ACTITUDES RACISTAS SINÓNIMO DE IGNORANCIA

Por: Germán Archila @Germancho101 En un encuentro amistoso de la selección colombiana de fútbol con su similar de Corea del Sur, el jugador cafetero Edwin Cardona en medio de una discusión con un rival decidió para insultarlo y en forma de mofa hacer un gesto con sus manos donde se rasgaba los ojos. Esto desató una polémica en el país oriental por considerarlo discriminatorio, la verdad no creo que exista en él jugador de Boca Juniors la intención de burlarse de la raza del coreano, simplemente hizo un gesto para ofender un rival como muchas cosas que se dicen y hacen en una cancha de fútbol. Pero el tema va más allá, es no saber que ese gesto representa una ofensa no solo contra una persona, sino contra un pueblo y es más contra una raza, los ojos rasgados por mucho tiempo han sido utilizados para discriminar a los orientales, es una forma despectiva de hacerlos sentir inferiores, está discriminación es tan grave que en el mundo la palabra mongólico se instaló para referirse a las personas de poca inteligencia o con problemas de aprendizaje el llamado síndrome de Down, y uno de las causas de esa instalación en la sociedad fue porque los mongoles tenían los ojos rasgados a los cuales eran considerado brutos. Se debe tener mucho cuidado cuando se interactúa con personas de diferentes razas, religiones o pensamientos, no se sabe que seña o que tema pueda ofender al interlocutor, por ejemplo muchas personas piensan que alabar la cocaína o la figura de Pablo Escobar es un juego, pero no sabe la indignación que causas series como Narcos, donde se estigmatiza al colombiano como narcotraficante o drogadicto, además cuando es contada sin el rigor necesario para no convertir a un criminal y asesino en un héroe. Es muy común que los gestos o términos racistas sean a diferentes razas, por ejemplo a los negros para ofenderlos les hacen imitaciones de monos aduciendo que ellos son animales como eran considerados en otra época donde se decía que no tenían alma, hace poco hinchas de la Lazio equipo de fútbol de Italia decidieron insultar a su par de la Roma con fotos de Ana Frank vestida con la camiseta de la Roma, en un acto antisemita, con toda la intención del caso, son muy conocidos por ser de ultra-derecha y entonar cánticos contra los judíos en diferentes partidos del Calcio. La respuesta en Italia fue de indignación y reacciono haciendo que en cada partido de la siguiente jornada se leyera un fragmento del diario y se guardará un minuto de silencio por los muertos en la segunda guerra mundial, La Lazio decidió llevar a 200 hinchas de los denominados ultras al campo de concentración de Auschwitz para que palparan de esa forma lo que ocurrió y porque burlarse de un símbolo es un acto denigrante contra determinadas razas y personas. En Colombia un equipo de fútbol el Once Caldas en su tribuna popular se ve un frente o bandera con el nombre Holocausto Norte, la verdad una afrenta hacer un homenaje a lo que paso años atrás en Europa contra los millares de judíos y demás personas asesinadas por termino de raza y color de piel, lo que impacta más es que estos jóvenes la mayoría proveniente de sectores populares no tienen ni idea de porque este nombre es ofensivo. Así como Cardona ofendió sin saber ellos también lo hacen, y parece paisaje o algo sin importancia pero la realidad es otra, así que antes de publicar algo, hacer un gesto o llamar a una persona con algún calificativo tómese unos minutos para reflexionar si usted conoce el significado de la palabra que está a punto de decir o el gesto que va hacer y no quede como un racista simplemente por ignorar el sentido de la misma o el mismo.
