RETO DE LA INVERSIÓN EN CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN
Ese es otro de los retos de la nueva Directora Yaneth Giha o de cualquier director de Colciencias en cualquier momento: lograr una comprensión real de qué es invertir en Ciencia y Tecnología, evitando confusiones que puedan llevar a los mayores despilfarros, o al uso de la Ciencia en el discurso público con fines exclusivamente politiqueros, cuando no de corrupción y apropiación de lo público. Por ejemplo, es cierto que una tablet o un computador son tecnología, pero repartir tablets y computadores en los municipios colombianos de ningún modo puede considerarse inversión en Tecnología; mucho menos en Ciencia. Sería lo mismo destinar recursos públicos a repartir llantas entre la población, y presentarla como inversión en CT+I, sobre la base de que las llantas juntan las tecnologías del caucho y la rueda. Totalmente absurdo, y lo es mucho más si se adelanta en lugares donde no hay automóviles ni carreteras. En materia político – administrativa, Giha tendrá el reto más desafiante con el tema de las llamadas regalías para la Ciencia. Su conocimiento en temas de guerra le será en extremo valioso a la hora de atender, por un lado, al interés nacional de la inversión de esos recursos en el verdadero desarrollo del país y en la generación de capacidades científicas para la competitividad auténtica; y por otro, al interés de la dirigencia regional en usar ese dinero discrecionalmente, sin atender en lo más mínimo a la evaluación pares científicos (Peer Review). Como lo mostró El Observador Universal los gobernadores de las regiones colombianas declararon abiertamente su deseo de borrar del mapa cualquier filtro técnico de carácter científico y su negativa a seguir la línea de planes nacionales de Ciencia, muy a pesar de que la ley le confiera a Colciencias la rectoría en esa materia. Esa aspiración de las regiones a apropiarse de las regalías bajo la bien conocida lógica del despilfarro (bien por cosa de corrupción, por cosa de inversión en elefantes blancos, o ambas cosas al mismo tiempo) ha ido convirtiendo a la Dirección de Colciencias en una especie de silla eléctrica, en la que se está sentando hoy la nueva Directora, quien asume al frente de Colciencias como su sexta directora en lo que lleva todo el mandato de Juan Manuel Santos. Cuenta con prestigio como funcionaria seria y eficiente, con experiencia en gestión de la innovación tecnológica en el sector defensa, y con las calidades necesarias para ejercer una buena gerencia. Aunque por otra parte, su currículo y experiencia están bastante distantes de la Ciencia y la investigación científica propiamente dichas. Para la muestra, en las redes sociales, se ha anotado de manera anecdótica, que la nueva directora de Colciencias no tiene CvLac. Pero más allá de eso, lo cierto es que orientar la inversión del país en Ciencia supone retos muy distintos en lógica y finalidad, comparados con los que se plantean en la adquisición de tecnología para el sector defensa. Reviste especial importancia que, si de Ciencia se trata, la innovación tecnológica que Giha puede conocer muy bien, es lo meramente superficial e inmediato, distintísimo a la investigación científica de verdad verdad, esa que es capaz de conducir hacia la competitividad de largo plazo. Giha, recibe la tarea pendiente que dejó la “locomotora” de la Ciencia del gobierno anterior, y ocupará una posición clave en cualquier cambio profundo que a ese respecto pueda traer este segundo mandato: Está por verse si Colciencias seguirá ejerciendo la secretaría técnica del OCAD de CT+I, si se les dará gusto a las pretensiones de las regiones, ávidas de mermelada, y si la experiencia de Giha le permitirá evitar “quemarse” bajo el influjo de esas fuerzas. Incluso está por verse si habrá o no una nueva reforma al sistema de regalías, y más allá de si el sistema cambia o continúa, está por verse si existirá una política o un programa bandera para el desarrollo científico nacional que articule los esfuerzos que deben hacer el país y las regiones. Con Yaneth Giha como nueva directora, podría quedar claro de manera definitiva si existe un auténtico interés de Estado por la Ciencia, o si los anuncios de hace cuatro años se quedaron solo en anuncios para distraer a la opinión, no solo del desdén de la dirigencia por la Ciencia y el desarrollo del país, sino de la profundización del despilfarro de las regalías, cuando no de su apropiación por parte de camarillas y clanes regionales que solo buscan continuar apoderándose de lo público.
Hay que festejar la felicidad y promoverla!!!
