De galeones, tesoros y derechos humanos
Luis Alfonso Fajardo Sánchez Los presuntos tesoros que contiene el Galeón San José han revivido debates que parecían cerrados. Además de la lista de reclamantes de este tesoro, que va en aumento, entre los cuales se encuentran los que ya han manifestado su intención de iniciar algún tipo de proceso judicial internacional como España, Ecuador, Perú, Bolivia, Panamá y la empresa Sea Search Armada, que realizó la ubicación de los restos del galeón. Sin embargo, hay un actor en este proceso que tiene la mayor autoridad moral para reclamar estos restos del mítico “Dorado”, representados es el oro, la plata, esmeraldas y otras joyas preciosas que guarda en sus entrañas la disputada nave. Esta autoridad se fundamenta en la historia, los pueblos indígenas colombianos, en cabeza de la Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC – han manifestado que el contenido del Galeón San José les pertenece por que este fue fruto del saqueo, y de uno de los genocidios más grandes de la historia de la humanidad. Pero también los indígenas de Bolivia y Perú comparten esta trágica historia y la autoridad para reclamar parte de estas riquezas ya que la mayor parte de la plata transportada en el buque provenía de las minas de Potosí, lugar donde murieron miles y miles de indígenas durante su explotación pero también de la sangre y el sudor de los indígenas peruanos quienes extrajeron la mayor parte del oro que se transportaba a bordo de la nave. Los historiadores no se han puesto de acuerdo sobre la magnitud de la tragedia pero las cifras del genocidio parecen estar entre los 80.000.000 y 120.000.000 de indígenas muertos durante la época de la llamada conquista y colonia de América. El investigador estadounidense H. F. Dobyns[1] ha calculado que el 95 % de la población total de América murió en los primeros 130 años después de la llegada de Colón. Hoy, los indígenas señalan que el despojo continúa, por ejemplo, la Cumbre Continental de Pueblos y Organizaciones Indígenas, declaró: “Que los Pueblos Indígenas hemos sido víctimas por quinientos trece años de un proceso de genocidio, colonización y discriminación producto de ideologías y políticas imperiales, mismas que han violado nuestros derechos fundamentales. Cualquier diálogo entre Pueblos Indígenas, el Estado y la Sociedad, debe tomar en cuenta la naturaleza colectiva e histórica de estos derechos” La Corte Constitucional Colombiana mediante los Autos 004 de 2009 y 382 de 2010, ha advertido que al menos 35 grupos indígenas se encuentran en peligro de extinción a causa del conflicto armado y el desplazamiento forzado. Igualmente, un estudio realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 2014 concluyó que más de la mitad de los cerca de 1,37 millones de indígenas colombianos viven en la ‘pobreza estructural’, y 7 de cada 10 niños y niñas de esta minoría étnica sufre de desnutrición crónica: “Los miembros de comunidades indígenas que están por debajo de la línea de pobreza representan el 63 por ciento del total de su población y, de estos, el 47,6 por ciento está por debajo de la línea de la miseria”. El Defensor del Pueblo ha denunciado que decenas de niños y niñas indígenas del Choco, Amazonas, Vichada, Guainía y Guajira han muerto en 2015 de hambre y desnutrición. Un enfoque de derechos humanos por parte del gobierno colombiano sobre el uso, de los aun fantasiosos e inciertos tesoros del Galeón San José, debería inicialmente reconocer esta tragedia histórica de más de cinco siglos y destinar parte importante de estos recursos para la reparación histórica a los pueblos indígenas peruanos, bolivianos y colombianos. Respecto de los restos del Galeón San José, por tratarse de una nave del estado español y de los despojos mortales, de los más de 500 ciudadanos españoles que viajaban en la nave y que perecieron tras su hundimiento, si después de 300 años aún se pueden ubicar, efectivamente, estos deben ser repatriados con todo respeto y solemnidad a territorio Español. [1] Dobyns, H. F. (1983). Their number become thined: Native American population dynamics in Eastern North America, Knoxville (Tenn.), University of Tennesee Press.