FERIA Y CULTURA DEL VOTO

Ciertamente en Colombia electoral suele exteriorizarse como aquel escenario en donde suelen encontrarse multiplicidad de votos de orígenes diversos, que merecen cierta explicación. En primer lugar, iremos a encontrar la llamada “votos amarrados y los “votos eventuales” cuyas cifras también suelen ser altas. Donde los primeros son aquellos sobre los cuales se tiene la seguridad de su emisión y en qué sentido, debido al compromiso que existe entre el elector y el candidato o el partido al cual pertenece. En tanto que los segundos son aquellos respecto de los cuales no hay seguridad de su emisión, y, en caso de existir, no se sabe en qué sentido había de depositarse. Ello suele ocurrir con los llamados votos de opinión. En segundo lugar, hay que señalar los votos emocionales y los votos racionales. Porque los primeros, que son mayoría, son aquellos que tienen su motivación en ciertas emociones que rodea al elector, bien sea del pasado, presente o futuro, como suele suceder con aquellos votos que se emiten con odio, resentimiento, miedo, ira, rabia, la violencia, la corrupción, etc., o por afectos, parentesco, amistad, compañerismo, condescendencia, etc. En tanto que los segundos, que representan la minoría, son aquellos que se depositan de manera consciente, previa evaluación racional del candidato, propuesta o partido, que no le convienen a la comunidad y que, desde luego, más le conviene a las aspiraciones o futuro del elector, tales como condiciones personales, intelectuales, éticas, experiencia, ideas, programas, etc. En tercer lugar, también deben destacarse los votos a favor y los votos en contra. Porque los primeros, que parecen ser la mayoría, son aquellos votos que están movidos por el interés o beneficio que representa o pueda representar por lo menos para el candidato o para el partido correspondiente, independientemente de quien o quienes resulten perdiendo. En tanto que los segundos, cuya cifra también suele ser alta, son aquellos tipos de votos que se emiten no tanto para favorecer a alguien o a un partido determinado, sino, por el contrario, para evitar que otra gane, esto es, para hacer que este pierda para excluirlo, perjudicarlo o eliminarlo, por considerarlo lo peor. En cuarto lugar, hay que mencionar los votos partidistas y los votos independientes. Los primeros, que siguen siendo los dominantes con los nuevos partidos, son aquellos en que la motivación dominante de una emisión consiste en la pertenencia a un partido que lo represente, por lo menos, en unas ideas consistentes que lo identifiquen, En tanto, que los segundos son aquellos en que perteneciendo o no a un partido o movimiento político, que suele representar su mayoría significativa, se emite por motivaciones independientes, tales como la confianza, la capacidad, la seguridad, el programa, etc. En quinto lugar, igualmente, debe mencionarse el voto personal y el voto programático. Los primeros, que siguen siendo la mayoría, con aquellos cuya motivación central es el carisma, la confianza, la seguridad y las condiciones personales actuales y pasadas del candidato. En tanto que los segundos que siguen siendo minoritarios, son aquellos votos que directamente se convencen por las ideas, las intenciones y los programas del candidato. En sexto lugar, así mismo deben resaltarse los votos representativos, de los votos simplemente electivos. Pues los primeros, que son excepcionales, son aquellos que se emiten con la conciencia y aceptación recíproca de elector y candidato, de que este efectivamente representa a aquel y que, por tanto, lo vincula a favores políticos. En tanto que los segundos, que representa la mayoría, son aquellos que se depositan simplemente para elegir a determinado candidato, con independencia de que este lo represente o no. Y en séptimo lugar, hay que destacar los votos gratuitos y los votos compensados. Los primeros que siguen siendo la minoría, son aquellos cuya motivación no es el interés de compensación de ninguna clase, sino sencillamente la de dar cumplimiento a un deber ciudadano y la de proceder al fortalecimiento de la democracia y el bienestar en general. En tanto que los segundos, que siguen siendo la mayoría, son aquellos cuya motivación es el interés compensatorio que pretende obtenerse que puede ser la suma de dinero o beneficio material por su depósito, bien por su compensación burocrática, contractual, de respaldo o protección administrativa y social, o de simple vocería o referencia. Pero todo lo anterior obedece a la falta de conciencia, orientación, capacitación, práctica y conocimiento político, o, por lo contrario, descansa en el conocimiento o sentimiento distorsionado de la actividad política, lo que se traduce en la falta de cultura política.