Por: Marta Sáenz Correa Por las redes sociales me entere que el pasado 20 de marzo celebramos el Día Internacional de la Felicidad, proclamado por la ONU para reconocer la importancia que el bienestar de las personas tiene en la sociedad. Alcanzar la felicidad es un anhelo humano, y al respecto todos nos hacemos las mismas preguntas, ¿cómo ser feliz? ¿Cómo alcanzar la felicidad? Me puse en la tarea de investigar y me encontré con el estadounidense Ben-Shahar, gurú de la felicidad, docente de la cátedra de felicidad en Harvard, pionero en el campo de enseñanza de la psicología positiva, que centra sus estudios en la felicidad, la autoestima, y la motivación. A continuación les comparto los conceptos más relevantes sobre el tema. No existe fórmula mágica para lograr la felicidad; es un camino de toda la vida, con altibajos, sucesos y fracasos, no una línea recta, ni mucho menos un camino fácil. Ser feliz no es reír todo el tiempo, es encontrar herramientas para vivir una vida plena, sana, en armonía, que nos ayuden a ser mejores personas y mejores en todo lo que hacemos. La psicología positiva está basada en actividades que realizamos en la cotidianidad y nos ayudan a lograr un mejor vivir, como propiciarnos pequeños descansos; recrearnos para crear; pasar más tiempo con nosotros mismos y con las personas que queremos; y, dejar que las emociones malas fluyan para dar paso a unas mejores. La felicidad viene de pensar y sentir, y de la armonía entre nuestro corazón y nuestra mente. Shahar además asegura que entre más viejos, somos más felices, ¿la razón? porque entre más crecemos, aceptamos más facil lo que la vida nos ofrece, dejamos de ser arrogantes, nos volvemos más humildes, y reconocemos nuestras habilidades y limitaciones. Con frecuencia escuchamos que el dinero no compra la felicidad, pero ayuda. Al respecto, el psicólogo investigador Ed Diener, encontró una baja correlación entre la riqueza material y la felicidad, excepto en casos de pobreza en los que no están cubiertas las necesidades básicas. Así mismo, precisa que la felicidad es un estado que nos ayuda a resolver problemas, a tomar mejores decisiones, a ser mejores líderes, y en su mayoría depende de la mente, en lugar de nuestras condiciones económicas. A continuación les socializo los secretos propuestos por Ben-Shahar, para alcanzar la felicidad. En principio dese permiso de ser humano, esto es aceptemos las emociones como miedo, tristeza, o ansiedad, estamos acostumbrados a rechazar nuestras emociones y esto nos genera frustración e infelicidad; seguidamente expresa que la felicidad se centra en la intersección entre el placer y el significado, la idea es comprometernos con actividades que tienen significado personal y que se disfrutan; enfatiza que la felicidad depende mas de nuestra mente que del saldo del extracto bancario. También llama la atención respecto de la necesidad de simplificar nuestras vidas, generalmente vivimos ocupados, tratando de meternos en más y más actividades y nos queda menos y menos tiempo. La cantidad influye en la calidad y compromete nuestra felicidad, es necesario saber cuándo decir no a los otros, y un sí para nosotros; recuerda la conexión existente entre cuerpo y mente, lo que hacemos y lo que no con nuestro cuerpo influencia la mente, ejercicio regularmente, buen sueño y buenos hábitos de comida lideran la salud física y mental; Prioriza la necesidad de expresar gratitud cada vez que sea posible, aprender a apreciar y disfrutar de las cosas maravillosas de la vida, de las personas, de las comidas, de la naturaleza, de los detalles, de las sonrisas; y finaliza con el mas importante, compartir tiempo con las personas que nos importan y a los que les importamos, la fuente más importante de felicidad puede ser la persona que se siente al lado tuyo. En resumen, para ser felices debemos hacer las cosas que nos gustan, pasar más tiempo con las personas que queremos, dar importancia a las cosas que de verdad son relevantes, y ejercitar la simplicidad, pues esto nos convierte en personas más creativas, y proactivas, nos permite y alcanzar mayores niveles de satisfacción, sentir y expresar nuestras emociones, y formar conexiones más cercanas con la gente. En un estudio reciente se logró establecer que el 93 por ciento de los colombianos nos declaramos felices, ubicándose en Medellín las personas más felices y las menos en Bogotá, ¿las razones? La inseguridad, las filas y los trancones; de las variables evaluadas, las que más nos generan felicidad son la familia, el trabajo y los amigos. Luego de leer las propuestas del gurú, si usted considera que no es una persona feliz, póngase las pilas, no es tan difícil, inténtelo, atrévase!
