Por: Germán Archila
@Germancho101
En estos días donde la polarización es evidente, y cuando estamos en la era de la inmediatez y las redes sociales, donde cualquier movimiento queda grabado y al alcance de los ciudadanos con un solo clic de distancia, cada vídeo nos pone los unos contra los otros, en discusiones y acciones violentas.
La Alcaldía de Enrique Peñalosa decidió volver a realizar acciones que fueron exitosas hace 20 años, con las campañas pedagógicas como en su momento fueron los mimos o las tarjetas con pulgar arriba o abajo para condenar una mala acción ciudadana que fueron populares en la administración Mockus. Esta vez afrontar los mal parqueados con personas que están vestidos de conos y hacen escándalo para que los conductores queden en evidencia de la infracción que están cometiendo.
Una de estas acciones derivo en una gresca entre un conductor de una motocicleta y una de las personas escenificada de cono, el motociclista decidió agredir al funcionario, y este respondió la agresión con golpes, este episodio ha suscitado diversas opiniones, están los que cuestionan las actividades emprendidas por la alcaldía y hablan de bullying por parte de los conos y tildan estas prácticas de obsoletas. La opinión contraria le echa la culpa al motociclista quien fue el que agredió tras de infractor abusivo.
Lo cierto como en tantas situaciones de Colombia hay grises, es cierto que el principal culpable es el motociclista, la reacción, aunque entendible no debió suceder, ya que estas campañas pedagógicas deben contar con un manual de cómo reaccionar ante la agresividad que de por si manejamos muchos colombianos, está claro que no nos gusta que nos corrijan y menos en público, reaccionamos de forma violenta, pesa los años en que la sociedad ha visto eso como parte normal del día a día.
Otra muestra de la sociedad colombiana y su frecuente actitud de confrontación fue lo que ocurrió con una de las cosas que más une a los colombianos el deporte, se presentó una diferencia de opiniones en cuanto a los directivos de la Federación de Ciclismo. Nairo Quintana decidió criticar al presidente luego de las elecciones donde el apoyo a otro candidato.
Ante esas declaraciones que contaron con un apoyo grande de los aficionados, apareció otro referente del deporte colombiano la bicicrosista Mariana Pajón quien su papa hace parte de las directivas, obviamente apoya la institución oficial, y criticó la postura del escarabajo donde dio a entender que su opinión era una revancha ante la derrota.
Luego de este suceso, la opinión pública en redes sociales y diferentes círculos se dividió, entre los que apoyan a Nairo y los que apoyaban a Mariana, hasta ahí normal una confrontación de opiniones, pero esta división demostró todo el rencor y las diferencias, los de un bando tildaban a Mariana de niña rica, salió la división de clases sociales, otro enfrentamiento fue el regional claro así son los paisas, y del otro lado Nairo es insultado por Boyacense o por su origen campesino.
Lo increíble es que cuando compiten salen comentarios en ese tono, tanto cuando les va bien o les va mal, los insultos son pan de cada día y todo por tener posiciones diferentes ante un tema lo que genera intolerancia y odio entre nosotros mismos, la reconciliación será un largo y empedrado camino como se demuestra en los detalles triviales de la sociedad.