VIVE SABIAMENTE

Marta Sáenz Correa A lo largo de nuestra vida pasamos por diferentes etapas, cada una con características, ventajas, desventajas, fortalezas y oportunidades únicas, que deben ser vividas con sabiduría para que se conviertan en una base firme para la etapa siguiente. Vivir sabiamente es aplicar el conocimiento que tenemos a nuestras acciones. Con la sabiduría sabrás decir lo correcto a la persona correcta en el lugar correcto y en el momento correcto. La sabiduría es algo que se desarrolla y se trata de un conjunto de habilidades para aprender a estar en el mundo. En el sentido más amplio, la sabiduría implica el uso juicioso del conocimiento, la toma de decisiones de manera reflexiva y pragmática, la compasión, la autoreflexión, el discernimiento, la amplitud de mente, el altruismo, la tolerancia hacia otros y mantener un sentido de equilibrio emocional y serenidad ante el estrés. Leyendo el libro: Mantenga la Calma y Siga Adelante, escrito por el profesor de psiquiatría, Mark A. Reinecke, me encontré con un capitulo dirigido a vivir sabiamente, en el cual el autor describe la sabiduría como un rasgo o virtud que todos tenemos y que se puede cultivar y fomentar. El proceso se inicia mediante la reflexión, haciendo las preguntas pertinentes y ampliando la perspectiva al considerar los intereses de otros y los resultados a largo plazo. Como una clase de conocimiento y, a la vez, una manera de pensar, la sabiduría se adquiere y se moldea con la experiencia de la vida. Expresa Reinecke: Responder con sabiduría a los problemas exige que nos detengamos, que reflexionemos respecto de nuestras emociones y que dudemos antes de tomar una decisión unilateral con implicaciones éticas. Mantener un sentido de sereno equilibrio ante la adversidad es central para responder con sabiduría. Controlar sus emociones e impulsos negativos es importante, como también lo es cultivar la capacidad de mantener las emociones positivas como la gratitud, el afecto, y la felicidad en momentos de conflictos. Muestre su aprecio hacia los demás; exprese con palabras sus sentimientos negativos, pero reformúlelos antes de expresarlos. ¿Porque es importante la sabiduría? Porque ella te ayudará a determinar las prioridades, a armonizar tu vida, y a construir una correcta relación contigo mismo y con los demás. Recuerde: sea tolerante con las otras personas, con sus debilidades y defectos; todos somos imperfectos y cometemos errores. Tenga en cuenta que es posible que los demás no vean el mundo o el problema de la misma manera que usted. Se debe abrir la mente a las perspectivas o punto de vista alternativos. La sabiduría es un maravilloso atributo humano que nos ayuda enormemente a responder ante las exigencias de la vida. “No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir”. Sorcha Carey.
REFLEXIÓN ELECTORAL

A pesar de que no es el momento de las elecciones, no es menos cierto que es indispensable que durante la campaña electoral, tomemos el tiempo suficiente para determinar nuestra participación electoral. Porque en una u otra forma somos participes de ella. En efecto, son muy diversas nuestras participaciones. Una primera forma de participación es la activa, la cual ocurre cuanto nos vinculamos a la actividad electoral como candidato u candidata con el cual tenemos simpatía, afinidad y armonía o coincidencia ideológica, partidista, profesional, regional, ética, etc., o simplemente de relación de conocimiento, trato, amistad, proximidad, gratitud, etc. En tal evento la participación puede ser plena u ocasional. La primera es aquella vinculación que incluye la participación permanente como actividad de la campaña, bien sea como promotor, participante, ayudante, asistente, organizador, colaborador o simplemente como votante de dicha campaña. En tanto que la segunda es aquella vinculación política, de carácter transitoria, coyuntural u ocasional en alguna de las actividades que les llame interés o atención, bien sea por la novedad, la posición que se asuma en determinado tema, etc. En cambio, existe una participación pasiva cuando el ciudadano adopta una conducta que rechaza su participación en el proceso electoral por considerarlo inútil e, incluso, una farsa, porque, a su juicio, no genera cambios o cuando simplemente se obtiene, por cuanto no representa interés participativo, o simplemente no existe confiabilidad política, ética; o simplemente, se margina del proceso electoral, por no representarle beneficios o serle indiferente; etc. Sin embargo, tales posturas también son un tipo de participación pasiva, por cuanto, de una parte, contribuimos a que los demás participen, elijan y hagan la demostración por nosotros; y, del otro, porque dicha conducta si bien representa un desinterés y una protesta, también lo es que no genera, por sí sola, ningún cambio. De allí que sea indispensable reflexionar sobre nuestra participación electoral de manera racional y digna.