Mente Creadora
Por: Ignacio Orrego-Rojo- IGOR. El sexto sentido es la imaginación creadora. La realidad de un sexto sentido ha quedado finalmente establecida; esta es la imaginación creadora. Esta facultad ni la utiliza la mayoría de la gente y si alguna vez alguien lo hace es por puro accidente. Sin embargo hay un número de personas relativamente pequeño que usan deliberadamente y con posteriores propósitos esta facultad de la imaginación creadora. Los que comprenden y usan esta facultad son los genios. La facultad de la imaginación creadora es el eslabón que une las mentes finitas del hombre con la inteligencia infinita de Dios. Las llamadas visiones pertenecientes al reino de la religión y todos los descubrimientos de principios nuevos o básicos de los inventores tienen lugar mediante la facultad creadora. Usted también puede desarrollar esa facultad mediante la relajación y la meditación. Los grandes artistas, escritores, músicos y poetas llegan a ser grandes porque adquieren el hábito de depender de la “pequeño voz interior” a través de la facultad de la imaginación creadora. Es un hecho bien conocido para la gente que posee aguda imaginación, que sus mejores ideas llegan a través de las llamadas “corazonadas”. Con los ojos cerrados se puede beber de una fuente de inteligencia superior. El sexto sentido es una porción del subconsciente al que ya hemos llamado “imaginación creadora”. También recibe el nombre de “aparato receptor” a través del cual, se encienden en la mente ideas, planes y pensamientos. Esta forma de encendido algunas veces se llama inspiración o corazonada. La comprensión del sexto sentido llega sólo por medio de la meditación, a través del desarrollo mental, “desde adentro”, en el silencio, que es cuando “Tomamos altura”. Aborde los problemas con intuición y al mismo tiempo con lógica. Emplee la luz de la imaginación para crear y la mente crítica para juzgar; con la lógica, verifique lo afirmado por la inspiración. Cree ideas con humildad, sabiendo que detrás de las ideas que usted llama propias, reposan los pensamientos y esfuerzos de muchos hombres. Mediante el poder de la imaginación creativa captamos en visión, soñamos en sueño, nos visualizamos como la persona que queremos ser. Nos vemos como una personalidad triunfante que se dirige con paso firme hacia lejanos horizontes de logros constructivos. Nos vemos como nobles servidores de la raza, que atendemos las necesidades de los hombres irradiando felicida
¿Más “ley del embudo” para los pobres?
Por: Horacio Serpa Se sigue comentando sobre nuevos impuestos. “Es que se necesita más dinero para equilibrar el presupuesto y toca conseguirlo con urgencia”, se argumenta sin explicaciones. A más gastos, más ingresos, se entiende. Lo que no está claro es en qué se quiere gastar ni se sabe quiénes serán “los paganinis” de las modificaciones tributarias. Escuché en la radio la siguiente frase de un experto economista: “Todo el mundo debe tributar; hasta los más pobres podrían contribuir con mil pesos al mes, que no es nada”. Claro que mil pesos no es nada, una miseria. Pero para el pobre, para el desempleado, para un hogar de seis bocas sin ingreso, significa algo más de lo que piensan los especialistas: una panela, una libra de arroz o de sal, dos libras de yuca, cinco bananos. Hay que ubicar a los tributaristas en el mundo real. A que saquen al 12% de los miserables y al 30% de pobres de las estadísticas y los conozcan “de carne y hueso”, en sus desgracias, en sus desnudeces. Unos y otros suman, por lo menos, veinte millones de personas necesitadas. Son cinco millones de familias que medio viven con un salario mínimo, si es que tienen la fortuna de recibirlo con el trabajo de alguno de sus integrantes. Avanzamos en la lucha contra la pobreza, es cierto, pero falta mucho por hacer. Por eso, cuando hablemos de reforma tributaria no podemos pensar en los necesitados sino para que sean los beneficiarios de sus disposiciones. Es para ellos, para que tengan ingreso, para que puedan gozar de educación, salud y techo, para que se nutran adecuadamente, que se requieren más impuestos. ¿Quiénes deben tributar? Los pudientes, los dueños del capital, los que reciben los fabulosos ingresos que informan las noticias. No es un acto de persecución ni hablo de medidas atrabiliarias o confiscatorias. Es para que en el país haya equidad, se afinque la convivencia, vivamos una paz estable, venga el desarrollo y podamos decir, por fin, que somos una sociedad feliz. Se necesita una reforma tributaria progresiva. Los que tienen, pagan. Unos más que otros, según su patrimonio y sus ingresos. Los que no tienen, no pagan. Si el Estado no tiene recursos, que por supuesto deben ser manejados con tino y transparencia, seguiremos como ahora: violencia, desgracias, pobreza, el país número doce en desigualdad en el mundo, como informaron las Naciones Unidas. La eliminación de deducciones y exenciones injustificadas es un buen comienzo. A toda costa combatir la elusión y la evasión. Acabar con el abuso de fundaciones y cooperativas de fachada que abusan del concepto de economía solidaria. Tarifas equitativas a renta y capital, a dividendos, a las excesivas ganancias ocasionales, a los bienes improductivos o suntuarios. No es nada nuevo. En todas partes se hace, menos en el país del Sagrado Corazón y de la “ley del embudo”.
