Cuando en los espacios diplomáticos se habla de apoyo a Venezuela, se habla de un apoyo del pueblo a Venezuela, se indica: En primer lugar, que no se reclama “un apoyo al Gobierno de Nicolás Maduro” por cuanto, independiente de su capacidad para el cargo, lo cual en sí mismo es cuestionable, es un personaje que no solo carece de vergüenza, sino, ante todo, de dignidad para presidir un gobierno supuestamente democrático, contra la misma voluntad de un pueblo.
Porque para ser un gobierno democrático no basta ser elegido popularmente, sino que también es necesario mantenerse popularmente y obrar en beneficio de la sociedad. Y precisamente la consulta hecha a mediados del mes de julio del presente año, mostró la voluntad popular de una renovación o cambio de quien regula el poder presidencial.
De allí que no solo sea indigno ese gobierno, y su fraudulenta constituyente, sino también el reconocimiento diplomático que aún le mantienen unos gobiernos extranjeros. Por lo que los Venezolanos esperan más bien, un reconocimiento diplomático al pueblo Venezolano mismo, a la Asamblea Nacional legítima y al futuro gobierno de transición que se encuentra en formación por parte del pueblo Venezolano, comenzando por las organizaciones internacionales que han manifestado su apoyo al pueblo venezolano, para que luego continúe con los gobiernos extranjeros. Así lo ha hecho más de la mitad de los países latinoamericanos y la unión europea.