Reconciliarnos es la tarea

*Marta Saenz Correa La reconciliación es el restablecimiento de la concordia y la amistad entre dos o más partes enemistadas; es una reunión amistosa post-conflictual entre previos oponentes que restaura una relación social alterada, y un mecanismo de resolución de conflictos que nos permite dejar atrás un enfrentamiento, y retomar un vínculo que se encontraba interrumpido por una desavenencia. Supone recobrar las relaciones, por lo cual, ya no es un proceso individual, sino que implica un acercamiento voluntario de las partes que buscan conectarse de nuevo, sin tener que obligatoriamente perdonar al otro. ¿Cuándo debemos reconciliarnos? Cuando hemos o nos han ofendido, ya sea por no respetar los acuerdos entre las partes o simplemente cuando una de ellas ha denigrado a su interlocutor. La parte ofendida espera explicaciones, y luego de haber aclarado los puntos de la discordia, se acuerda la paz entre ambas partes. Previo a esto, la tarea es reconciliarse con uno mismo, lo cual puede llegar a ser un proceso arduo para aquellas personas que durante años han arrastrado dolor, experiencias poco gratas y básicamente, mucho desconocimiento sobre sus propios intereses y necesidades. Son muchas las personas que con ahínco e interés intentan sin éxito perdonarse y pasar la página a historias del pasado. Intentan olvidar, mirar con optimismo el futuro, y tranquilizarse, pero cuando hacen silencio o cuando más están disfrutando de su vida, nuevamente aparece el sentimiento de culpabilidad, esa amarga experiencia. Uno de los estudiosos del perdón en el ámbito de la psicología, Robert Enright, define el perdón como la modificación de los pensamientos, sentimientos y conductas negativas en relación con un ofensor. Los sentimientos y el juicio negativo se reducen, no porque el ofensor no sea merecedor de ellos, sino porque la victima ha decidido libremente considerar al ofensor con compasión, benevolencia y amor. Al no perdonar, la persona ofendida esta encadenada a la persona que le hizo el daño y, mientras no la perdone, no podrá sustraerse al poder que el ofensor y la ofensa tienen sobre ella. Para que ocurra una reconciliación es necesario que una de las partes pida perdón y que se proponga no volver a cometer el error. A veces el daño es tan grande que no se puede confiar más en esa persona, pero, aunque no sea posible la reconciliación, el perdón si lo es. El perdón es la liberación de la carga del dolor que llevamos por dentro y un regalo para uno mismo que implica desprenderse de lo que ha pasado. Recuerda que el objetivo primordial de la reconciliación es hacerle saber a la persona que te arrepientes de lo que ocurrió y reafirmarle cuán importante es para ti. Sin reconciliación es imposible vivir, a lo sumo, sobrevivimos esclavizados por nuestra historia, nuestras exigencias, y por el resentimiento…Pero no nos engañemos, esto no es vida.