La Herencia del alcalde de Cartagena de Indias
Por: Javier Porto Cartagena-Mesa de fritos- 2016. Cartagena estrena en el 2016 un nuevo alcalde. Este hereda una cantidad de obras inconclusas, como son: La etapa instructiva del mega proyecto de Transcaribe, el cual ya cuenta con 11 años de retraso y no están muy claros los recursos para la chatarrización. Por otra parte, también recibe en el mismo sitio al mercado de Bazurto, el cual aún no se ha trasladado para la nueva central de abastos, ya que, como es bien sabido, solo está diseñada en planos. De igual manera también recibe el mercado sectorial de Santa Rita a medio funcionar. Y en el mismo sentido hay que decir que el nuevo Alcalde encuentra: El edificio de las extintas empresas públicas sin ninguna adecuaciòn. La loma y el túnel de Marbella, sin soluciòn aparente del problema de las filtraciones de agua. El paseo peatonal de Bocagrande y el de Castillogrande en obra gris. La falta de adecuaciòn de hospitales y colegios distritales. Qué balance de eficiencia mediocre, Exalcalde Dionisio. Así lo recordamos los cartageneros. El reto que tiene el actual alcalde, el periodista Manolo Duque, es bastante grande. Porque las finanzas están empeñadas debido a la utilización de las vigencias futuras. Por lo que necesitará de un equipo experimentado, con mucha iniciativa y apoyo nacional para salir de ese atoyadero y ponernos a la vanguardia de una verdadera ciudad. Si estos condimentos no se cocinan bien estaremos abocados a un estruendoso fracaso. Por eso, el nuevo alcalde debe despegarse de la clase política, si quiere, como lo reclaman los cartageneros, ir por el sendero del desarrollo sostenible, mas ahora en épocas de crisis de la economía global.
Agradecer es la clave
Marta Sáenz Correa Me alegra mucho compartir con mis amigos y lectores apartes de este libro tan especial: «Gratitud» de la autora Louise L. Hay. Consejera metafísica, profesora y también autora de los libros: usted puede sanar su vida, pensamientos del corazón, el poder está dentro de ti, el mundo te está esperando, y tú puedes crear una vida excepcional. Una actitud de agradecimiento tiene el poder de convertir las dificultades en oportunidades, los problemas en soluciones, las perdidas en ganancias, expande nuestra visión y nos permite descubrir todo aquello que no era visible para nosotros debido a nuestra actitud limitadora. La gratitud produce más cosas por las que estar agradecido, como es el aumento de la abundancia. La falta de gratitud y las quejas producen poco de que regocijarse. Nos conviene agradecer incluso las lecciones que recibimos. No debemos huir de las lecciones de vida, pues son pequeños tesoros que se nos dan y cuando aprendemos de ellas, nuestra vida cambia para mejorar. He descubierto que cuanto más dispuesta estoy a agradecer las pequeñas cosas de mi vida, más cosas grandes surgen de fuentes inesperadas, y empiezo con mucha ilusión cada día. La gratitud puede transformarse en una respuesta automática a cualquier situación que nos beneficie, tiene poderes regeneradores, agradecer lo que tengo es también una forma de liberarme de una sensación de pérdida. Cuando soy consciente de todo el amor que recibo, puedo olvidar rápidamente mis problemas. La gratitud es una respuesta emocional llena de amor que surge en nuestro interior cuando nos encontramos ante el imponente diseño de la vida. Cada día nos ofrece un motivo de gratitud, y hemos de buscar esos momentos especiales y recordarlos. La buena salud, el trabajo que tenemos, la casa donde habitamos, la capacidad de ayudar a los demás y el apoyo de los buenos amigos son motivos para estar agradecidos. Nada en la vida debería darse por descontado. También debemos estar agradecidos por el valor que nos permite correr riesgos personales. Ya que creer en nosotros mismos es la fuerza más importante que poseemos todos. Dediquemos todos los momentos posibles de cada día a agradecer todo lo bueno que hay en nuestra vida. Si es poco lo que tienes ahora, aumentara. Si tu vida ya es abundante, esa abundancia también se incrementará. De este modo siempre se gana. Diariamente di a alguien lo agradecido que te sientes por algo. Da las gracias a las personas que trabajan en las tiendas, a los meseros, a tu jefe, a tus empleados, a tus amigos, a tus familiares y a perfectos desconocidos.