PARAMILITARISMO, CRIMINALIDAD Y PAZ EN COLOMBIA.-
A raíz de la aprobación del debate sobre el paramilitarismo en Antioquia propuesto en la Comisión II del Senado y la alterada reacción del Expresidente y hoy Senador Alvaro Uribe Vélez, señalado para el 18 de septiembre (tomado del Tiempo del 9 de septiembre), los medios de comunicación y la sociedad toda se encuentra expectante, sobre su procedencia y realización. De una parte, porque el control político solo puede ejercerse sobre “el gobierno y administración” de tercero (Arts.114, 134 num.9 y 138 C.Pol.), sin perjuicio de su función de investigación y juzgamiento (Art.174 C.Pol.). Y de la otra, porque no ha sido bien recibida su realización debido al rechazo inicial al mismo por el expresidente Uribe. Sin embargo, parece ser seguro, que el Centro Democrático, también aprovechará este debate para adoptar su correspondiente posición política. En tal evento, la mayor expectativa radica, entonces, en su alcance y trascendencia en el gobierno, en el actual proceso de paz y, ante todo, en la paz de Colombia. Porque para cualquier ciudadano medianamente informado, sin lugar a dudas, este debate, podrá desencadenar y vincular todos los aspectos e intervinientes del conflicto en Colombia. Porque el paramilitarismo en Antioquia, no puede desligarse del paramilitarismo nacional; ni este de las actividades subversivas de las FARC, el ELN y otras organizaciones guerrilleras desaparecidas. Ni ninguna de ellas puede aislarse de las conocidas actividades ilícitas del secuestro, la extorsión, el narcotráfico, las masacres y, en general de la violencia social en Colombia. Más aún, tampoco ninguna de estas actividades puede desligarse de toda esta actividad al margen de la ley, ni de las constitucionales actividades militares o gubernamental que no solamente las han combatido durante más de 50 años, sino que también han defendido el Estado Social de Derecho. Luego, todos los aspectos que puedan revelarse en este debate son, hoy día, de gran trascendencia para el actual y anterior gobierno y para sentar las bases para el conocimiento franco y sincero de la realidad de la violencia en Colombia y de las actuales tensiones políticas. Porque dentro de las diversas exposiciones, críticas y sugerencias no solo pueden darse a conocer algunas afirmaciones acompañadas de defensas o excusas, tolerantes o intolerantes, pueden ayudar a que dicho escenario político, y al social que lo siga con beneficio de inventario, a que se hagan las presentaciones del caso, se conozca y, si fuere el caso, se establezca políticamente su posible veracidad o no. Es el escenario perfecto, porque la inviolabilidad parlamentaria en el Congreso, así lo permite, y porque la civilidad institucional, así también la exige. Pues, aquella garantía se ha establecido, no para hacer protagonismo barato, ni para ofender o acusar infundadamente a los contradictores y opositores, sino por el contrario, para expresar con máxima libertad las posiciones y consideraciones que interesen al país. Pero, así mismo, la civilidad contemporánea impone, de un lado, el deber de ejercer un autocontrol de las posiciones políticas; y, del otro, el deber no solo de obrar con respeto y decencia, sino también de llegar, a unas conclusiones positivas del pro de la sociedad. Una conclusión inicial puede ser la de promover en la sociedad la inclusión, y la tolerancia de otros sectores, a fin de ir creando las condiciones reales para una admisión e incorporación social posterior. Ello contribuiría a la convivencia civilizada que requiere la sociedad dentro y más allá del conflicto. Pero lamentablemente, muchos de sus actores, a quienes correspondían asumir su responsabilidad, han fallecido o desaparecido; otros, no se encuentran presentes en el reciento, pero que la sociedad aguarda que la asuman en su debido momento. Pero, en todo caso, será una gran oportunidad para conocer la probabilidad que tiene el actual proceso de paz de llegar a una justicia transicional de verdad, justicia, reparación y no repetición; y si el alcance de aquella deba dársele el alcance de un proceso para “la paz de Colombia”, es decir, para la “paz de todos”, que el Fiscal Eduardo Montealegre ha señalado con argumentos y valentía.
