POR: GERMÁN ARCHILA
@Germancho101
Faltaban 4 vueltas para finalizar el mítico premio de las 500 millas de Indianápolis y un Bogotano se encontraba en 3 lugar, con una maniobra espectacular de conductor, tal vez aprendida de sortear taxis y buses en las trancadas calles de la capital colombiana, logra rebasar a Scott Dixon y luego a Will Power para cruzar primero cuando se ondeaba la bandera a cuadros. Era Juan Pablo Montoya que con sus 39 años volvía a ganar una de las carreras más tradicionales e importantes del mundo.
El piloto que corre para el equipo Penske en la formula IndyCar, recibía elogios de la prensa especializada y de los amantes del automovilismo, en un momento de la carrera estuvo en el último lugar, y la mezcla de paciencia y audacia lo llevaron al final del día a beber leche premio que se le da a los pocos pilotos que han logrado esta hazaña. Montoya nos hizo recordar como hace más de una década los colombianos madrugábamos a ver las carreras de fórmula 1, así como nos volvimos expertos en el deporte y los Schumacher se convirtieron más que en rivales del bogotano en enemigos del país.
Pasando los logros deportivos del piloto que ha triunfado en Mónaco e Indianápolis dos de las tres carreras históricas en el automovilismo mundial. Un influyente Twittero deportivo @JuezCentral decidió decir que para él Montoya era el mejor deportista de todos los tiempos en Colombia, la cantidad de improperios que recibió fue inmediata, muchos de ellos venían del regionalismo enconado que mantiene el país desde la patria boba, en el país es normal bajarle el perfil a uno, para respaldar al otro.
El debate es largo y extenso, habría que revisar la importancia del deporte, de las competencias ganadas. El tema es que Montoya cae mal entre muchos colombianos por su personalidad, lo califican de gomelo, de crecido, de no apoyar a Colombia, de no vivir aquí y no hablarle a la prensa.
La prensa ha ayudado a aumentar la mala fama del bogotano, cuando Juan Pablo volvió a la IndyCar, concedió una entrevista al diario El Tiempo, que titulo “No ayudare a los Colombianos”, obviamente los 3 compatriotas pertenecen a diferentes equipos, lo cual la profesionalidad del piloto no le permite ayudar por nacionalidad, el hecho de no hablarle a los medios siempre, porque él viene a la ciudad a descansar han sido factores determinantes para el mal ambiente y percepción que se tiene sobre Montoya.
Una de las cosas más importantes que tiene el país es su diversidad cultural, y de personalidades entre colombianos, la personalidad de un costeño es totalmente opuesta al de un bogotano y difiere mucho de la del paisa o el valluno. El centralismo en que vivió Colombia a lo largo de la historia ha servido para que la antipatía por el rolo se exacerbe en las demás regiones, con algo de lógica antes de la constitución del 91, los alcaldes de cada municipio eran elegidos desde la burocracia de la capital.
De pronto si Montoya cuando gane baila como lo hacen los astros de la selección, o manda mensajes de amor por el país como la gran Mariana Pajón, no sería tan duramente juzgado por un público que en la mayoría no conoce los sacrificios que ha hecho el deportista para ganar lo que ha logrado en el automovilismo, tener un carácter fuerte, no rendirle pleitesía a los medios, anteponer su familia, su descanso, un almuerzo, a firmar autógrafos es una forma de disfrutar del éxito.
Para los que afirman que no le gusta Colombia, vive en Miami como miles de colombianos, porqué allá compite como lo hace Katherine Ibarguen reside en Puerto Rico, la fundación de fórmula sonrisas ha ayudado a miles de niños, lo más importante es evaluar sus condiciones para manejar un auto, y no juzgarlo por un regionalismo dañino, al fin de al cabo que gane Montoya o cualquier deportista colombiano, sus logros ponen en alto la bandera y el nombre de nuestro país.