Una Reforma para examinar con lupa. ¡No al Iva!
Horacio Serpa Se cumplió con éxito en Cartagena la reunión del Consejo Nacional Programático del Partido Liberal, desarrollado en el marco del “Hay Festival”, en el que se presentaba la oportunidad de escuchar a Stiglitz y Piketty, los grandes gurús de la economía heterodoxa mundial. Por enfermedad no pudo estar el autor de “El malestar en la globalización”, pero además de al hombre que puso a pensar al mundo cuando escribió “El capital en el siglo XXI”, tuvimos la oportunidad de escuchar a Ha Joon Chang, un economista contestatario de moda que se atreve a gritar “no le crean a ningún economista”. Grata experiencia. El Partido Liberal examinó durante dos días su ideología y cuestión programática y con gran atención y responsabilidad escuchó a Humberto de la Calle, Julio Roberto Piza y al politécnico Simón Gaviria informando con exactitud las realidades del país. Estuvieron Marcela Melendez de la Universidad de los Andes y el profesor de la Nacional Beethoven Herrera, con un discurso refrescante y esclarecedor. Un importante éxito del Instituto del Pensamiento Liberal y de su director Héctor Riveros. Fue muy importante escuchar al doctor Piza, miembro de la Comisión que propuso la Reforma Tributaria. No se conocía su contenido ni sus alcances. Lo que esencialmente se quiere, nos contó, es organizar el Estatuto Tributario y lograr una mayor renta aumentando el Impuesto al Valor Agregado, “que no se ha tocado en su tarifa hace 16 años”. En suma, proteger a las empresas que están golpeadas con altos impuestos, ampliar la base tributaria para que declaren muchos de los que hoy no lo hacen, abandonar la idea de cobrar por el capital, mirar la posibilidad de cobrar impuestos a los dividendos y aumentar el Iva del 16% al 19%. ¡Nada menos! La Comisión Tributaria fue creada por el Congreso de la República para que propusiera una “reforma estructural”, entendiendo por tal simplificar y sincerar el Estatuto Tributario. Es decir, eliminar tanta “maraña” que facilita la elusión; desaparecer subsidios, beneficios, exenciones, deducciones y todas las gabelas que hoy existen para beneficiar a los que en justicia deberían pagar más; y establecer tarifas equitativas pero reales. No fue lo que se hizo. El gobierno nacional debe pensar en no presentar la propuesta al Congreso. Minhacienda ha dicho que durante el actual semestre debemos estudiarla. Bueno, lo vamos a hacer a fondo, para evitar que se burle la intención del Congreso y se grave a los que no pueden pagar más tributos. Del Iva, ni hablar. El Partido Liberal no lo apoyará. Mauricio Cabrera propuso gravar fuertemente el lujo y eso está bien. Que lo propio se haga con el capital improductivo. Que se evite la elusión y la evasión; que se sancione penalmente a los defraudadores del fisco porque con su dañina acción lesionan a la sociedad; que desaparezcan los beneficios innecesarios. Eso es lo que debe hacerse. Hay que acabar con la mala costumbre de hacer una Reforma Tributaria en cada legislatura. Recuerden legisladores y gobernantes el significado de ser “alcabalero”. Y sus consecuencias.
“Si nos vamos a perdonar digámonos la verdad.”