IMPROVISACIÓN Y CORRUPCIÓN CONTRA EL AGUA
Por: Fabián Gonzalo Pérez El pasado 7 de agosto el Presidente Juan Manuel Santos tomó posesión de su segundo período como mandatario de los colombianos y anunció que los paradigmas de su nuevo mandato serán la paz, la equidad y la educación. Terminada la ceremonia de posesión los noticieros informaron que al día siguiente el Presidente realizaría el primer viaje de su nuevo mandato y que sería al departamento de la Guajira, en donde una amplia población de adultos y niños, literalmente está muriendo de sed y desnutrición. Al detenerme a pensar sobre la agenda del Presidente, vino a mi mente la pregunta de por qué razón el primer mandatario de los colombianos no incluyó como una de las prioridades de su nuevo gobierno el problema del agua, no obstante que su primera gestión justamente tendría que ver con el manejo de una crisis por sequía, ya identificada por la mayoría de los colombianos en la medida que recientemente hemos observado dantescas y dramáticas fotografías que parecerían propias de un país africano o de poblaciones del Sahara y no de nuestra propia geografía en donde no estamos habituados a ver a miles de seres humanos recorriendo largos caminos con tanques de agua a sus espaldas ni a cientos de animales morir por física sed. Dos días antes de la posesión del Presidente de la República, se realizó en el Congreso de la República el primer debate de control político de esta legislatura y fue justamente sobre el cambio climático. En tal escenario los Senadores citantes hicieron afirmaciones del siguiente calibre: – “Sin haberse iniciado prácticamente el fenómeno del niño, ya hay desolación y muerte en una buena parte del territorio colombiano” – Actualmente hay riesgos de incendio forestal en 180 municipios de 14 departamentos del país debido a la sequía del territorio. – En la actualidad hay 3.5 millones damnificados por la sequía. – Se calcula que debido al mismo fenómeno se han perdido 21.300 empleos y las pérdidas económicas relacionadas con la agricultura y la ganadería son millonarias. Concluida la exposición de los Senadores citantes intervino la Ministra del Medio Ambiente quien claramente expresó que una situación como la descrita debe enfrentarse con un plan estratégico pues el fenómeno del niño que causó la situación actual “llegó para quedarse”; aclarando que tal plan está en formación y que quedará concluido en el año 2015. Cualquier colombiano que esté padeciendo la caótica situación de falta de agua que se ha descrito podría considerar que la respuesta de la Ministra del Medio Ambiente es indolente dada la urgencia de soluciones inmediatas; desafortunadamente y analizado el tema con cabeza fría solo se puede concluir que las palabras de la ministra por crudas que parezcan son absolutamente realistas puesto que ya es muy tarde para la prevención y ha llegado el momento de hacer un diagnóstico profundo y no improvisado de las causas del fenómeno que hoy padece Colombia. Para los efectos anteriores cito textualmente a Ricardo Lozano, ex director del IDEAM quien en reciente artículo periodístico manifestó: “la degradación de los suelos y la deforestación han hecho que las cuencas, páramos y humedales no regulen más el recurso hídrico. Mientras que multiplicamos por 20 la demanda del agua para nuevos proyectos, reducimos la inversión en su oferta. Precisamente, el gran reto del Ministerio de Ambiente es ese: conservar el equilibrio y esto no se ha hecho. El cambio climático nos sigue pasando su factura. No hemos querido firmar una política o ley de cambio que prevenga estos hechos, como cualquier país civilizado que dependa del agua. ¿Después de 20 intentos será que este nuevo Congreso y el nuevo gabinete si lo harán?” Las palabras del ex director del IDEAM son claras y contundentes y nos invitan a recordar que según cálculos de otros expertos, entre los años 2011 y 2012 se destruyeron en Colombia 300.000 hectáreas de monte, equivalentes a casi el doble de la extensión del Departamento del Quindío; se calcula que los años 90 y 2010 se destruyeron en Colombia 6.2 millones de bosques, lo que equivale al 5% de la superficie del país, sin perder de vista que parte de esos territorios se usaron para la siembra de narcóticos. Es obvio que una destrucción como la mencionada solo pudo ocurrir por causas como las deficiencias en la regulación legal y en los controles de las autoridades encargadas de proteger los recursos hídricos de nuestro país; para nadie es un secreto que los colombianos hemos permitido la deforestación de las cuencas de los ríos, de los páramos, de los bosques naturales y de los humedales y que la contaminación de los ríos se ha vuelto tema de cada día. Por otro lado es forzoso reconocer que en Colombia no se planifica ni se regula a largo plazo como se colige al comprobar que en el gobierno del Presidente Uribe se redujeron casi a cero las tarifas de agua que cobran las corporaciones autónomas regionales, decisión que implicó la reducción sustancial de los recursos económicos de que dispone el Estado para protección de las cuencas de los ríos, medida que ahora se está tratando de reversar en medio de la crisis. Para agravar el diagnóstico cito a otro experto, el ex Ministro del Medio Ambiente Manuel Rodríguez Rodríguez, quien recientemente afirmó en referencia a los recursos derivados de la ley 89 de 1983 que sí estos “se hubieran invertido con eficacia, cada año y durante 20 años en proyectos de reforestación de las cuencas y la restauración de los humedales y los páramos” no se estaría presentando la situación que hoy vive Colombia. Para concluir lapidariamente: “bien parece que esa platica se perdió como consecuencia del despilfarro y su desviación a otros usos”. Lo hasta aquí dicho es suficiente para entender que las fotografías que actualmente vemos los colombianos, en gran medida se deben a improvisación, a falta de políticas gubernamentales estables y claras, a desidia y a corrupción administrativa y solo en mínimo porcentaje obedecen a circunstancias de la
