Fernando G. Martínez
La neurona es considerada la unidad estructural y funcional del sistema nervioso. Esto quiere decir que las diferentes estructuras del sistema nervioso, tienen como base, grupos de neuronas. Además, la neurona es la unidad funcional, porque puede aislarse como componente individual, es un tipo de célula, con unos componentes estructurales, que le permiten llevar a cabo la función básica y distintiva del sistema nervioso, esta es, la transmisión de información, de transmitir cierto de mensajes, que se les conoce como impulsos nerviosos.
Las neuronas del sistema nervioso, no solo son incapaces de dividirse, para dar lugar a nuevas células, sino que se mueren de manera incesante, a lo largo de la vida y según los estudios realizados, se ha calculado, que esta muerte se produce a razón de una neurona, por segundo. Inmediatamente, uno pensaría, a qué momento me vaya quedar sin el uso de mi cerebro?
El hecho que se pierda una neurona por segundo, dicen los entendidos, no es gran cosa, si se tiene en cuenta la cantidad que existen, en el sistema nervioso, al momento de nacer. Según ellos, son 86.000 millones de ellas, que tiene el encéfalo. Nos dan un ejemplo: si una persona vive 85 años, se perderían entre 2.000 y 3.000 millones, así que con esa proporción, podemos estar un poco más tranquilos. Pero también dicen ellos, que hay cierto tipo de enfermedades, el alcoholismo, ( inclusive según algunos expertos, por cada copa) y la droga adicción, que son enormes consumidores de neuronas, que pueden causar muy serios problemas, en lo relacionado, con el estado físico en general, de dicha persona.
Tu mente consiente, la memoria, tu YO, es el resultado de la arquitectura y la actividad del encéfalo. Todas las mañanas cuando nos despertamos, volvemos a ser los mismos del día anterior, pero para que esto suceda, es necesario que de alguna manera, se mantenga la memoria. Sin memoria no existimos, nos desaparecemos y nos tocaría que reinventarnos a cada momento. La manera que tiene nuestro sistema nervioso de mantenerlo a lo largo del tiempo, es manteniendo la organización arquitectónica y funcional de la estructura que los sustenta, es decir, la del nuestro encéfalo. Para ello es necesario que las neuronas y sus conexiones tengan una cierta constancia, que se mantengan en el tiempo. Si las neuronas del encéfalo tuviesen un recambio constante, como ocurre con otros tejidos, sería casi imposible mantener estable, el llamado Yo autobiográfico.
El proceso evolutivo ha sacrificado la capacidad de división de las neuronas de nuestro encéfalo, para mantener una mente con memoria. Es importante tener en cuenta, que la formación de la memoria, requiere al mismo tiempo una cierta plasticidad, precisamente para la formación de nuevos recuerdos, para modificar los ya existentes y también para la perdida de muchos otros. Esa plasticidad se consigue modificando la cantidad y la función de las sinapsis, que son los lugares de interacción de las neuronas. Se trata por lo tanto de un sistema estable, pero con una cierta capacidad de modificación.
Los axones, es decir las prolongaciones que usan las neuronas, para enviar sus mensajes eléctricos del sistema nervioso periférico, pueden regenerar sus terminaciones, tras una lesión y volver a funcionar correctamente. No cabe duda de que esta es una función útil, que se pone en marcha, por ejemplo, cuando se dañan las terminaciones sensoriales de la piel. Sin embargo, si hay un daño en sus axones, las neuronas del sistema nervioso central, las que tenemos en nuestro encéfalo y medula espinal, estas son incapaces de regenerar correctamente sus conexiones y volver a reorganizarse, lo cual podría ser muy útil, en caso de una lesión medular o en accidentes o enfermedades que afecten el encéfalo.
Pero hay muy buenas noticias, que nos deberían tranquilizar un poco. Hasta hace algunos años, se pensaba que una vez formado el cerebro, las neuronas ya no se reproducían, ya que no generaban mitosis sucesiva, que les permitieran reproducirse. Pero esto ha cambiado en los últimos tres años, gracias a las investigaciones que se han llevado a cabo en la Universidad de Princeton, donde demostraron la regeneración de neuronas en primates adultos, por lo que se puede hacer un símil a la condición humana.
Así que podemos continuar celebrando, en la forma acostumbrada, pero sin excesos, sin tener que pensar, cuantas neuronas estamos exterminando, cada vez que levantamos el codo.-
Imagen tomada de: bitnavegante.blogspot.com