Por: Raúl Cifuentes López Una paz firmada bajo una falsa sinceridad. ¿Dónde y cuántos secuestrados hay aún? ¿Por qué no se habla de ellos en los procesos de paz de La Habana? La conquista de la paz requiere de un proceso de cambio cultural: no burocrático. La idea de una amnistía entre los lideres políticos no subsanará el daño realizado a las personas que vivieron la guerra con sus propios ojos y oídos. ¿Cómo decirle a la memoria de aquellas personas, que realice una auto-amnistía con sus propios recuerdos; que perdone, indulte, absuelva u olvide su propio y único dolor? ¿Cómo educar hijos en la ausencia de un ser que no debía haber muerto? ¿Y cómo lograr que esos hijos al crecer se relacionen sin rencor? ¿Se puede acaso pedir a alguien que olvide el rojo de la sangre que brota de un cuerpo inmóvil? ¿las voces afónicas de tanto gritar suplicas de compasión? Se le pide a la gente que olvide. Que mire a su verdugo a los ojos sin recordar la banda que llevaba en el brazo y la motosierra en sus manos. Que borre las invisibles marcas en la piel de las cadenas del secuestro o el humo y aturdimiento de los atentados. Hay un inocente diciendo la verdad: “no soy parte ni de la guerrilla, ni de los paras, ni de los narcos, ni del ejercito, soy un campesino”. Pienso en los últimos segundos de vida de ese inocente. La desolación e impotencia de tener como única arma esa verdad, y de que esta no valga nada. Como tampoco vale nada, segundos después, la vida con la cual pagó una guerra que no eligió. Pienso en ese vacío: el ser inocente y suplicar con la verdad en la boca, y en la desazón de sentir que la propia verdad no sea suficiente para evitar la muerte. Hay un Estado que quiere la paz pero no habla ni asume su responsabilidad en la guerra: los más de 2.000 asesinatos selectivos atribuidos a miembros de la Fuerza Pública, las masacres perpetradas en conjunto entre el Estado y los paramilitares, los más de 3.000 falsos positivos, los políticos corruptos responsables de muertes, violaciones, masacres, negocios ilícitos y encubrimientos. La amnistía pretende dar el siguiente mensaje al mundo: “Nosotros, el Estado Colombiano, le damos la posibilidad a los insurgentes de reintegrarse a la sociedad”. Y el mensaje es válido, pero incompleto. ¿ Son acaso ellos los únicos responsables de la guerra y quienes deben ser perdonados? Necesitamos ser sinceros: si realmente se piensa hacer la amnistía y empezar de nuevo, no podremos hacerlo sin conocer la verdad de lo que pasó. Garantizar la búsqueda de verdad y de responsabilidades conjuntas es lo mínimo que el proceso de paz debería hacer por los colombianos. Somos el país del mundo con mayores tratados de amnistías y sin embargo ninguno de nosotros ha nacido en la paz. Sin verdad, quedaremos condenados a reabrir las heridas y repetir la historia una y otra vez. Y si la decisión del Estado es la de no judicializar a los responsables, creo que por lo menos tenemos el derecho a saber la verdad de los hechos, que se liberen los archivos, que se de a conocer el lugar de los cuerpos, quiénes fueron los responsables y participantes directos e indirectos. Que el pueblo tenga derecho a saber quienes fueron los altos lideres de todo este conflicto, ya que probablemente seguirán circulando por la esfera política una vez firmados los perdones pertinentes. Si nos vamos a perdonar digámonos la verdad. Hacer borrón y cuenta nueva sin la verdad es comenzar literalmente un “nuevo” país “mal-parido”. Porque es forjar las bases de un nuevo comienzo con la falsedad, la hipocresía y la mojigatería que mal que mal nos ha distinguido siempre. Es justamente señalar con el dedo al otro asumiendo y poniendo la cara de santurrones. Al