CT+I EN EL SEGUNDO MANDATO DE SANTOS: LLEGA YANETH GIHA A LA DIRECCIÓN DE COLCIENCIAS
La nueva Directora de Colciencias es Barranquillera, economista de la Universidad de los Andes, especialista en resolución de conflictos y con maestrías en estudios políticos y en estudios de Guerra de las Universidades Javeriana y King´s College, respectivamente, con cerca de 15 años de experiencia en el Sector de Seguridad y Defensa. Trabajó en el Ministerio de Defensa junto al Presidente Santos cuando éste fuera titular de esa cartera durante el gobierno del Presidente Álvaro Uribe, donde se destacó como promotora de la creación de capacidades tecnológicas colombianas de base para la seguridad y la defensa. Su nombre ya sonaba para la Dirección de Colciencias desde 2012 luego de que se creara en Colciencias el Programa Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en Seguridad y Defensa durante el periodo de Dirección de Jaime Restrepo Cuartas. El nombramiento de Yaneth Giha al frente de Colciencias se decanta al fin, luego de que el Presidente de la República, en su discurso de posesión del pasado 7 de Agosto, anunciara los tres pilares de su segundo tiempo: Paz, Equidad y Educación http://www.vanguardia.com/actualidad/politica/272880-paz-educacion-y-equidad-son-las-apuestas-de-santos. Si bien el Presidente del Congreso, José David Name hizo alguna referencia a la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, en aquella oportunidad, el tema brilla por su ausencia en el discurso del ejecutivo, en fuerte contraste con lo que hace cuatro años fuera anunciado con bombos como una de las llamadas “locomotoras”. Si bien Colciencias podría entenderse como protagonista del nuevo eje de Educación, ese no es el campo de mayor experiencia de Giha, y quienes se perfilan como líderes en la materia son la nueva titular de la cartera, Gina Parody (pese a la vehemente oposición por parte de agremiaciones sindicales como Fecode), la Ministra de Cultura, Mariana Garcés y, curiosamente para el tema educativo, el Ministro TIC, Diego Molano Vega. Éste último causó polémica recientemente tras la presentación en el Gimnasio Moderno de Bogotá de su plan “Vive Digital 2” para el periodo 2014 – 2018, en donde dejó entrever que aspira a tener un fuerte ascendente en el gobierno que arranca sobre el tema de innovación tecnológica (aunque no por ello en los temas, de Ciencia, Investigación, o creación de nueva tecnología) http://www.elespectador.com/noticias/economia/colciencias-el-objetivo-del-ministerio-tic-articulo-506910. Esto ha llegado a ser interpretado por algunos como un intento de anexión de Colciencias a las entidades bajo la órbita del Ministerio TIC. Lo que pocos conocen es que este proceso viene profundizándose desde hace mucho; ya desde finales de 2012 el Ministerio TIC desarrollaba parte de su agenda a través de los recursos presupuestales y humanos de Colciencias, tan escasos. Así lo evidencian algunas convocatorias como lo fueron “Vive Digital Regional”, que ejecutados por personal de Colciencias y adjudicando recursos de su presupuesto, claramente se alejaron de los objetivos misionales de esa entidad, tanto en materia de de Regionalización de la Ciencia, como del Programa Nacional de CT+I en Electrónica, Telecomunicaciones e Informática. Justamente, uno de los grandes retos de Giha al frente de Colciencias será lidiar con ese ascendente que el Ministro Molano ha ido consolidando sobre Colciencias y la destinación de una parte de su presupuesto, así como evitar que la única referencia en Colombia en materia de inversión en Ciencia sean las telecomunicaciones y la electrónica. Sería muy grave que hiciera carrera la falsa ecuación “Ciencia, Tecnología e Innovación = TIC”, y mucho más grave si es a desmedro de tantas otras áreas de vital importancia para el desarrollo y la competitividad del país, que si bien pueden apoyarse o tener por objeto Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, poco o nada tienen que ver con TIC o con la misión de ese ministerio: las Ciencias Básicas, la Biotecnología, el desarrollo de nuevos materiales (no necesariamente para electrónica), las energías alternativas, las ciencias de la sostenibilidad, etc. Esto es mucho más serio, cuando Colombia está en extremo lejos de alcanzar un liderazgo mundial en generación de nueva tecnología de Telecomunicaciones, Electrónica o Informática, comparable al que ostentan Corea del Sur o Silicon Valley. Si bien es cierto que el país tiene grandes retos en materias como conectividad o acceso de la población a Internet, eso es totalmente ajeno a la Ciencia y tiene más que ver con la agenda de integración social o con problemas de ingeniería ya resueltos, similares a la construcción de acueductos, puentes o carreteras. Todo eso, casi en ningún caso tiene que ver con generar nuevos conocimientos que conduzcan a auténticas innovaciones capaces de generar prosperidad real y auténtica transformación del aparato productivo. El Reto de la Inversión en Ciencia, Tecnología e Innovación (Continuará en la próxima entrega).
