver el lado positivo de las cosas y ojo, también su lado negativo. Por lo cual, debemos aprovechar la experiencia y sabiduría de los mayores de manera que en un futuro cuando miremos hacia atrás tengamos la certeza de que volveríamos a vivir la misma vida si tuviéramos otra oportunidad.
LA CONFUSIÓN DE LA SOCIEDAD
Por: Germán Archila @Germancho101 Paso un nuevo mundial de fútbol, 4 años, la vida se puede medir por este evento, que se ha hecho en 4 años, hemos avanzado, hemos retrocedido, se han logrado los objetivos, se fueron personas, llegaron personas, la vida cambia, pero la sociedad sigue confundida en que celebrar un acontecimiento es una ofensa contra otras realidades que suceden en el país. Colombia fue eliminado en Octavos de final por Inglaterra, y el recibimiento en Bogotá fue grandioso, tanto que más de 30.000 personas se reunieron en el Nemesio Camacho El Campin para agradecer a la selección de fútbol su representación, la primera critica es que tenemos un pensamiento mediocre, que como era posible recibirlos así, si no ganaron el Mundial, ni siquiera llegaron a la misma instancia de Brasil 2014. Pero la gente salió a recibirlos por el esfuerzo, por cómo nos representaron, como se entregaron en la cancha, porque como dice el dicho murieron con las botas puestas, es bonito que una sociedad no se fije solo en el resultado, si no en el cómo, y esta vez la participación del equipo de Pekerman dejo satisfecho a una gran parte de los colombianos. Otra voz de protesta, que porque a la selección de Patinaje no se le recibió igual si estas gano el mundial, no se puede comparar la participación en el evento deportivo más seguido del mundo, con una disciplina que no genera el mismo interés, también es menos mediático, pero eso no quiere decir que los colombianos que salieron por los Falcao, Cuadrado, Ospina, no se alegre con los éxitos de cualquier deportista colombiano, que deja en alto la bandera tricolor, dejen la frustración, como dice el refrán nada tiene que ver el caldo con las tajadas. Pero no solo se quedaron en estas cosas, si no que después de la tusa electoral, las voces, los memes, los comentarios virales, criticando al pueblo que, si sale a las calles por el fútbol, y no por los asesinatos de lideres sociales, que estoy seguro la mayoría de los colombianos repudian y les duele, tanto que la plaza de Bolívar se llenó en la velatón para protestar por estos hechos. Porque un acto no impuesto como que la gente salga a las calles a recibir un equipo de fútbol tiene que ser un símbolo de discordia, si posiblemente nos falte más unión como sociedad para enfrentarnos a la violencia, a la corrupción, a la destrucción del medio ambiente, pero también es cierto que el fútbol no es el problema, como dicen: El fútbol es la cosa más importante, de las menos importantes, y si un gol hace feliz a millones de Colombianos, y eso seguirá siendo así. Si usted es una persona que cree que el problema es ese, relájese lo que hace feliz a la mayoría, lo que une, no puede ser un obstáculo, más bien un punto de partida para generar un mensaje para lograr otras cosas, mientras tanto hagamos la evaluación de los objetivos cumplidos hasta Rusia 2018 y preparémonos para como nos va cambiar la vida y donde estaremos al acabar Qatar 2022, ojala cuando termine vuelvan a salir miles de colombianos a recibir a los nuestros por una digna representación, y habrán algunos que harán los mismos comentarios cuando la gente es feliz.
LA DISFUNCIONALIDAD ESTATAL
Para hablar de reforma estructural del Estado, tal como se oye decir por parte de nuevos dirigentes, es preciso partir de la base de la disfuncionalidad del Estado actual, esto es, de la imposibilidad o excesiva dificultad de que con las condiciones actuales pueda cumplir con su función democrática en todos o la mayoría de los campos, sin contar con la inexperiencia en la aplicación del estatuto de la oposición. Ahora, la referida disfuncionalidad se sustenta en tres (3) deficiencias fundamentales. La primera consiste en la combinación perversa y perjudicial para la democracia, constituida por la aún judicialización de las política, esto es, con la utilización de los instrumentos judiciales (v.gr. denuncias, investigaciones), como formas de oposiciones y de reclamación de responsabilidades y eliminación política, distorsionando su función original. Y complementa lo anterior, el control del Congreso por el Gobierno, mediante el otorgamiento de beneficios por parte de este, así como a coacción del Congreso sobre el gobierno mediante el aparente control político. La segunda disfuncionalidad la encierran la falta de independencia de los organismos de control, originada en la dependencia o influencia que sobre ellos ejercen sus nominadores, y en la inoperancia general del ejercicio debido del control y su complacencia con los controlados. Y la tercera disfuncionalidad emerge de la falta de medidas de seguridad de la prevalencia de lo público sobre lo particular, que impidan que el funcionario o servidor público antepongan sus intereses personales de tipo privado (v.gr. económicos, etc.) o institucionales (v.gr. facultades burocráticas, privilegios o de la otra aspiraciones futuras, etc.), sobre los intereses de la comunidad, como son la atención, prestación de servicios y solución de sus problemas de manera oportuna y eficaz. De allí que la corrección por lo menos, de estas tres disfuncionalidades, sean un imperativo impostergable, para comenzar a corregir los defectos orgánicos, que puedan asegurar una mejor realización del Estado Social de Derecho.