Estado le corresponde asumir su responsabilidad, y él mismo debería “reintegrarse” al país al que le viene dando la espalda. El título político-social que obtuvieron del pueblo funcionarios, políticos y en su defecto las Fuerzas Armadas no es un cheque en blanco: no los absuelve de su participación y responsabilidad en los errores y crímenes realizados. Son, de hecho, doblemente responsables ya que supuestamente están encargados de cumplir y velar por las normas constitucionales, y a sabiendas de ellas asumen conscientemente quebrarlas. Es hora de empezar a pensar en los realmente afectados y no en la firma como símbolo de una paz inexistente. No pretendo enviar un mensaje pesimista sino un pedido realista. No demerito el gran avance que implican los diálogos de paz; y aunque tal afirmación la hago con colombiana incredulidad, asumo creer que es real lo que están proponiendo en La Habana. Inclusive sin saber lo que realmente pasa y los intereses que deben moverse bajo las mesas de sus reuniones. Pero es hora de curar y de prestar atención a los verdaderos afectados, de poner el foco en la transformación de las victimas, para construir desde el cambio y la verdad, y no destruir desde el olvido y la desinformación. Recuerden que el 81% de las muertes causadas por la guerra fueron de civiles, eso quiere decir que por cada un combatiente muerto, murieron cuatro inocentes. Primero hagamos la paz con las victimas y después si quieren se dan la mano y se toman la foto, señores dirigentes.
América. hacia una democracia fundamental
El panorama de América Latina muestra, cómo algunas corrientes ideológicas la ataban, comienza a cambiar. Porque pretendían sostenerse indefinidamente a pesar de existir dificultades políticas, económicas, laborales, alimenticias y de poder adquisitivo. Ello lo muestra la Argentina, el Brasil, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, etc. donde en aquel ha habido cambio, y también pronostica que igualmente se presente en Venezuela. Sin embargo, ante tal escenario, si bien algunos critican su continuidad y otros propugnan por su permanencia, lo cierto es que, a los ojos de la población, tanto unos como otros, lo que se disputan es el disfrute de la burocracia y el favorecimiento de sus sectores, detrás de los cuales van los otros como ánimo de aprovechamiento fácil o de corrupción. Pero nuestras sociedades parecen ir entendiendo que tales hechos o confrontaciones políticas, si bien lo hacen siempre en su nombre, como “representantes del pueblo”, en muy pocas ocasiones se les atiende efectivamente, creando ellas una actitud de indiferencia y, más aún, de desencanto y abandono público. Y ello parece obedecer a que el Estado se ha apropiado de “lo público”, cuando esto es de propiedad de la sociedad entera; y a que el Estado también se ha apoderado de la “bendita democracia”, cuando le pertenece a aquella. Y ello parece explicar que mientras para los políticos la democracia es una mera forma de gobierno, para la sociedad es, además de ello, un cúmulo de cosas, donde se resaltan las libertades públicas, los derechos humanos, la convivencia pacífica, la honestidad y el compromiso social de los dirigentes públicos y privados, así como la satisfacción de las necesidades básicas y la de ampliación y mejoramiento de la calidad de vida de sus miembros con salud, educación, derecho al trabajo u ocupación y progreso social. De allí que nuestras sociedades puedan reclamar de sus dirigentes “una democracia social mínima” en la cual se comprometan todos sus dirigentes, con “el progreso básico”, sin perjuicio de que la “democracia mayor”, es decir, de mejor progreso, sea disputada de acuerdo con las corrientes ideológicas.