Elegir el equilibrio sabia decisión!
Marta Sáenz Correa Disfruto mucho leer un poco de todo, y me encontré el libro «Ecología emocional», escrito por los españoles Jaume Soler y M. Merce Conangla, profesionales destacados dentro del área del autoconocimiento y de la psicología personal y creadores del concepto Ecología Emocional. El concepto hace referencia a la similitud de los problemas de la naturaleza, por el mal uso de los recursos, con el uso incorrecto de los recursos de las personas: las emociones. Por lo cual debemos gestionar nuestra energía emocional de forma creativa y amorosa de tal forma que sirva para mejorar como personas, aumentar la calidad de nuestras relaciones, y respetar y cuidar nuestro mundo. Nuestras emociones tienen un impacto directo en el mundo, y aunque no podemos decir que somos plenamente responsables de estas emociones, si lo somos de su gestión y de ser capaces de transformarlas en positivo con una acción creativa. Según los autores, las emociones mal gestionadas son fuente de contaminación, agresión, destrucción, enfermedad, muerte interior, por ello, no basta con afrontar nuestros estados de ánimo de una manera inteligente, sino hacerlo también sin perder la perspectiva del mundo que nos rodea. La Ecología Emocional o psicoecoafectividad es el arte de transformar positivamente nuestras emociones; consiste en gestionar nuestro mundo emocional de tal forma que nuestros afectos promuevan conductas que tiendan a una mejora de nuestro equilibrio personal, nuestro desarrollo humano, así como a una adaptación más inteligente, equilibrada y plena en nuestro entorno. Elegir el equilibrio es una sabia decisión. La serenidad es un estado mental. Es la calma y la quietud que necesitamos para vivir, pensar y respirar. Hay personas que llevan el peso de una carga triple: las preocupaciones que han tenido, las que tiene ahora y las que esperan tener. Nuestro presente y su correcta gestión ya es suficiente responsabilidad. Es importante aprender a clausurar los temas pasados, centrarnos en nuestro presente y no dedicar demasiada energía en anticipar nuestro futuro. Nuestra paz interior va a depender de como gestionemos nuestras emociones. Soy yo quien decide ser de una forma u otra. Soy yo quien elige equilibrio o desasosiego. Aunque no podamos evitar determinadas situaciones difíciles o complejas, siempre es posible escoger nuestra actitud ante aquello que sucede. Esta es nuestra primera libertad y un ejercicio de responsabilidad que modulara el grado de sufrimiento o gozo que incorporaremos a nuestra vida y que será fruto de nuestra mayor o menor coherencia personal. Las emociones como la ira mal gestionada, dejan señales y causan cicatrices en nosotros mismos y en las personas que nos rodean. El autocontrol es la competencia emocional imprescindible: el enemigo no se halla fuera, está dentro de ti. Es importante aprender que es posible rechazar, sin violencia, las agresiones que nos llegan, los insultos y las ofensas. ¿A quien pertenece un obsequio? ¿A quién lo entrega o a quien lo recibe? Si no aceptamos las agresiones, se las quedaran quienes hayan tratado de entregarlas. Como dice el Dalai Lama, solo cuando tenemos paz interior podemos estar en paz con quienes nos rodean. La gestión ecológica de nuestras emociones, puede ayudarnos a conseguirla. Aprender a desprendernos de relaciones, ideas, objetos, emociones, ofensas, y cargas, es un aprendizaje vital imprescindible para no quedar anclados y poder seguir adelante. Es posible elegir el equilibrio, vivir intensamente nuestro presente con atención, centrados y abiertos a la vida. Nunca debemos olvidar que hay una sola persona con la que, con seguridad, vamos a compartir toda nuestra vida: nosotros mismos. ¿Escogemos vivir con equilibrio o el desequilibrio?