Que hacemos con la culpa

*Marta Saenz Correa. Ante las cosas que nos suceden, siempre buscamos un culpable: los demás, nosotros mismos, la vida, la suerte, etc. Generalmente cuando nos sentimos culpables, no actuamos para solucionar las cosas, solo pensamos en lo que sucedió y en lo que deberíamos haber hecho, o dejado de hacer. Mientras más pensamos, más culpables nos sentimos, y nos confundimos aún más respecto de la manera cómo podríamos solucionar el problema. La culpa es como una voz interna que a gritos nos inmoviliza, nos esclaviza al pasado, y nos condena sobre algunos de nuestros actos, haciéndonos vivir en pobreza y limitando nuestro potencial. Sin embargo, nosotros no somos una obra terminada, cada día estamos en un proceso de madurez en el que existen momentos de crecimiento y equivocación. Los psicólogos hablan de dos tipos de culpas, la primera es la positiva, que puede ayudarnos a crecer y madurar y nos sirve para darnos cuenta que actuamos mal con otro o con otros mismos, para analizar y aprender de lo que sucedió, y para corregir nuestra conducta. En este caso más que hablar de culpa, hablamos de responsabilidad. Así mismo, está la culpa negativa o improductiva, que nos lleva a pensar y repensar lo que estuvo mal y en como nuestra conducta demuestra que somos malas personas. Usualmente, reconocemos lo mal que nos sentimos, pero no hacemos nada al respecto; solo recordamos y revivimos la situación una y otra vez y en cada ocasión disminuimos nuestra autoestima. También, puede presentarse cuando tu conducta no necesita reflexión o transformación. Es un sentimiento irracional e inútil que nos impide actuar. ¿Cuál es la verdadera causa de la culpa? Generalmente pensamos que una mala acción provoca culpa, pero no es así. La culpa no está provocada por lo que hacemos, sino por la manera en que consideramos una situación y calificamos nuestras acciones, pensamientos y sentimientos frente a ella. En ese sentido, es importante reconocer que la culpabilidad es una elección, y cada uno de nosotros es quien decide o no aceptarla, y como nos afecta emocionalmente. El sentimiento de culpa surge como consecuencia de nuestra capacidad para ponernos en el lugar del otro, de la empatía y del desarrollo de nuestra conciencia moral. Para no sentirnos culpables es imperativo identificar y comprender el sentimiento, y reflexionar sobre el acto que provocó la culpa y que podría hacerte sentir mejor. Seguidamente, intentar reparar lo sucedido, es decir, expresar el arrepentimiento a los que resultaron afectados por tus errores y presentar las disculpas del caso. Finalmente, expresa tu intención de reparar los daños cometidos y de evitar que se repita la situación. Las injurias son las razones de los que tienen culpa. Jean Jacques
LIBERALISMO Y RELIGIÓN

A raíz de la precandidatura del partido liberal de la senadora y ex fiscal Vivían Morales, ha surgido el interrogante sobre la compatibilidad o no de la misma, lo cual hace necesario su precisión. En efecto: Primeramente hay que señalar que estrictamente el liberalismo, en su esencia filosófica y política, es aquella corriente del pensamiento del libre examen que en el campo religioso no es, como sus enemigos lo difundieran en una época, una posición atea; sino que ha sido y es el reconocimiento de la libertad de conciencia, de creencia y de culto, sino también en la facultad de acoger una u otra confesión religiosa, o, en su caso, considerar innecesario de hacerlo. De allí que siendo el cristianismo, como una de las religiones tradicionales, resulta compatible con la admisión de la trascendencia humana en “la necesidad de ser humano de estar unido a una diversidad, que, en el caso del cristianismo, radica en la creencia de trinidad de la divinidad y dela de Jesús como salvador. Sin embargo, dicha compatibilidad presupone, como arriba se dijo, que cada uno de sus militantes, de un lado, desarrollen personalmente en confesión religiosa; y, del otro, que respeten la situación religiosa frente a los demás, quienes, por tanto, pueden profesar una situación confesional, idéntica o distinta, o, por el contrario, una situación aconfesional, que bien puede sr gnóstica, indiferente o atea. Por lo que, entonces, así como ningún miembro puede interferir y mucho menos imponerle a los demás miembros ninguna confesión religiosa, con mayor razón tampoco puede hacerlo como directivo de una organización política. Ahora, concordante con lo anterior resulta entonces compatible que una candidata como Vivian Morales, pueda aspirar a serlo dentro del partido liberal, siempre y cuando, ajustándose al ideario de este partido, reconozca la libertad de creencias y de cultos, no confesionalice al partido liberal, ni tampoco establezca políticas excluyentes de la ciencia y del desarrollo de la tolerancia de las confesiones o del marginamiento religioso.