Aumento en la tarifa de la energía II. Quiebra de Corelca. Tomado de la ONG Cívicos De acción. (J. Vargas). Enviado Por Álvaro Younes
Cuando se aprobó la ley 143 de 1.994, siendo ministro de Minas y Energía el señor GUIDO NULE y Secretario del ministerio el señor AUGUSTO GARCÍA y director de CORELCA EDUARDO VERANO DE LA ROSA , permitieron que mediante la ley acabaran con el sistema eléctrico imperante en la Región Caribe que lideraba Corelca la única empresa con presencia en toda la Costa Atlántica, al dividir a la empresa por la ley en tres, perdiendo el negocio más rentable el de la trasmisión al crear una empresa dominada por los antioqueños, quienes en compensación nombraron al señor GUIDO NULE como su presidente(aún siguen en el cargo a pesar de ser mayor de 70 años) de la empresa TRASELCA , obligaron a Corelca a que le comprara toda la energía y potencia que generaba las empresas TEBSA y TERMOFLORES (en ese entonces en manos de la familia Gerleín y unos cartageneros, hoy en manos de los señores de Argos) a sabiendas que esa energía y potencia Corelca no la podía vender, pero tenía que pagarla acosta de quebrarse porque el CARGO POR CONFIABILIDAD establecido por la CREG en el año 1.996, no era suficiente para que Corelca pudiera recuperar sus costos, viéndose el gobierno nacional como garante obligado a incluir en el presupuesto de la nación anualmente los recursos para cubrir ese pago, recursos que sobrepasaron anualmente la suma de cien mil millones de pesos de ese entonces y, en tercer lugar obligar a Corelca a liberar su propio mercado y el control de las electrificadoras que habían sido entregadas por Ernesto Samper a los políticos de la Comisión Quinta , empresas que tuvieron que licitar para comprar energía a largo plazo teniendo Corelca que competir en ese entonces con las empresas generadoras de energía hídrica menos costosa y por lo tanto quedando por fuera del mercado. Resultado Corelca se quebró, salieron más de 1000 empleados y se creo la empresa GECELCA hoy presidida por el ingeniero eléctrico ANDRÉS YABRUDY quizás la persona que mejor conoce del sistema eléctrico del país. CONTINUARÁ III: CONFIABILIDAD Y ELECTRICARIBE.
La solidaridad
Por: Marta Sáenz Correa Siento una gran alegría al escribir esta columna en razón a que me permite expresar la solidaridad de los cordobeses con los muchachos de la selección infantil de beisbol de nuestro departamento, que con su propio esfuerzo se ganaron el derecho a representar a Colombia en Nicaragua. Hoy es especialmente difícil conseguir apoyo financiero para el Deporte, y por experiencia puedo decirles que las limitaciones legales y económicas superan las buenas intenciones de los gobernantes de turno, por lo cual aprovecho para agradecer al periodista Antonio Sánchez Jr, también columnista de este diario, quien con su entusiasmo y compromiso con el deporte invitó al empresario Mauricio Vergara Franco a liderar la jornada de Solidaridad que hoy logró cristalizar los recursos para que el sueño de estos muchachos se hiciera realidad. Y que mejor ocasión para escribir sobre el valor de la Solidaridad; una virtud contraria al individualismo y al egoísmo, que se refleja en el servicio y en la búsqueda del bien común, requiere discernimiento y empatía, y es un sentimiento que supone ver las cosas y a los otros con los ojos del corazón, para sentir empatía por el dolor de los demás. El Papa Francisco en una reunión de jóvenes en la Habana se refirió al tema como la: «…fuerza que ayuda a superar cualquier obstáculo. Efectivamente si no hay Solidaridad no hay futuro para ningún país. Por encima de cualquier otra consideración o interés tiene que estar la preocupación concreta y real por el ser humano, que puede