PACTO SOCIAL PARA EL AGUA EN EL POSTCONFLICTO
Por: Fabián Gonzalo Pérez Reconocidas las particularidades de nuestra amada Colombia, paso ahora a observar el problema en una perspectiva global, pues el cambio climático se ha convertido es uno de los problemas que aquejan a la humanidad entera y por ello la comunidad internacional, encabezada por el Secretario de las Naciones Unidas está convocando a una cumbre que tendrá lugar en Nueva York el próximo mes de septiembre, invitación que se extiende en los siguientes términos: “Les reto a venir a la cumbre con promesas audaces. La innovación, la ampliación, la cooperación y la ejecución de medidas concretas reducirán las emisiones y nos pondrán en el camino hacia la firma de un ambicioso acuerdo a través del proceso de la Convención Marco de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático” Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas Lo primero que hay que decir es que el reto formulado por el señor Ban Ki-moon está dirigido no solo a Jefes de Estado y de gobierno, sino a representantes del sector privado (empresas, instituciones financieras y ongs) y a la sociedad civil a quienes el diplomático insta a proponer ideas con miras a la cumbre de 2015 en la que los países miembros de la Naciones Unidas deberán definir con carácter mandatorio las políticas para enfrentar el cambio climático y definir los objetivos del desarrollo sostenible y su financiación. Como se observa, el proyecto estructural anunciado por la Ministra del Medio Ambiente de Colombia que, según su anuncio, estará en gestación hasta el año 2015, es completamente concordante con la agenda del Secretario de la Naciones Unidas y reconoce la gravedad de la situación que vive Colombia la cual no admite soluciones improvisadas y no se puede solucionar con debates en el Senado, con visitas del Presidente a las regiones afectadas, con carro tanques de agua ni con paños de agua tibia. Lo que se requiere son “PROMESAS AUDACES” como las llama el Secretario de las Naciones Unidas y en nuestro medio la audacia no puede ser otra que la priorización de este asunto en la esfera del ejecutivo y del legislativo para que se adopten políticas de Estado y no solo de gobierno pues los planes de recuperación ambiental no son ejecutables en corto sino en largo plazo. Tenemos la esperanza de que las instituciones del país reconozcan que el problema existente no se puede resolver a través de la microgerencia o la pequeña política, que las circunstancias y los tiempos demandan grandeza, coherencia, permanencia y audacia como claramente lo insinúa el Secretario de la Naciones Unidas al formular su invitación que en realidad constituye un reto para nuestra conciencia. En lo personal, he decidido aceptar el reto del señor Ban Ki –moon y por ello me he permitido la audacia de formular una propuesta que consiste en celebrar un pacto social sobre algo tan aparentemente sencillo pero tan valioso e importante como el agua, elemento sin el cual no puede haber vida humana ni viabilidad económica para muchas regiones del país. Esta propuesta es concordante y apta para la Colombia en paz, con equidad y educada que propuso el Presidente Santos el 7 de agosto y la esbozo a continuación: se trata de involucrar a los desmovilizados del conflicto colombiano en un ambicioso programa de reforestación de bosques, cuencas y páramos y en la recuperación de ríos y humedales, de tal manera que los antiguos combatientes puedan seguir habitando en los campos y se comprometan a sustituir los cultivos de estupefacientes por otro producto que la humanidad hoy está demandando y está dispuesta a remunerar como es el agua, cuyo costo en algunos regiones del planeta es superior al de la cerveza. Evidentemente no estoy diciendo que ha llegado el momento de transportar el agua de un país a otro; me estoy refiriendo a los recursos que los países desarrollados han acordado aportar en el 2015 para mitigar el cambio climático una vez se adopten con carácter mandatorio las decisiones de la conferencia de las Naciones Unidas del próximo año. La propuesta que formulo ofrece una alternativa de vida para los combatientes en el pos conflicto en la medida que los hace participes en un proyecto global que favorece la paz, los intereses de Colombia y los objetivos de la comunidad internacional, todos los cuales se beneficiarían sí se logra la recuperación de los bosques, ríos y páramos que en el país se han destruido en los últimos 50 años. Concluyo este escrito diciendo que es gratificante dejarse seducir por el reto planteado por el señor Ban Ki-moon y darle rienda suelta a la imaginación constructiva en lugar de quedarnos impávidos observando las fotos que acusan la desnutrición de los niños indígenas de la Guajira, la muerte lenta de los agonizantes chigüiros del Casanare o el agrietamiento de la tierra del Atlántico.