ser mi amigo, mi compañero o también alguien que piensa distinto, que tiene sus ideas, pero que es tan ser humano. como yo mismo. No tengan miedo a la solidaridad, al servicio, al dar la mano al otro para que nadie se quede fuera del camino”. La solidaridad transciende todas las fronteras políticas, religiosas, territoriales y culturales e implica afecto, la fidelidad del amigo, la comprensión del maltratado, el apoyo al perseguido, y la apuesta por causas impopulares o perdida; todo eso puede no constituir propiamente un deber de justicia, pero si es un deber de solidaridad. Un pequeño gesto cada día puede de cambiar nuestro entorno. Si queremos crear un mundo mejor podemos empezar por dar ejemplo y enseñarle a nuestros niños el valor de la solidaridad. La clave esta en propender porque aprendan a preocuparse por los otros, ayudar a un amigo con problemas y aprender a compartir los juguetes, son acciones que ayudan a nuestros hijos a sentir empatía por los demás, dejando de lado comportamientos negativos como la intolerancia, el egoísmo, y el desinterés por el bienestar del otro. *Marta Sáenz Correa Siento una gran alegría al escribir esta columna en razón a que me permite expresar la solidaridad de los cordobeses con los muchachos de la selección infantil de beisbol de nuestro departamento, que con su propio esfuerzo se ganaron el derecho a representar a Colombia en Nicaragua. Hoy es especialmente difícil conseguir apoyo financiero para el Deporte, y por experiencia puedo decirles que las limitaciones legales y económicas superan las buenas intenciones de los gobernantes de turno, por lo cual aprovecho para agradecer al periodista Antonio Sánchez Jr, también columnista de este diario, quien con su entusiasmo y compromiso con el deporte invitó al empresario Mauricio Vergara Franco a liderar la jornada de Solidaridad que hoy logró cristalizar los recursos para que el sueño de estos muchachos se hiciera realidad. Y que mejor ocasión para escribir sobre el valor de la Solidaridad; una virtud contraria al individualismo y al egoísmo, que se refleja en el servicio y en la búsqueda del bien común, requiere discernimiento y empatía, y es un sentimiento que supone ver las cosas y a los otros con los ojos del corazón, para sentir empatía por el dolor de los demás. El Papa Francisco en una reunión de jóvenes en la Habana se refirió al tema como la: «…fuerza que ayuda a superar cualquier obstáculo. Efectivamente si no hay Solidaridad no hay futuro para ningún país. Por encima de cualquier otra consideración o interés tiene que estar la preocupación concreta y real por el ser humano, que puede ser mi amigo, mi compañero o también alguien que piensa distinto, que tiene sus ideas, pero que es tan ser humano. como yo mismo. No tengan miedo a la solidaridad, al servicio, al dar la mano al otro para que nadie se quede fuera del camino”. La solidaridad transciende todas las fronteras políticas, religiosas, territoriales y culturales e implica afecto, la fidelidad del amigo, la comprensión del maltratado, el apoyo al perseguido, y la apuesta por causas impopulares o perdida; todo eso puede no constituir propiamente un deber de justicia, pero si es un deber de solidaridad. Un pequeño gesto cada día puede de cambiar nuestro entorno. Si queremos crear un mundo mejor podemos empezar por dar ejemplo y enseñarle a nuestros niños el valor de la solidaridad. La clave esta en propender porque aprendan a preocuparse por los otros, ayudar a un amigo con problemas y aprender a compartir los juguetes, son acciones que ayudan a nuestros hijos a sentir empatía por los demás, dejando de lado comportamientos negativos como la intolerancia, el egoísmo, y el desinterés por el bienestar del otro.
Los Holocaustos de una guerra que aún no termina
Luis Alfonso Fajardo Sánchez Hace 30 años, el miércoles 6 de noviembre de 1985 a las 11:40 de la mañana un comando del M19 llevó a cabo la llamada “operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre” tomándose de manera violenta el Palacio de Justicia. Los hechos que llevan treinta años en investigación, duraron 28 horas, finalizando el 7 de noviembre. El saldo más de 100 personas muertas entre civiles, militares y guerrilleros, más de 11 personas desaparecidas y un drama nacional que aún no termina. El paradójico nombre de la Operación llevada a cabo por el grupo rebelde M-19, “Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre” es por lo menos un contrasentido, atacar justamente a la Corte Suprema de Justicia que era, en ese momento, el más alto tribunal de la defensa de los derechos humanos de los ciudadanos colombianos, no parece tener sentido. Treinta años de “arduas investigaciones”, de mentiras, de verdades a medias, de informes minuciosos, de sentencias nacionales e internacionales, de comisiones de la verdad…que aún no han llegado a descubrir la verdad. Pero muchas de las verdades que aún estamos buscando aquí en Colombia, ya las descubrió la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su fallo del 14 de noviembre del 2014, donde la Corte la declaro que el Estado era responsable por: Las desapariciones forzadas de siete empleados de la cafetería del Palacio de Justicia (Carlos Augusto Rodríguez Vera, Cristina del Pilar Guarín Cortés, David Suspes Celis, Bernardo Beltrán Hernández, Héctor Jaime Beltrán Fuentes, Gloria Stella Lizarazo Figueroa, Luz Mary Portela León), de dos visitantes del Palacio de Justicia (Lucy 2 Amparo Oviedo Bonilla y Gloria Anzola de Lanao) y de una guerrillera del M-19 (Irma Franco Pineda); La desaparición forzada y posterior ejecución extrajudicial del Magistrado Auxiliar Carlos Horacio Urán Rojas; Las detenciones arbitrarias e ilegales y torturas o tratos crueles y degradantes sufridos, respectivamente, por Yolanda Santodomingo Albericci, Eduardo Matson Ospino, Orlando Quijano y José Vicente Rubiano Galvis, quienes fueron considerados sospechosos de colaborar con el M-19 en el marco de estos hechos; La falta de esclarecimiento judicial de los hechos y la violación del derecho a la integridad personal de los familiares de las víctimas, y El incumplimiento de su deber de prevención frente al riesgo en que se encontraban los ocupantes del Palacio de Justicia y que era conocido por el Estado. El día 6 de Noviembre de 2015, el señor Presidente de las Republica, Juan Manuel Santos Calderón, en un digno y conmovedor acto, hizo lo que en su momento, en calidad de Ministro de Defensa, se negó sistemáticamente a hacer, reconocer públicamente la responsabilidad del Estado colombiano en los hechos y pedir perdón a las víctimas. Pero las reparaciones a las víctimas de la toma y retoma del Palacio de Justicia, ordenadas por la Corte IDH, van más allá del reconocimiento público de responsabilidad y pedir perdón a las víctimas, por parte del señor Presidente de la república, estas medidas incluyen que el Estado Colombiano continúe con las investigaciones, que se juzgue y condene a los responsables de los hechos de tortura y desaparición forzada de personas, tanto los actores materiales como a las personas que determinaron estos crímenes; que se encuentre a las demás personas desaparecidas; que se garantice tratamiento médico y psicológico a los sobrevivientes víctimas y sus familias; etc., Esperamos que en este caso, como en las otras 14 condenas que ha emitido la Corte IDH contra el Estado colombiano, la reparación a las víctimas y sus familiares, no se quede solo en el acto público de reconocimiento de responsabilidad y en la solicitud de perdón a las víctimas, como ha sucedido con las sentencias de la Corte IDH en los casos de: la MASACRE DE MAPIRIPAN, LA MASACRE DE PUEBLO BELLO, LA MASACRE DE LAS PALMERAS, LA MASACRE DE LOS 19 COMERCIANTES, LA MASACRE DE LA ROCHELA, LA MASACRE DE ITUANGO, LOS ASESINATOS DE JESUS MARIA VALLE JARAMILLO, DE WILSON GUTIERREZ SOLER, DE GERMAN ESCUE ZAPATA, DE CABALLERO DELGADO Y SANTANA, DEL SENADOR MANUEL CEPEDA, LOS BOMBARDEOS CONTRA SANTO DOMINGO, LA OPERACIÓN GENESIS, etc., cuyas víctimas y familiares esperan que el Estado colombiano cumpla integralmente con estos fallos, incluso después de más de veinte años…..